Ante el dolor de cuello, espalda, ciática e incluso el insomnio, los consultorios de quiropráctica cada vez más ofrecen sus técnicas para que los pacientes encuentren alivio.

Silvana Pérez, presidenta de la Asociación Quiropráctica de Ecuador y directora de Quiroprácticos de Quito, explica que desde hace dos años ha ido en aumento la cantidad de personas que buscan esta práctica para su salud y bienestar. Hoy en día, tienen asociados a 150 quiroprácticos, todos con certificación y permisos de la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess), pero es un número que va en aumento porque se siguen capacitando.

“Hay una tendencia creciente de quienes buscan la salud postural. No solo es para adultos, se atiende incluso desde niños de temprana edad (1-2 años) por problemas en sus articulaciones”, explica.

La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) la denomina como ‘medicina tradicional complementaria’ (MTC) y sugiere que quienes la practiquen sean profesionales sanitarios titulados y regulados.

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• Alivio a enfermedades del sigo XXI

Para el quiropráctico Johnny Anastacio, los beneficios hoy en día van más allá de los ajustes en la columna vertebral. Esto debido a que no se centra solo en un síntoma, sino que sirve para que la persona o el paciente logre su bienestar al máximo.

“En consulta no solo hay que tratar el punto del dolor como tal, sino de dónde viene y qué conecta, ya que en el cuerpo todo es un conjunto. Si algo está mal, por ende todo funciona mal”, sostiene.

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Partiendo de eso, los músculos, articulaciones, tendones, entre otros, empiezan a sanar.

“Entre los beneficios, actúa sobre la enfermedad del siglo XXI: el estrés, y los males relacionados con este, como el intestino irritable y la gastritis. Al momento de hacer las correcciones se liberan ácidos y toxinas del cuerpo, permitiendo que la persona quede mucho más relajada”.

Asimismo, la quiropráctica ayuda a corregir posturas que se generan por el uso excesivo de las pantallas, ya que el cuerpo está encorvado por mirar hacia abajo (el celular). “A la larga, eso afecta a los adolescentes que están en pleno proceso de desarrollo. Cuanto más tiempo pasen en esa postura, más presión aplicarán a la columna vertebral y a los músculos del cuello”.

Si bien los ajustes se hacen con las manos, “cuando las personas vienen con mucho dolor se puede complementar con corriente y así el alivio es mucho más rápido desde la primera sesión”, explica Anastacio.

Acatando las recomendaciones y siguiendo una buena alimentación, se aumenta el efecto positivo que la quiropráctica tiene sobre el cuerpo, ayudando a tener una vida más plena.

• Movimiento indoloro e inofensivo

Ante el auge de la salud integral, hay quienes han recurrido a complementar su estilo de vida con disciplinas alternativas.

En algunos casos, estas no son nuevas, sino que se vienen desarrollando desde siglos pasados. La quiropráctica es una de esas. Fue el estadounidense Daniel David Palmer quien en 1895 la comenzó a emplear para combatir el dolor, basándose en el arte antiguo de mover el cuerpo con las manos (manipulación).

Desde el inicio, el mayor foco de atención está en detectar y corregir las subluxaciones vertebrales, es decir la pérdida de la posición correcta de las vértebras o la disminución de sus movimientos.

Aun así, no descuida lo que se refiere a las articulaciones. “En bebés, por ejemplo, hay quienes presentan problemas de desarrollo desde el vientre o al momento del parto, y con la técnica se puede alinear para mejorar el movimiento y que no tenga problemas posteriores”, afirma Pérez.

María del Carmen (32) trabaja en el departamento de sistemas de una empresa y recurre a la quiropráctica para amortiguar el estrés laboral, que en su caso se centra en su cuello. Asimismo, lleva a su bebé de ocho meses por displasia en la cadera. “Se lo comenté a la pediatra y me dijo que lo veía como buena opción. Mi nena no se queja y está mejorando. En cuanto a mi caso, yo había probado otras opciones para liberar la tensión, como acupuntura e incluyo yoga, pero noté mejoría con el quiropráctico”, comenta.

• Mejora la calidad de vida

Hay estudios que explican cómo la quiropráctica ayuda al sistema inmunológico. El más citado es el del Dr. Ronald Pero, profesor de Medicina de la Universidad de Nueva York y jefe de Investigación para la Prevención del Cáncer del Instituto de Medicina Preventiva.

Él comparó el sistema inmunológico de las personas que reciben atención quiropráctica con las que no. Como resultado, los pacientes que habían recibido atención regular durante al menos cinco años tenían una competencia inmunológica mejor (200 %) que los que no recibían una terapia quiropráctica.

En ese sentido, al realinear la columna vertebral, la quiropráctica puede fortalecer también su sistema inmunológico. 

• Mitos y verdades

1. No se la debe confundir con masajes, pues la quiropráctica consiste en manipulaciones de alta velocidad.
2. Pensar que es solo para adultos es un error. No hay límite de edad, la atención también está indicada para bebés.
3. Es inocua, es decir que no se corre riesgo, siempre y cuando se acuda a profesionales.
4. No duele. El ajuste es un movimiento suave diseñado para reducir el dolor, ya sea de articulaciones o cuando una vértebra aprieta algún nervio.
5. No piense que esto es para el resto de la vida. La idea es que en la primera sesión se vaya reduciendo el dolor. 

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