
Descubren supertierra con agua líquida potencial a solo 20 años luz de la Tierra
El nuevo exoplaneta GJ 251 c, a 20 años luz, es un objetivo clave para telescopios del futuro
Un equipo internacional de científicos ha anunciado el descubrimiento del exoplaneta GJ 251 c, una "supertierra" rocosa cuatro veces más masiva que nuestro planeta, orbitando una estrella enana a solo veinte años luz de distancia. El hallazgo, publicado el jueves 23 de octubre de 2025 en The Astronomical Journal, es significativo porque el planeta se encuentra en la "zona habitable" de su estrella, reuniendo las condiciones necesarias para albergar agua líquida en su superficie si posee la atmósfera adecuada. El descubrimiento se logró mediante el análisis de dos décadas de datos observacionales, consolidando una de las perspectivas más prometedoras hasta la fecha para la búsqueda de vida extraterrestre.
Una perspectiva prometedora para la vida
El exoplaneta GJ 251 c está a la distancia óptima de su estrella anfitriona (GJ 251) para que el agua se mantenga en estado líquido, una característica clave para el desarrollo de la vida tal como la conocemos. Suvrath Mahadevan, investigador en Penn State y coautor del estudio, explicó que este tipo de planetas representan la "mejor oportunidad de encontrar vida en otro lugar".
El planeta tiene un periodo orbital de 54 días, es decir, tarda 54 días terrestres en completar una órbita alrededor de su estrella enana. Este factor, sumado a su relativa cercanía a la Tierra (20 años luz), lo posiciona como un objetivo idóneo para ser observado y estudiado por los telescopios de próxima generación.
La tecnología detrás del descubrimiento
El hallazgo es el resultado de la combinación de datos históricos y la tecnología de vanguardia, específicamente el método de "balanceo". Esta técnica mide los sutiles movimientos que la fuerza gravitacional de un planeta causa en el movimiento de su estrella anfitriona.
La pieza central de la observación fue el Habitable-Zone Planet Finder (HPF), un espectrógrafo de alta precisión en el infrarrojo cercano, instalado en el telescopio Hobby-Eberly del Observatorio McDonald en Texas, Estados Unidos. El HPF fue diseñado por investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania precisamente para la misión de detectar planetas similares a la Tierra.
El equipo de Mahadevan primero observó un planeta interior conocido (GJ 251 b), que orbita cada 14 días. Combinando esta información con los nuevos datos de alta precisión del HPF, detectaron una segunda señal mucho más fuerte, lo que indicó la presencia de GJ 251 c, el planeta más masivo del sistema. La señal fue posteriormente confirmada con el espectrómetro NEID, ubicado en el Observatorio Nacional de Kitt Peak en Arizona.
Potencial para futuras exploraciones
Aunque el estudio de la atmósfera del exoplaneta no es posible con los instrumentos actuales, Mahadevan se mostró optimista sobre el futuro. "La buena noticia es que el exoplaneta recién descubierto está perfectamente posicionado para la observación directa mediante tecnología más avanzada", aseguró el investigador.
El análisis de la atmósfera podría revelar signos químicos de vida (biomarcadores), lo que convertiría a GJ 251 c en un hito en la exobiología. Mahadevan concluyó que, aunque aún no se puede confirmar la presencia de vida o una atmósfera, "el planeta representa un objetivo prometedor para futuras exploraciones".
El descubrimiento de GJ 251 c, la supertierra rocosa en la zona habitable a 20 años luz, refuerza la idea de que planetas con potencial para la vida son relativamente comunes en nuestro vecindario cósmico. Este hallazgo valida la inversión en espectrógrafos avanzados como el HPF y marca una nueva y emocionante fase en la búsqueda de vida fuera de nuestro Sistema Solar, al ofrecer un blanco claro y accesible para los telescopios del futuro.
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