
Cárcel de Machala: el SNAI 'se lava las manos' sobre masacre
La versión sobre asfixia no convence a expertos. Autoridades aseguran que la institución mostró un fracaso absoluto
La violencia volvió a estremecer el sistema penitenciario ecuatoriano. Una nueva masacre en la cárcel de Machala, en la provincia de El Oro, dejó un saldo de 31 personas privadas de la libertad asesinadas en menos de 24 horas, en dos episodios distintos: un motín registrado la madrugada del domingo 9 de noviembre y el hallazgo masivo de cadáveres por la tarde de ese mismo día.
(Te puede interesar: John Reimberg sobre el SNAI: "ha fracasado por completo en su administración interna")
Aunque el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI) confirmó los hechos, su pronunciamiento generó varias preguntas. En un comunicado de apenas unas líneas, el organismo sostuvo que las víctimas “entre ellos cometieron asfixia”, sin detallar el número de fallecidos, las circunstancias del ataque ni la posible intervención de bandas criminales.
La frase, por su ambigüedad, provocó desconcierto y críticas por parte de expertos y organismos de derechos humanos, que cuestionan la falta de transparencia del Estado frente a uno de los episodios más graves de violencia carcelaria del año.

El silencio institucional ante masacre en cárcel de Machala
EXPRESO intentó comunicarse con el SNAI para obtener detalles sobre las causas de la asfixia, las medidas de seguridad adoptadas y los posibles responsables del hecho, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta oficial.
(Te invitamos a leer: Masacre en El Oro: 37 muertos saturan forense de Machala; familias claman respuestas)
Ante el silencio institucional, especialistas en seguridad penitenciaria y derechos humanos pusieron en duda la veracidad de la versión difundida. “Es inverosímil que 27 personas se ahorquen entre sí sin que exista una estructura de poder detrás o sin la complicidad de actores internos”, señaló un exdirector del sistema carcelario, que pidió mantener su nombre en reserva. “Hablar de ‘asfixia entre ellos’ sin una investigación forense completa es irresponsable y evade responsabilidades institucionales”, advirtió.
La masacre ocurre en un contexto de hacinamiento extremo (la cárcel de Machala alberga a más del 130 % de su capacidad) y en medio de un proceso de “reorganización” penitenciaria impulsado por el Gobierno, tras el traslado de reos a la nueva cárcel de máxima seguridad en Santa Elena.
El ministro del Interior, John Reimberg, atribuyó los hechos a una reacción violenta de las bandas ante la pérdida de privilegios y control dentro de los centros penitenciarios. “Obviamente, nadie de los que están en La Roca o en otros centros penitenciarios quiere llegar a esta cárcel. Se acabó esa vida que tenían en el pasado, donde hacían lo que querían dentro de las prisiones”, afirmó el ministro, quien además reconoció que el proceso se ha manejado con discreción por motivos de seguridad.

Durante su intervención, Reimberg también cuestionó la gestión del SNAI. “Qué pena decirlo, pero ha demostrado un fracaso absoluto en la administración interna. Es una institución donde nunca se hizo nada al respecto, donde jamás se implementó un cambio que permitiera mejorarla”, sostuvo.
(Sigue leyendo: Mueren 27 presos en cárcel de Machala: SNAI confirma que fue por ahorcamiento)
¿El SNAI cumple con el control de las cárceles?
Jahiren Donoso
Una visión compartida con Juan Zapata, exministro del Interior, quien aseguró que el SNAI “no cumple con su rol”. “La ley es clara: el SNAI tiene dos competencias fundamentales: la rehabilitación social, que no existe, y el control de las cárceles, que tampoco se cumple. Por eso siempre ha dependido del apoyo de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas”, enfatizó.
Desde la Asamblea Nacional, Jahiren Donoso, integrante de la Comisión de Soberanía, Integración y Seguridad Integral, considera que el Estado sigue sin recuperar el control real de las prisiones. “Incluso con la militarización de los centros penitenciarios, las cárceles siguen en manos del crimen organizado. Que la explicación oficial sea esta, además, demuestra un desprecio enorme por la inteligencia de la gente”, afirmó.
EXPRESO también contactó a Andrés Castillo, vicepresidente de la Comisión de Seguridad, quien prefirió no emitir comentarios. “¿Qué le puedo decir yo sin que ustedes lo saquen de contexto?”, respondió Castillo.
¿Quieres leer EXPRESO sin restricciones? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!