
Negocios de Guayaquil apuestan por el cerdo horneado en la víspera de Año Nuevo
La tradición es deleitase de una carne que tiene los sabores del horno de leña. Los locales atenderán hoy desde las 07:00
En Guayaquil, el Año Nuevo tiene sabor a cerdo. Así lo confirma Elías Peralta, gerente de Sabrosón, uno de los negocios icónicos de la ciudad, donde la tradición se mantiene intacta: el chancho se hornea lentamente en horno de leña, como manda la costumbre. Con 47 años en el mercado, Sabrosón es un referente entre otros dos locales del centro-sur de la ciudad que también se especializan en hornados: Sabrosito y Sanduchón, este último con 17 años de trayectoria.
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Para el 31 de diciembre, el cerdo concentra cerca del 80 % de las ventas, coinciden los tres establecimientos. Los precios varían apenas por centavos: en Sabrosito, la libra de cerdo cuesta 3,40 dólares; en Sabrosón, 3,60 dólares; y en Sanduchón, 3,85 dólares. El pavo, por su parte, se comercializa en un rango similar, desde 3,40 hasta 3,85 dólares por libra.
“Pero es el chancho el que sigue siendo el protagonista de la mesa de Fin de Año. Es una costumbre muy arraigada en las familias guayaquileñas”, explica Peralta a Diario EXPRESO.
Diciembre es, sin duda, el mes más fuerte del año para estos negocios. En el caso de Sabrosón, las ventas de diciembre de 2025 crecerán alrededor de un 7 % en comparación con el mismo mes de 2024. No obstante, el incremento no responde únicamente a la temporada. “Más que por la tendencia, este crecimiento se explica por la apertura del nuevo local en la Piazza de Villa Club, que inauguramos en mayo de 2025”, señala el gerente.
Hoy, Sabrosón vuelve a posicionarse como un punto de referencia en las celebraciones de Fin de Año, combinando tradición, sabor y resiliencia empresarial. Mientras las familias se preparan para despedir el 2025, el aroma del cerdo horneado a leña vuelve a ocupar un lugar central en las mesas, confirmando que hay costumbres que perduran, incluso en tiempos de transformación económica.
Las filas para comprar la cena de Fin de Año se formaron desde ayer. Muchos clientes adelantaron sus compras debido a los viajes. “Voy a celebrar el Año Nuevo en Salinas; viajamos hoy, martes 30 de diciembre, por eso ya estoy comprando la pierna de cerdo”, cuenta a EXPRESO Angelita de Ramos, clienta.

Sin embargo, no todos los presupuestos alcanzan para una pierna de cerdo horneada, cuyo precio mínimo ronda los 50 dólares. En esos casos, la alternativa más accesible es el pollo asado: por pollo y medio, con acompañamientos, se paga alrededor de 17 dólares. Los principales asaderos de Guayaquil aseguran que en diciembre de 2025 vendieron cerca de 5.000 pollos, frente a los 4.000 comercializados en diciembre de 2024.
De manera general, los locales que venden cerdo y pavo van a atender hoy desde las 07:00 hasta aproximadamente las 18:00, mientras que los asaderos de pollo extienden su horario hasta las 23:30.

La venta en el camal también crece
También hay quienes prefieren cocinar en casa. Para ingresar al camal desde la calle Domingo Comín, ayer fue necesario hacer una fila de vehículos de más de media hora, cuando en días normales el acceso no toma más de cinco minutos. Allí, la libra de cerdo crudo se vende entre 1,65 y 1,80 dólares.
“Este año he vendido 5.000 piernas de cerdo, mil más que el año pasado”, relata Darwin Mejía, administrador del local de Pocho, en el camal de Guayaquil.
Ya sea comprado listo en hornos de leña, adquirido en el camal para cocinar en casa o reemplazado por pollo cuando el presupuesto aprieta, el cerdo sigue marcando el pulso de las celebraciones de Fin de Año en Guayaquil. Más que una elección gastronómica, se trata de una tradición que moviliza a comerciantes, familias y mercados, y que, año tras año, reafirma su lugar en la identidad culinaria de la ciudad.
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