
Falta de baños públicos en Guayaquil es una deuda que afecta derecho al saneamiento
Habitantes deben acudir a locales para acceder al servicio. El tema no está en la agenda regional, alerta estudio del BID
Recorrer zonas del centro de Guayaquil ofrece un denominador común en ciertas edificaciones: sus soportales lucen manchados y emanan mal olor.
La escena se repite en otros sectores de la ciudad, debido a que el espacio público es utilizado como baño al aire libre.
Hacer las necesidades biológicas en la calle es considerada una falta de respeto e higiene. Autoridades y ciudadanía demandan sanciones para quienes tienen esta costumbre.
Pero, ¿qué ocurre cuando la ciudad niega a sus habitantes el derecho al saneamiento? Entonces, las personas deben acudir a negocios y centros comerciales.
Ciudadanía acude a negocios privados en busca de baños
“Tengo que aguantarme mejor”, es la respuesta que da Clara Villalva a la pregunta sobre qué hace si requiere un baño en la calle.
“Hace falta un baño público porque aquí la gente pregunta, ‘¿dónde hay un baño?’”, dice Enrique Reyes, frente a la Plaza San Francisco.
“Por eso es que en la parte de la calle, ahí en ese edificio, es una cochinada”, reclama mientras señala a una edificación abandonada en la esquina de Córdova y 9 de Octubre.

“He tenido problemas por mi edad. A veces no sé a dónde ir y uno va a los restaurantes y no le quieren prestar”, refiere William Alemán, de 69 años.
“Deberían hacer un espacio municipal para que las personas puedan atender sus necesidades”, reclama el ciudadano.
BID: Baños públicos son fundamentales para el derecho al saneamiento
Los adultos mayores están entre los grupos prioritarios que requieren acceso a los baños.
Así lo asegura el estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), publicado en noviembre del 2024, denominado “Baños públicos: Un compromiso con la garantía del derecho humano al saneamiento”.
“El servicio de baños en el espacio público es fundamental para garantizar el derecho humano al saneamiento”, afirma la entidad.
“Si bien, en América Latina, la agenda de ciudades inclusivas y accesibles avanza, los baños en el espacio público no se consideran en las políticas y planes de desarrollo urbano”, advierte.
Tener baños públicos no solo sirve para satisfacer necesidades biológicas o de aseo sino que contribuyen a “prevenir enfermedades transmisibles y a garantizar zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles”, destaca el BID.

Baños públicos deben ser espacios integrales
Por eso, crear baños públicos debe ser una tarea integral. Así lo cree el urbanista Carlos Suco, quien aclara: “No es cuestión de poner nomás sino pensar en la ubicación estratégica, donde no queden puntos ciegos, que tenga accesibilidad, para que no ocurran delitos”.
Incluso, él cree que se puede complementar con actividades comerciales cercanas, lo que “podría ayudar a controlar y a que haya vida” en el entorno.
“Se está afectando el derecho (a la ciudad) porque necesitamos baños. Hay que analizar qué está ocurriendo en el espacio, qué hay ahí, para lanzar una propuesta, que sea integral”, insiste el especialista.
Para conocer qué propuesta tiene el Municipio para resolver esta problemática, EXPRESO pidió una entrevista, pero hasta el cierre de este reportaje, no fue concedida.
Cómo deben ser los baños públicos en las ciudades
Entre las recomendaciones que hace el BID en su informe, están que se deberá “garantizar una relación adecuada de baños entre hombres y mujeres, considerando que las mujeres utilizan más veces el baño y necesitan de mayor tiempo en el mismo, por razones fisiológicas”.
“Uno de los aspectos cruciales de la accesibilidad está relacionado con los horarios de disponibilidad de estos servicios”, expresa la entidad, que hace énfasis en su funcionamiento incluso en la noche.
El documento expone el caso de Barranquilla, donde se recomendó las alianzas público-privadas para fomentar la inversión en baños públicos, así como campañas para su cuidado.
También se menciona el caso de Bogotá, que tiene 361 baños públicos, que se incluirán en un mapa digital para que ciudadanos y turistas los ubiquen.
“Diseños innovadores, ubicaciones en lugares emblemáticos, decoración interior, y mecanismos de limpieza muy frecuente”, son algunas de las sugerencias que hace la investigación, no solo para generar espacios dignos y adecuados, sino para garantizar su permanencia.
“Atender las necesidades básicas de los ciudadanos y de los más vulnerables en el espacio público es fundamental para construir sociedades más inclusivas”, resalta el BID.
Guayaquil sigue a la espera de que esto se cumpla.
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