
Los desafíos de la jubilación en Ecuador: una mirada a las políticas actuales
La sostenibilidad del sistema depende de una reforma integral que asegure financiamiento, formalización laboral y estabilidad
En noviembre de 2025, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) volvió a estar en el centro del debate público por la sostenibilidad de su sistema de jubilaciones. A pesar de los recientes ajustes en las pensiones y del cumplimiento en los pagos a jubilados, persisten las advertencias sobre el déficit estructural del fondo de vejez. Según análisis técnicos y reportes económicos, los ingresos del IESS solo alcanzan a cubrir una parte de los egresos proyectados para este año, lo que evidencia la urgencia de una reforma integral que garantice estabilidad financiera a largo plazo.
Al mismo tiempo, se ha informado que los ingresos del IESS están cubriendo apenas la mitad del valor proyectado de las pensionas para 2025, lo que deja ver una brecha financiera relevante.
En cuanto a medidas concretas, a partir de octubre de 2025 se aplicó un nuevo aumento escalonado para jubilados del IESS, con un presupuesto de $ 85 millones aprobado para cubrir ese ajuste en lo que resta del año.
Medidas concretas del sistema de jubilación
También, por otro lado, el Ministerio de Desarrollo Humano (MDH) anunció el 1 de octubre el inicio del pago de bonos y pensiones sociales para 55 000 nuevos beneficiarios, lo que refleja que junto al régimen de pensiones clásico se activan mecanismos de asistencia social complementaria.
Sin embargo, las condiciones estructurales persisten con tensión. "La densidad de cotización, la informalidad laboral y la necesidad de mayores aportes siguen siendo clave en los debates técnicos sobre sostenibilidad", afirma Hernán Cevallos, economista. En este contexto, la brecha entre egresos y aportes del IESS se ha acentuado: se estima que durante 2025 el pago de pensiones alcanzará los $6.919 millones, y los ingresos no están al nivel necesario para cubrir de manera holgada esa cifra.
Hay retos de la jubilación que no se superan
Para los afiliados, esto significa que aunque hay alivios inmediatos (como los aumentos de pensión) y mejoras operativas (por ejemplo, el pago puntual de noviembre), el reto a mediano plazo es mayor. "Mantener la remuneración digna de los jubilados y asegurar que las futuras generaciones tengan cobertura exige una integración de reformas: mejora de gobernanza del IESS, fomento de la formalización laboral, y un pacto explícito de financiamiento estatal-previsional", enfatiza Cevallos.