
Gimnasia cerebral: hábitos sencillos para mantener la mente activa
Pequeños cambios en la rutina, una buena alimentación y descanso de calidad pueden favorece su concentración y memoria.
Aunque solemos preocuparnos por mantener el cuerpo activo, pocas veces recordamos que el cerebro también necesita entrenamiento. Los olvidos ocasionales, la dificultad para concentrarse o la sensación de “estar saturados” pueden volverse comunes. Sin embargo, la doctora Denisse Tafur, especialista en psiquiatría y psicogerontología, explica que “debemos cuidar nuestro cerebro así como cuidamos cualquier otro órgano del cuerpo. Funciona como un músculo más: lo que no se usa, se pierde”, señala.
A continuación, la experta detalla los cinco puntos que, en conjunto, ayudan a fortalecer la memoria, la atención y la concentración.
1. Desafíe a su mente
Cada vez que aprendemos algo nuevo o rompemos una rutina, se activan conexiones que fortalecen la memoria y la atención. Leer, escribir, resolver crucigramas o incluso cambiar la mano con la que realizamos ciertas tareas son formas simples de mantener la agilidad mental. También ayudan los juegos de lógica, aprender un idioma o a tocar un instrumento. “Lo importante es desafiar al cerebro con experiencias nuevas”, señala Tafur. Si el tiempo es limitado, los audiolibros o podcasts también estimulan el pensamiento y la comprensión.
2. Mueva el cuerpo
Mantenerse activo tiene muchos beneficios. La actividad física mejora la circulación, oxigena las neuronas y libera hormonas que favorecen la concentración y el buen ánimo. “La combinación del entrenamiento físico con el cognitivo tiene un efecto positivo tanto en el bienestar mental como en el físico”. Lo ideal es combinar ejercicios de fuerza con actividades de resistencia o cardio para mantener el cuerpo y la mente en equilibrio.
3. Nutra sus ideas
Tafur menciona que el equilibrio de los niveles de colesterol, al igual que en la salud cardiovascular, contribuye a prevenir el deterioro cognitivo. Una alimentación rica en frutas, verduras, pescado, legumbres y frutos secos ayuda a proteger las células neuronales. Además, evitar los excesos de azúcar, alcohol y grasas saturadas también es clave. Comer bien no solo nutre al cuerpo, sino que alimenta la capacidad intelectual.
4. Potencie el sueño reparador
Durante el sueño se consolidan los recuerdos, se eliminan toxinas y se restauran las conexiones entre neuronas. “El sueño de buena calidad permite consolidar la información y fortalecer la memoria. No solo importa dormir más, sino dormir mejor”, explica Tafur. Para lograrlo, sugiere tener horarios regulares, evitar pantallas o comidas pesadas antes de dormir y crear un ambiente tranquilo.
5. Más conexiones sociales
Compartir tiempo con otras personas también estimula la actividad mental. Conversar, reír o participar en actividades grupales fortalece la empatía, el lenguaje y la memoria emocional. Mantener vínculos activos ayuda a reducir el estrés y la sensación de soledad, factores que influyen directamente en el deterioro cognitivo.
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