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La historia de Ignacio Maggio comenzó en un pueblo de Córdoba, donde empezó su formación.Leonardo Velasco Palomeque

Del bar a la inspiración: la trayectoria de Ignacio Maggio, Mejor Bartender 2025

El Mejor Bartender del Ecuador 2025 comparte su visión sobre el oficio que combina intuición, disciplina y pasión

La noche del 15 de octubre marcó un hito para el sector gastronómico del país. Durante la gala de los Premios Summum Ecuador, plataforma que por primera vez reconoció a los mejores profesionales y establecimientos de la industria, Ignacio Maggio fue distinguido como “Mejor Bartender del Ecuador”. El galardón se entregó en una ceremonia que reunió a más de 300 representantes del gremio, entre chefs, bartenders, productores y medios especializados.

Para Maggio, el reconocimiento tiene un significado especial. “Ese tipo de premios siempre son un poco subjetivos, pero me gustó que se reconozca el trabajo que se viene haciendo… me puso contento”, dijo a Semana. El argentino considera que distinciones como esta refuerzan una idea que guía su oficio: “no solo sirve un bar o un restaurante, sino el justo enfoque al oficio”.

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Actualmente reside en Quito, donde abrió Ocho Café. Al mismo tiempo, gestiona su empresa de consultoría Cenit -nombre que también lleva su cóctel favorito-, con la que trabaja para clientes en Ecuador, Argentina y Nairobi.

La historia de Maggio comenzó en un pueblo de Córdoba, donde empezó su formación. “Hice mis primeros cursos con un bartender que se animó a abrir un bar de coctelería… luego me pasé a hacer cursos de cafetería y luego me mudé a Buenos Aires a hacer mi carrera como bartender”. En la capital argentina trabajó en lugares de marcado prestigio y participó en competencias internacionales. Se convirtió en dos veces campeón nacional de coctelería: World Class 2017 -donde llegó al top 15 mundial en la final de Ciudad de México- y Golden Age 2019.

Maggio cuenta que nunca trazó un plan rígido para su carrera. Prefirió dejarse guiar por las oportunidades que se fueron presentando y aprovechó cada una para mejorar. No tenía metas fijas, aunque admite que hubo excepciones: durante años quiso trabajar en Verne Cocktail Club, en la capital argentina, y finalmente lo consiguió, cumpliendo uno de sus primeros objetivos profesionales.

Aterrizar en Ecuador

Tiempo después, Maggio recibió la propuesta de un chef extranjero para abrir un restaurante en Ecuador y decidió aceptar el reto. “Decidí venirme para Ecuador a emprender ese proyecto”, recuerda. Esa decisión marcó el inicio de su trayectoria en territorio nacional. Desde entonces, ha construido equipos, diseñado cartas de cócteles y creado espacios donde el trago no es solo bebida, sino relato.

De aquel primer establecimiento, Cardó, Maggio pasó al Puerto Principal, a Acorde, espacio en Samborondón que se convirtió en un referente para quienes buscaban algo más que una buena bebida: una experiencia sensorial. El espacio alcanzó un hito, al ingresar a la prestigiosa lista 50 Best Discovery como uno de los mejores bares del mundo. 

Sin embargo, hoy lidera un nuevo proyecto: Ocho Café, ubicado en las calles Valladolid y Vizcaya. Se trata de un espacio donde convergen la pasión por el café, la buena comida, el barismo y la coctelería. Afirma que no se trata solo de abrir otro bar, sino de trasladar una manera de entender el oficio: conjugar creatividad, producto y servicio. “No me gusta generalizar... He escuchado a colegas decir que ‘el paladar ecuatoriano es muy dulce’”, comentó, “pero prefiero seguir mi instinto, crear los sabores que a mí me gustan y que pienso que van a pegar”, señala.

Un gran coctel: creatividad y desafío

Sobre su proceso creativo, Maggio explica que confía en la intuición y en los estímulos cotidianos. “Siempre confío en que ya me voy a iluminar. Cualquier cosita que me genere interés -filosofía, poesía, lo que sea- para ese trabajo conceptual, siempre trato de estar bastante atento”, comenta.

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Para él, el verdadero desafío no está en la técnica, sino en la constancia. “Creo que ser constante es clave en todo lo que hagamos. Podés hacer un curso de coctelería, pero hasta que no trabajes de bartender un tiempo no vas a saber lo que es. Y el ojo crítico es la otra parte importante”, sostiene. Esa mirada resume su apuesta por la profesionalización del oficio y la formación de equipos sólidos.

Añade que encontrar los sabores adecuados puede convertirse en uno de los retos más complejos de su labor. “A veces te desesperás, a veces tenés una fecha límite y no llegás a tener lista una carta”, reconoce. Sin embargo, asegura que la inspiración siempre aparece, fruto del trabajo constante y de la experimentación.

Entre sus hitos personales destaca Cenit, un cóctel creado durante sus años en Ecuador, que describe como una mezcla entre un Tom Collins y un Moscow Mule, con un toque de cúrcuma que se ha convertido en una de sus firmas más reconocidas.

MEJOR BARTENDER ECUADOR
El experto fue parte de los proyectos Cardó en Quito, y Acorde en Guayaquil. Ahora lidera Ocho Café en la capital.Archivo

Mirar hacia el futuro

Maggio explica que sus proyectos no siguen un destino fijo, sino un horizonte abierto. Disfruta viajar, trabajar con equipos diversos y aprender de cada cultura que visita. En los últimos años, sus asesorías lo han llevado a distintos países y, según dice, ese movimiento es parte esencial de su crecimiento. 

Lo más lejos que ha llegado hasta ahora es Nairobi, un proyecto que describe como una experiencia “alucinante” por el intercambio cultural y humano que implicó. Allí, trabajando con otro idioma y otras costumbres, descubrió nuevas formas de entender la coctelería y su vínculo con la identidad local.

Mientras tanto, Ocho Café, su espacio en Quito, permanece como base y punto de partida para futuras exploraciones.

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