Foto de Sistema Grana (15477947)
El equipo de la Provincia Verde logró mantener la categoría en la Serie B del Ecuador.Ariel Ochoa

El equipo 22 de Julio 'mendiga ayuda' para sobrevivir en la Serie B

El club de Esmeraldas recaudó solo $160 en su colecta para sobrevivir. Sin apoyo ni sueldos vive sus horas más críticas

Mañana con esperanza tenue en las calles de Esmeraldas. Jugadores, directivos y algunos hinchas del club 22 de Julio se apostaron en esquinas, mercados, terminales y parques con ánforas improvisadas, camisetas sudadas y pancartas que decían “Salvemos al 22 de Julio”.

Soñaban con recaudar 100.000 dólares para pagar siete meses de sueldos atrasados y mantener con vida al único equipo profesional de la provincia. Pero, al caer la tarde del pasado miércoles, tras nueve horas de esfuerzo, la realidad los golpeó con crudeza: apenas habían recogido 160 dólares.

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El fracaso de la colecta fue tan desalentador que el evento artístico previsto para esa misma noche, con presentaciones locales en Las Palmas, se suspendió por falta de recursos. No hubo tarima, luces ni público. Solo un puñado de jugadores que, resignados, se retiraron en silencio, mientras los tambores del litoral que alguna vez alentaron sus victorias permanecían mudos.

22 DE JULIO
Hinchas y directivos salieron a las calles de capital esmeraldeñas a pedir donaciones para salvar al club.EXPRESO

“Esperábamos más apoyo, al menos de las autoridades”, lamentó un dirigente visiblemente agotado que pidió no ser identificado. “No vino nadie del Municipio ni de la Prefectura. Tampoco las empresas privadas. Nos dejaron solos”.

La deuda que golpea

Los futbolistas del 22 de Julio no cobran hace siete meses. Sobreviven gracias a pequeños aportes de familiares o amigos, y algunos han tenido que buscar trabajos eventuales para poder comer. Aún así, el equipo logró mantenerse en la Serie B, jugando varios partidos fuera de Esmeraldas por la inseguridad que azota a la provincia.

En dos ocasiones, tuvieron que disputar encuentros sin público, lejos del estadio Folke Anderson, convertido hoy en un símbolo de abandono.

“Nos tocó irnos hasta Imbabura para terminar el torneo”, contó uno de los jugadores. “Jugábamos sin gente, sin dinero, con miedo… pero con el corazón puesto en Esmeraldas”.

La crisis del club no es reciente, pero este año se volvió insostenible. Los patrocinadores desaparecieron, los auspicios se redujeron a cero y la inseguridad disuadió a los pocos inversores interesados.

Los dirigentes calculan que el equipo necesita al menos 60.000 dólares mensuales para sostener sus cuatro categorías formativas, pagar sueldos básicos y cubrir viajes. Hoy no tienen ni para balones nuevos.

Indiferencia también juega

22 de julio
Ni autoridades ni empresas acudieron al llamado. El equipo se ubicó en diversos lugares de la ciudad.expreso

Hace apenas un año, cuando el equipo logró ascender a la Serie B, las fotos con políticos abundaban. El ascenso fue usado como trofeo de campaña, pero después del festejo, nadie volvió. “Solo sirven para la foto”, repite con amargura uno de los fundadores del club. “Cuando el equipo sube, todos aparecen con la camiseta. Pero cuando hay que ayudar, desaparecen”.

La falta de apoyo institucional se evidenció en la reciente reunión del 7 de noviembre, donde se presentó el plan 2026 del club: buscar nuevos socios, instalar luminarias en el estadio, reactivar divisiones menores y organizar la Teletón “Juntos Somos Más Fuertes”. De las 130 invitaciones enviadas a autoridades, empresas y representantes locales, apenas asistieron 30.

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“Queríamos que al menos una autoridad se suba a la tarima, que dé un mensaje de respaldo, pero ni eso”, comentó otro dirigente. “Es triste ver que un club que representa a toda la provincia esté mendigando ayuda”.

A la crisis económica se suma el miedo. La violencia ha golpeado directamente al 22 de Julio. Este año, el jugador Jonathan González fue desvivido, y varios entrenamientos se suspendieron por amenazas.

El equipo tuvo que mudarse temporalmente de ciudad para proteger a su plantilla. “Jugábamos con el alma, pero con el miedo en el cuerpo”, confiesa un defensa que evito ser nombrado. “Solo queríamos volver vivos después de cada partido”.

22 de Julio se niegan a morir

Pese a todo, el club no se rinde. El presidente, junto a su reducido cuerpo técnico, planea reprogramar la teletón antes de fin de año, con el objetivo de alcanzar una recaudación más significativa. “Vamos a intentarlo otra vez”, dijo. “No queremos que Esmeraldas se quede sin fútbol profesional. Este club es historia, es identidad”.

El 22 de Julio fue fundado en honor a la fecha de la provincia. Hoy, esa coincidencia parece un grito que se apaga en la desidia. Lo que el miércoles pretendía ser una fiesta solidaria terminó como una jornada de desolación.

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