
La versión de un testigo condenado que involucra a Serrano con espionaje y 'narco'
Que el exministo ordenaba seguimientos y tenía nexos con el narcotráfico, ¿es verosímil lo que dice el policía?
Un exteniente de Policía emerge como figura central en la investigación por el asesinato en agosto de 2023 de Fernando Villavicencio. Ante la Fiscalía, su versión acusa a José Serrano, exministro del Interior, de ordenar el seguimiento del entonces candidato presidencial. Sin embargo, su testimonio mezcla dudas y verosimilitudes.
¿Cuánto de lo que afirma resulta verificable? El testigo no es un ciudadano cualquiera. El exuniformado ostenta una condena de 34 años y ocho meses por robo con muerte en el caso del comerciante cuencano Juan Yanza, además de antecedentes por delincuencia organizada, narcotráfico y extorsión.
Su perfil combina experiencia profesional y conducta delictiva, lo que otorga verosimilitud a algunas de sus afirmaciones. En el asesinato del comerciante cuencano, los expedientes detallan que su rol consistió en proporcionar a una banda información sobre seguimientos y rutinas de la víctima, así como la ubicación de una fuerte suma de dinero que pretendía robar.
En relación con Villavicencio, el exoficial asegura que realizó tareas similares y que Serrano lo escogió por su entrenamiento en labores de inteligencia policial. El testigo relata que el exministro le dijo: “Jonathan, si esto no fuera importante, créeme que no contaríamos contigo; es de carácter urgente”.
Sostiene que desempeñó esas funciones desde su paso por la Unidad de Inteligencia Antidelincuencial (UIAD), de la que formó parte desde 2016. Con los años, afirma, se consolidó como agente de confianza de Serrano y asumió misiones clandestinas. Según su versión, efectuó seguimientos a Lourdes Tibán, prefecta de Cotopaxi; a Fernando Balda; a Ramiro González; y a otras personas. Además, declara que plantó evidencias como pendrives y armas de fuego, sin precisar la identidad de las víctimas.
Lourdes Tibán reconoció al expolicía como su perseguidor. Pedro Granja, abogado de los “10 de Luluncoto”, recordó que a ese grupo de jóvenes les plantaron un ‘pendrive’ que contenía instrucciones para fabricar panfletos y supuestas bombas.
Lo que facilita la plausibilidad parcial del exteniente son declaraciones públicas del propio Serrano. El 12 de marzo de 2019, Serrano anunció a los medios que “en los próximos días quedarán en evidencia” presuntos problemas de corrupción del gobierno de Lenín Moreno. Siete días después, el 19 de marzo, se difundió la filtración de los Inna Papers, que incluyeron chats y fotografías del teléfono del entonces presidente.
El exteniente, ahora convertido en cooperador de la Fiscalía, también acusa a Serrano de vínculos con narcotraficantes, incluidos exdisidentes de las FARC, y asegura que Serrano le ordenó entregar 116 cédulas de ciudadanía a exguerrilleros.
Asegura, además, en las cárceles del país hubo una paz pactada, porque se las entregó a Los Choneros. Estos se consolidaron como la banda más fuerte y evitaban las masacres.
Esa última afirmación resulta grave, pero será una tarea de la Fiscalía buscar su confirmación. Una pista que respalda, al menos la lógica del relato, proviene de un audio filtrado el 6 de noviembre de 2019 vinculado al caso Inna Papers. En esa grabación, Serrano dice a personas de confianza: “Tenemos dos cosas ahí. Una es, obviamente, negociar con (Xavier) Macías” y añade: “Lo que vamos a hacer también, es una línea para captar recursos. Con él (no dice quién) vamos a ver unos cuatro, cinco narcos y con esos operar este tema”.
Otra pista es la denuncia que hiciera en mayo de 2017 el penalista Luigi García. Dijo que Abdalá Bucaram Pulley le presentó a Serrano en el hotel Marriot en Quito. Que allí Serrano llamó al narcotraficante Édison Washington Prado Álava, alias Gerald, y le dijo que García ejercería su defensa.
En ese entonces, Prado estaba recluido en La Picota (Colombia) y quería evitar la extradición. Sin embargo, terminó en EE.UU. y su abogado fue Richard Díaz, actual defensor de Xavier Jordán, otro procesado en el caso Villavicencio, y quien la semana pasada entregó a las autoridades de EE.UU. una carta en donde revela que Serrano colaboró con los agentes federales como informante.
Audiencia. Serrano tiene previsto que hasta fin de mes se realicen sus audiencias en Estados Unidos, en donde se definirá su situación migratoria.
Defensa: Campaña para involucrarlo
José Serrano, exministro, apunta a la credibilidad del testigo, pues tiene antecedentes criminales graves. Asegura que el teniente lo difama con el objetivo de lograr condiciones favorables, reducciones de pena, protección, etc. Además, de que el gobierno ha montado este caso de persecución.
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