
Jóvenes políticos de Guayaquil: ¿Qué cambiarían de la política nacional?
Integrantes de las juventudes del Partido Social Cristiano, el movimiento ADN y Unidad Popular hablan con EXPRESO
En Guayaquil, una nueva generación de jóvenes busca construir una ciudad más verde, segura e inclusiva. Frente al descrédito de la política tradicional, irrumpen liderazgos que apuestan por renovar la función pública con ideas frescas, formación y empatía social. Desde distintos partidos, jóvenes como Ema Basantes, Jorge Quintana, Luisana Puga y Vladimir Pazmiño proponen equilibrar experiencia y juventud para transformar el país desde adentro, con vocación de servicio y un compromiso real con el bien común.
En un momento en que la política y los políticos no gozan de la plena confianza de los ecuatorianos, jóvenes que han decidido dar un paso al frente para servir al país desde lo público irrumpen en escena con el objetivo de cambiar esta realidad a través de una crítica propositiva, ideas nuevas y empatía por las necesidades sociales.
Cuatro de ellos, provenientes de escuelas de formación política y directivas juveniles del Partido Social Cristiano (PSC), el movimiento Acción Democrática Nacional (ADN) y la Unidad Popular (UP), conversan con Diario EXPRESO sobre esta experiencia y reflexionan sobre la necesidad de que más jóvenes se sumen al reto de transformar el presente del país desde la gestión pública.
En Ecuador hay 17 organizaciones políticas nacionales de un total de 232, pero sus voceros casi no aparecen en público y solo algunos opinan ocasionalmente en redes.
— Diario Expreso (@Expresoec) July 12, 2025
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Las motivaciones de los jóvenes para entrar a la política en Ecuador
Ema Basantes, del PSC, por ejemplo, cuenta que su interés surgió en el colegio: “Tenía un buen profesor de Historia que además era abogado. Siempre nos hablaba no solo del Derecho, sino también de política. Fue entonces cuando comencé a interesarme por la participación ciudadana, porque hasta ese momento, como muchos, creía que la política era una élite muy cerrada”.
Ese interés se tradujo en acción cuando decidió formarse políticamente junto a las juventudes del Partido Social Cristiano. Con el paso del tiempo, se fue ganando un espacio dentro de la organización hasta que, en 2023, se convirtió en asambleísta alterna del entonces legislador socialcristiano Vicente Taiano.

Jorge Quintana, de ADN, por su parte, comenta que su incursión en la política no solo fue motivada por un entorno familiar vinculado al servicio público, sino también por la inspiración que le generó la figura emergente del entonces asambleísta y actual presidente de la República, Daniel Noboa Azín.
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“(Noboa) venía con una decisión muy clara. Creo que todos los jóvenes, o al menos la mayoría del electorado, nos dimos cuenta de que era un presidente dispuesto a hacer lo que debía hacerse, cosas que muchos antes no se atrevieron a enfrentar”, señala.
Luisana Puga, también de ADN, por su lado, afirma que su interés nació de su participación en labores sociales, desde donde comenzó a ver en la política una oportunidad real de transformación: “La política es una herramienta que me permite seguir haciendo lo que realmente me apasiona, que es ayudar a los demás”.
Al igual que Quintana, sostiene que la figura del presidente Noboa ha sido una fuente de inspiración en su formación política. “(El presidente) nos inspira, nos inspira muchísimo, y desde ahí ya empezamos a notar un cambio: jóvenes que quieren servir a los demás”.
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Vladimir Pazmiño, de Unidad Popular, por otra parte, cuenta que su interés en la política surgió por sus padres, quienes fueron activistas políticos en su juventud. “Mi participación fue por ver los problemas que ocurrían principalmente en la educación en el sector secundario”, y señala que es un área donde se necesita mayor participación juvenil.

Ema Basantes (PSC): la experiencia lo nuevo deben juntarse
Tras despertarse su interés en el colegio y formarse en el Partido Social Cristiano, las elecciones anticipadas de 2023 representaron una oportunidad única para Ema Basantes. “Para mí fue todo por lo que había trabajado, todo lo que había estudiado”, señala, y cuenta que su primera experiencia como asambleísta alterna fue un verdadero choque de realidad.
“Cuando llegué al Pleno me dio mucha pena, porque vi que no era como lo muestran en redes sociales. Hay una desorganización que proviene de muchos partidos, que realmente no prestan atención a los temas que se tratan en la Asamblea”, comenta. Asegura que este tipo de actitudes, propias de la política tradicional, son las que alejan a los jóvenes.
En ese sentido, sostiene que los cambios deben comenzar con la inclusión de más jóvenes en la política. “Juventud no es sinónimo de innovación. Sin embargo, creo que sí es momento no solo de refrescar el escenario político, sino de encontrar ese equilibrio perfecto entre la experiencia y la juventud preparada que busca ayudar y contribuir a la sociedad”.
Por otro lado, también considera necesario un cambio en la forma de ejercer la política. “La confrontación es parte del debate político, pero el tema es cómo se confronta. Hay que debatir ideas, no actuar con reacciones viscerales”, señala, y hace hincapié en que todo se resume en que los políticos deben tener siempre presente a quiénes representan.

Jorge Quintana (ADN): los jóvenes tiene la tarea de renovar prácticas
A raíz de su entorno familiar, vinculado a temas sociales y políticos, Jorge Quintana comenzó a interesarse en la política. Sin embargo, no fue sino hasta la irrupción de Daniel Noboa Azín que decidió involucrarse activamente.
Según comenta, la política tradicional arrastra un historial de malas prácticas y descrédito hacia la política y el servicio público. “Las malas prácticas se están dejando atrás; se está produciendo una renovación del panorama político en el país”, señala, y afirma que ese cambio comienza desde los jóvenes.
Aunque reconoce que existen estereotipos hacia la juventud, especialmente por la supuesta falta de experiencia, sostiene que “venimos a darle un aire nuevo a la política, a decir realmente lo que pensamos y a buscar cambios tangibles”.
Esos cambios, añade, deben partir de una política integrada por personas sin intereses personales, comprometidas con el bienestar del país. Asimismo, enfatiza en la necesidad de abrir espacios de poder a sectores históricamente marginados y, al mismo tiempo, acercar a los jóvenes al ejercicio de lo público de una forma activa.

Luisana Puga (ADN): los políticos deben volver a mirar a la gente
El trabajo social acercó a Luisana Puga a muchas realidades que la motivaron a formarse y participar activamente en política. Al igual que Jorge Quintana, el surgimiento de Daniel Noboa y el papel de su familia -en especial su esposa, Lavinia Valbonesi- fueron una fuente de inspiración para involucrarse en lo público.
“Desde ahí ya vamos viendo un cambio: jóvenes que quieren servir a los demás”, comenta, y dice que, hasta ahora, los partidos y el servicio público han estado, en muchos casos, integrados por personas que no priorizan el interés del país.
“Lo importante es que todos tengamos claro que ser político debe responder a una sola causa: servir a los demás y contribuir a mejorar como país”, acota. En ese sentido, enfatiza que el cambio empieza con una buena formación política por parte de los partidos hacia sus jóvenes militantes, para que estos adopten las mejores prácticas.
“Muchos políticos llegan al poder para enriquecerse. Ese es un gran error de la política del pasado. Sin embargo, también hay quienes quieren progresar y ayudar de corazón”, afirma, y subraya que ese cambio comienza desde los jóvenes.

Vladimir Pazmiño (UP): los jóvenes tienen estigmas por vencer
Siguiendo los pasos de sus padres, quienes también fueron activistas políticos desde jóvenes, Vladimir Pazmiño se involucró en lo público. “Hay problemas en la política a nivel nacional y local; creo que existen dificultades muy profundas en temas de seguridad, normativas y también en lo relacionado con las juventudes”, sostiene como un primer diagnóstico del panorama.
No obstante, también resalta que hay talentos en la juventud que pueden aprovecharse, pero que “existen pocas oportunidades creadas desde los gobiernos locales hasta el nacional”. En ese sentido, afirma que la educación pública juega un rol importante para incentivar una mayor participación e involucramiento en lo público.
Por otro lado, advierte que esa participación tiene una barrera para los jóvenes: “La juventud necesita romper muchos estigmas que existen en las organizaciones políticas actualmente. Estigmas relacionados con el género, con la participación de las mujeres, de las comunidades LGBTI, y con luchas que necesitamos implementar”.
Pazmiño señala que los cambios deben partir de una reorientación en las prioridades de los políticos: “Presupuestos universitarios, desarrollo de la investigación y la ciencia. Necesitamos mayor inversión para una educación de calidad”. Además, considera que es necesario volver a mirar las necesidades básicas de los ecuatorianos.
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