COLÁGENO
El colágeno aporta firmeza y elasticidad a la piel.FREEPIK

Colágeno: qué es, para qué sirve y cómo saber cuál elegir

Desde aportar firmeza a la piel, hasta fortalecer las articulaciones. Sepa cuál es su función y cómo elegir la mejor opción

Durante los últimos años, la palabra ‘colágeno’ dejó de ser un término que se escucha exclusivamente en charlas médicas o durante la visita al dermatólogo. Su auge en la industria de la salud y la alimentación ha hecho que aparezca en cremas, bebidas, pastillas y hasta en snacks que prometen una piel más firme o la famosa ‘receta mágica de la juventud eterna’. Pero, con tantas opciones a nuestro alrededor, primero es clave saber lo que realmente hace en su cuerpo y cómo consumirlo para aprovecharlo al 100 %.

¿Qué es?

Según la doctora Jovita Chiviros, especialista en medicina estética, el colágeno es la proteína más abundante del cuerpo y actúa como un soporte natural que mantiene firmes y en buen estado estructuras como la piel, los huesos, los músculos, los tendones y los ligamentos. Además de dar forma y resistencia, también aporta elasticidad, algo clave para que los tejidos puedan moverse y recuperarse.

“Se ha vuelto una molécula tan importante porque se conoce que su degradación es parte de nuestro envejecimiento en general, lo cual se refleja en la elasticidad, la movilidad y hasta en la recuperación después del ejercicio”, añade la especialista.

¿Desde qué edad empieza a disminuir?

“Cuando dejamos esa fase de crecimiento rápida, alrededor de los 25 años, entramos en una etapa o un proceso de retroceso”, explica Chiviros. A partir de ese momento, el cuerpo ya no produce colágeno con la misma eficiencia, por lo que prestar atención a los hábitos y al cuidado de la piel se vuelve fundamental para acompañar este cambio natural.

Kefir

¿Por qué el kéfir es considerado el "yogur más sano del mundo" por expertos en salud?

Leer más

Presente en la comida

La nutricionista Ángela Dau explica que aunque los suplementos se han vuelto populares, una parte importante del colágeno también puede apoyarse desde la alimentación. El caldo de hueso, el pescado con piel, el pollo y la gelatina aportan los aminoácidos necesarios para su formación.

Además, la vitamina C también juega un papel clave. Dau añade que sin ella, no hay producción de colágeno, y aunque el cuerpo puede fabricarlo, no puede generar vitamina C por sí mismo. Por eso, es importante incluir alimentos que la tengan como el kiwi, la frutilla, el pimiento, el tomate o el brócoli en la dieta. Incluso, si se consume caldo de huesos, lo ideal es acompañarlo con un toque de limón o un jugo de naranja para favorecer este proceso.

Beneficios por dentro y fuera

El colágeno cumple un papel clave en varias funciones del cuerpo, por lo que su presencia se refleja tanto en la salud interna como en la apariencia de la piel:

  • Aporta firmeza y elasticidad a la piel.
  • Fortalece articulaciones y cartílagos.
  • Contribuye a la salud ósea.
  • Mejora la recuperación muscular después del ejercicio.
  • Ayuda a mantener la estructura del tejido conectivo.
  • Puede favorecer la hidratación y densidad de la piel.

Opciones estéticas

En el mundo estético, cada vez es más común encontrar cremas y sérums que incluyen colágeno en su fórmula. Según Chiviros, estos productos sí pueden ayudar, pero con un límite claro: “la piel es una barrera semipermeable, y si no le damos nutrientes por dentro, ya sea con alimentación o suplementación, su efecto no será tan potente. Por eso, suelen funcionar mejor como complemento y no como el tratamiento principal para estimular colágeno en profundidad”.

En cuanto a los procedimientos inyectables, la especialista explica que el colágeno inyectado (muy usado años atrás), dejó de ser la primera opción y actualmente se encuentra el boom de los bioestimuladores de colágeno, sustancias que, al aplicarse, impulsan al propio cuerpo a producir colágeno de manera natural. “Su uso debe adaptarse a la necesidad de cada persona, aunque en general no se recomienda antes de los 35 años. La frecuencia también depende del producto: la hidroxiapatita de calcio suele aplicarse cada 12 a 18 meses, mientras que el ácido poliláctico (como Sculptra) se realiza en varias sesiones y se repite aproximadamente cada dos años”. La elección final depende de cada necesidad, objetivo y del tipo de bioestimulador que se vaya a utilizar.

Elija la mejor suplementación

En el mercado existen múltiples presentaciones de colágeno, pero no todas ofrecen la misma cantidad ni la misma comodidad. Dau explica que el polvo suele ser la opción más versátil y eficiente, ya que permite alcanzar con facilidad la dosis recomendada de 5 a 10 g por toma, necesaria para obtener beneficios en piel, articulaciones o masa muscular. “Se puede mezclar con café, batidos o incluso sopas, y es la forma más práctica de asegurar una buena dosis por gramo”, señala. Además, también destaca la importancia de que sea hidrolizado, “porque los péptidos de colágeno hidrolizados se absorben mejor que las formas sólidas”.

Las cápsulas o tabletas son una buena opción, especialmente para quienes prefieren algo rápido para llevar en la mochila o cartera. Sin embargo, Dau advierte que suelen tener menor contenido por unidad, por lo que alcanzar la dosis efectiva requiere varias tomas al día. Al hablar de las gomitas, también resultan agradables y fáciles de consumir, pero contienen menos colágeno porque se mezclan con pectina o gelatina, lo que las vuelve menos eficientes que el polvo. Finalmente, los shots líquidos han ganado espacio por su practicidad: “al venir ya disueltos, se absorben más rápido y son muy cómodos pero su precio puede ser más elevado en comparación a las demás opciones”, comenta. 

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!