
Brindis sin culpa: bebidas ligeras para disfrutar las fiestas sin excesos ni resaca
Descubra cómo disfrutar vinos, cócteles y bebidas navideñas sin exceso de azúcar, calorías ni resaca.
La temporada festiva llega con fiestas, abrazos y, casi siempre, una copa lista para brindar. Entre vinos dulces, espumantes, cócteles cremosos y mezclas tan coloridas como tentadoras, es fácil olvidar cuánta azúcar, calorías o alcohol estamos tomando hasta que el cuerpo pasa factura al día siguiente. Sin embargo, disfrutar de las reuniones decembrinas no tiene por qué convertirse en un motivo de estrés. Con pequeños ajustes y elecciones más conscientes, es posible brindar sin sabotear su bienestar.
Antes de elegir su bebida
Las celebraciones durante los últimos días del año, suelen venir acompañadas de bebidas que parecen inofensivas, pero su combinación de alcohol y azúcar puede impactar más de lo que pensamos. Así lo menciona la nutricionista Lissette Torres Ramos quien explica que los cócteles muy dulces elevan rápidamente la glucosa, aumentan los antojos y favorecen el malestar del día siguiente. El alcohol, por su parte, deshidrata, interfiere en el sueño y ralentiza la recuperación muscular, algo que muchos notan al despertar con dolor de cabeza o fatiga. A esto, se suma el aporte calórico oculto: una copa de vino, un espumante o un trago con crema puede brindar lo mismo que un postre. Por eso, conocer estos efectos permite disfrutar sin excesos y escoger opciones más inteligentes para que cada sorbo se sienta delicioso, ligero y sin culpa.
Tips para estar preparado
Además de elegir bien lo que se va a beber, Torres recuerda que la forma en la que nos preparamos para una reunión influye tanto como la bebida en sí. Pequeños hábitos antes, durante y después de la reunión pueden marcar la diferencia entre una noche agradable y un amanecer lleno de malestar:
- Antes: Vaya a la celebración hidratado y con el estómago lleno. Comer algo ligero pero saciante, con presencia de proteínas, vegetales y grasas saludables, ayuda a mantener estables los niveles de glucosa y evita que el alcohol impacte bruscamente. Planificar de antemano cuántas copas se consumirán es otra estrategia útil para mantener un rango razonable y disfrutar sin excesos.
- Durante: El consejo principal es elegir un solo tipo de alcohol para toda la noche, ya que mezclar varias bebidas puede agravar los picos de glucosa y aumentar la intensidad de la resaca. Lo ideal es mantener el consumo en un límite de dos o tres bebidas en toda la velada y alterne cada vaso de alcohol con un vaso de agua, para contrarrestar la deshidratación.
- Después: Al día siguiente, es fundamental romper el ayuno con proteína y grasas buenas; y rehidratarse para ayudar al cuerpo a recuperar los electrolitos que se pierden con el alcohol. Una hidratación más completa puede lograrse con agua de coco, agua mineral con unas gotas de limón o incluso una limonada ligera preparada con un toque de sal marina, que aporta más minerales que la sal de mesa.
Lo que conviene elegir
Cuando se trata de escoger qué beber sin que la ingesta calórica se dispare, la nutricionista Tatiana Landetta recomienda pensar primero en el origen del alcohol. “Todas las bebidas alcohólicas provienen de un carbohidrato: el vino de la uva, el vodka de la papa, la cerveza de la cebada”.
Por eso, la clave es optar por aquellas que generen menos elevación del azúcar y sean menos calóricas. “Las mejores opciones pueden ser el vino tinto o el vino blanco, siempre y cuando sean secos, porque las versiones dulces elevan mucho los niveles de azúcar en la sangre”, señala. Además, agrega que los espumantes tipo brut también son una buena alternativa para los brindis, ya que contienen menos azúcar que los semisecos o dulces.
Cócteles más ligeros
Para quienes prefieren brindar con un cóctel, la clave está en elegir bases simples y combinarlas con ingredientes frescos y bajos en azúcar. Las expertas sugieren optar por licores como vodka, ginebra, ron, whisky o tequila, y mezclarlos con agua mineral, agua tónica, soda sin azúcar, limón o hierbabuena para mantener la preparación ligera. Opciones como un mojito cubano, una paloma, un moscow mule o un gin tonic pueden ser endulzados con stevia en lugar de azúcar.
Eso sí, Landetta advierte evitar los cócteles que llevan leche condensada, crema de leche o jarabes espesos, como el rompope, la piña colada o el tradicional saltamontes, ya que combinan alcohol, azúcar y grasa en una mezcla difícil de procesar.
¿Y la cerveza?
Landetta señala que, aunque suele considerarse una bebida “suave”, la cerveza puede elevar rápidamente el azúcar en la sangre y a nivel calórico tampoco es ligera: una sola botella puede aportar alrededor de 150 calorías, más que un banano promedio. Además, el problema, añade es que rara vez se toma una sola. “Varias cervezas en una misma reunión pueden sumar fácilmente 900 calorías, sin contar que el alcohol aumenta el apetito y suele llevar a comer más después”. Por eso, aunque forma parte de muchos brindis, recomienda consumirla con mesura y recordar que aporta calorías líquidas que el cuerpo procesa de manera diferente a los alimentos sólidos.
Mocktails: una alternativa sin alcohol
Los mocktails, las versiones sin alcohol que imitan el sabor y la experiencia de un cóctel clásico, se han convertido en una opción ideal para quienes quieren disfrutar de la celebración sin beber alcohol. Landetta explica que estas preparaciones permiten compartir, brindar y sentirse parte del ambiente festivo sin exponerse a los efectos del alcohol. Sin embargo, recuerda que no son completamente “libres de culpa”, porque también pueden aportar calorías dependiendo de sus ingredientes. La clave es elegir ingredientes bajos en azúcar y porciones moderadas, para que el mocktail se convierta en un aliado para brindar con libertad y sin malestar al día siguiente.
Opciones de mocktails:
- Mojito sin alcohol: hierbabuena fresca, limón, hielo, soda sin azúcar y un toque de stevia.
- Paloma ligera: jugo de toronja, limón, soda sin azúcar y hielo.
- Moscow Mule sin licor: ginger beer sin azúcar (bebida con gas sabor a jengibre), limón y hojas de menta.
Recuerde
Landetta recalca que, aunque brindar forma parte de las celebraciones, es importante hacerlo con conciencia. “La Organización Mundial de la Salud señala que no existe una dosis completamente segura de alcohol, pues se considera una sustancia tóxica que afecta al cerebro y al hígado”. Lo ideal es consumirlo en dosis mínimas, mantener un equilibrio y que también se puede disfrutar sin que esté presente en su mesa.
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