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El “crack” de los dedos no es señal de peligroFREEPIK

¿Crujir los dedos causa daño? Mito o realidad detrás de ese 'crack'

Ese sonido al chasquear los dedos no implica daño. La ciencia lo explica como una reacción física inofensiva

Crujir los dedos es un hábito tan común como polémico. Aunque por años se asoció con la artrosis, la ciencia hoy desmiente ese mito. El sonido no proviene de los huesos, sino de una cavitación: al mover una articulación sinovial rápidamente, la presión baja y se forma una burbuja de gas en el líquido sinovial. Esa burbuja genera el característico 'crack'.

Estudios por resonancia magnética, como los citados por The Conversation (plataforma de noticias y análisis escrita por académicos y expertos en sus áreas), muestran que el sonido ocurre durante la formación de la burbuja, y no por su colapso, como antes se pensaba. Este fenómeno no representa ningún daño para las articulaciones.

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De forma ocasional y sin dolor, este hábito no presenta riesgos. Según la médica traumatóloga Renata Gregorio Paulos, del Hospital das Clínicas de la Universidad de São Paulo, “no hay pruebas científicas de que el chasquido dañe las manos o engrose las articulaciones”.

Un estudio publicado en The Journal of the American Board of Family Medicine, que examinó a más de 200 personas mayores, tampoco encontró relación entre crujir los dedos y el desarrollo de artrosis.

Eso sí: si el chasquido se acompaña de dolor, hinchazón o inestabilidad, podría haber una condición subyacente, y conviene consultar a un especialista. Además, realizarlo de forma compulsiva o violenta podría irritar ligamentos o tendones.

En terapias como la quiropraxia, el sonido articular no garantiza eficacia. Lo importante son los efectos neuromusculares del tratamiento, no el “crack”.

Así que ya lo sabe, crujir los dedos no hace bien ni mal. No mejora la salud articular, pero tampoco la perjudica si se practica con moderación. La verdadera salud de las articulaciones se cultiva con movimiento activo, musculación adecuada y atención consciente al cuerpo.

Experimento casero

Una de las pruebas más conocidas fue la del médico Donald Unger, quien durante 50 años crujió solo los dedos de su mano izquierda, dejando la derecha como control. Luego de décadas y más de 36.000 chasquidos, ninguna mano mostró signos de artritis. Su experiencia fue publicada por National Geographic como ejemplo de investigación personal prolongada.

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