
Facultad de Medicina de la U. de Guayaquil celebra 148 años y apuesta por innovación
Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Guayaquil integra en su trabajo nuevas metodologías para la formación local
El 7 de noviembre de 1877, en el salón principal del Colegio San Vicente del Guayas, se fundó la Facultad de Medicina y Farmacia, hoy Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Guayaquil. Aquel día, bajo la dirección del doctor Alejo Lascano Bahamonde, se dictó la primera clase de medicina, marcando el inicio de una historia de casi siglo y medio dedicada a la formación de profesionales comprometidos con la salud del Ecuador. La facultad se convirtió en la primera del Litoral ecuatoriano y en una de las más antiguas del país, después de Jurisprudencia.
Desde entonces, sus aulas han visto nacer a figuras emblemáticas como León Becerra, José Vicente Navarrete, Guillermo Gilbert y Francisco Zambrano, quienes sentaron las bases de la medicina ecuatoriana moderna. Hoy, la Facultad sigue siendo un pilar académico con siete carreras: Medicina, Enfermería, Obstetricia, Dietética y Nutrición, Terapia Respiratoria, Fonoaudiología y Terapia Ocupacional, y más de 4.000 estudiantes activos.
Excelencia académica con sentido humano
Para la doctora María Antonieta Touriz Bonifaz, decana de la Facultad de Ciencias Médicas, el mayor orgullo de esta conmemoración es el legado ético y humano que ha sostenido su prestigio. “Celebrar 148 años de vida institucional es reafirmar nuestra vocación de servicio. Hemos formado generaciones de profesionales que han transformado la salud pública y aportado al país con conocimiento, sensibilidad y ética”, expresó.
Touriz destaca la importancia de modernizar la educación médica, sin perder la esencia humanista. Actualmente, la Facultad impulsa una renovación curricular basada en competencias, que integra la teoría con la práctica comunitaria. “Nuestros estudiantes aprenden no solo a curar, sino a comprender el entorno social del paciente. Incorporamos tecnología, simuladores clínicos y plataformas digitales, pero siempre desde una mirada empática”, enfatiza.
Ciencia, investigación y acreditación internacional
La Facultad no solo ha formado médicos; también ha consolidado un sólido camino en investigación científica. El doctor Jorge Elías Daher Nader, presidente del Comité de Ética e Investigación de Seres Humanos de la Universidad, resalta que contar con una acreditación otorgada por el Ministerio de Salud Pública “es uno de los mayores logros institucionales”.
“El Comité de Ética garantiza la protección de los derechos, la integridad y el bienestar de las personas que participan en proyectos científicos. Hemos revisado más de 85 investigaciones, fortaleciendo el rigor metodológico, jurídico y bioético”, señala Daher, quien recuerda que durante su gestión como decano la Facultad organizó 22 congresos internacionales con la participación de figuras de renombre mundial, entre ellas la premio Nobel Françoise Barré-Sinoussi.

Formación integral y metodologías activas
En sintonía con los desafíos contemporáneos, la Facultad ha adoptado metodologías de aprendizaje basadas en problemas, simulaciones clínicas y trabajo interdisciplinario. El exministro de Salud Pública Franklin Encalada, docente y vocero, explica que el enfoque actual busca fortalecer las competencias técnicas y éticas del estudiante. “El aprendizaje basado en casos clínicos y la simulación médica permiten generar conocimientos sólidos, reforzando el pensamiento crítico y la toma de decisiones responsables”, afirmó.
Encalada también subraya la importancia de la formación continua de los docentes mediante doctorados y especializaciones, que mantienen a la planta académica en constante actualización. “La ciencia médica exige evolución, y la Universidad de Guayaquil ha demostrado que puede adaptarse sin perder su esencia: servir con excelencia y compromiso social”, dijo.
Una visión de futuro
La Facultad de Ciencias Médicas mira hacia el futuro. “El desafío de los próximos cinco años es consolidar una educación médica que combine innovación tecnológica y sensibilidad humana con proyectos de vinculación comunitaria, nuevos programas de investigación y una infraestructura académica en expansión”, concluye la decana Touriz.