
Ecuador: Claro y Tigo aseguran operación hasta 2038; montos son reservados
La renegociación de contratos con operadoras móviles concluyó, tras cuatro años. El Gobierno no detalló montos ni condiciones
Las operadoras privadas de telefonía móvil aseguraron su operación en Ecuador. El Gobierno de Daniel Noboa firmó los nuevos contratos con Conecel S.A. (Claro) y Otecel S.A. (Tigo), poniendo fin a un proceso de negociación que se extendió por cuatro años y que mantuvo en vilo al sector de telecomunicaciones del país.
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Los Títulos Habilitantes, renovados hasta 2038, garantizan la continuidad del servicio para más de 14 millones de usuarios y abren las puertas para el despliegue de tecnología 5G. No obstante, el Gobierno aún no revela los montos en los que se cerró el acuerdo.
En 2008, cuando se renovaron las licencias por 15 años, las operadoras pagaron al Estado un total de $ 700 millones. Conecel S.A. Claro desembolsó $ 480 millones, mientras que Movistar pagó $ 220 millones. Aquella negociación tampoco fue transparente: se realizó a puerta cerrada y los montos se conocieron después de la firma.
Juan Carlos Solines, abogado experto en telecomunicaciones y tecnología, califica a este proceso como un caso marcado por “la irresponsabilidad y la opacidad”. En su criterio, la negociación se debió iniciar tres años antes del vencimiento de los contratos porque este proceso puede durar dos años, y “si no hay acuerdo, tendrías un año para convocar a uno nuevo competitivo con otra operadora”.
En el Gobierno de Guillermo Lasso esta tarea comenzó nueve meses antes del vencimiento. Los contratos expiraron en 2023, obligando a las operadoras a funcionar bajo prórrogas temporales durante dos años. Se realizaron hasta nueve prórrogas sucesivas.
Los detalles de los contratos se mantienen bajo reserva
En este proceso, “no hubo información pública, no se comunicó el avance ni la metodología. Tampoco se contó con veeduría efectiva”, denuncia Solines. La veeduría del Consejo de Participación Ciudadana operó apenas un mes antes de que se prorrogara nuevamente el plazo de negociación.
Diario EXPRESO solicitó ayer información al Ministerio de Finanzas y al Ministerio de Telecomunicaciones sobre los montos exactos del acuerdo, las especificaciones técnicas y los compromisos asumidos y está a la espera de su respuesta.
Óscar Apolinario, docente de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE) y especialista en telecomunicaciones, expresa que la demora significó perder la oportunidad de implementar tecnología 5G desde 2023. “Nos hemos ralentizado como brecha digital. Hemos perdido oportunidades donde toda la población pudo haber diseñado nuevos modelos de negocio o alcanzado nuevos mercados internacionales”, explica el experto.
Para Solines, esta renegociación era la oportunidad para cambiar el enfoque del sector. “La prioridad debe ser calidad de servicio, cobertura e innovación tecnológica, más que recaudación del Estado. No quiero que me dé tanta plata para gastarla en burocracia, sino que me mejore la tecnología y el servicio”, enfatiza.
El modelo de negocio de la telefonía móvil cambió radicalmente en los últimos años. Ya no se usa voz tradicional. La gente utiliza datos, llamadas por WhatsApp, por Signal. Los planes se concentran en megas y ancho de banda, no en minutos.
Este cambio redefine la competencia: las operadoras ya no solo rivalizan entre sí, sino también contra proveedores de internet y televisión por cable.
Vianna Maino, exministra de Telecomunicaciones, considera que el cierre del acuerdo genera confianza. “La confirmación de la renegociación es buena para el país porque ayuda a atraer inversión extranjera. Los contratos firmados por 15 años demuestran compromiso y estabilidad”, sostiene.
La exministra de Telecomunicaciones proyecta que la implementación del 5G potenciará al sector camaronero y bananero, que sostienen la balanza comercial. Podrán acceder a automatización y biotecnología para aumentar su productividad.
Uno de los puntos que sí se dio a conocer del contrato fue la creación de un fideicomiso con el 1% de las ventas de las operadoras, destinado a proyectos de educación y tecnología. Para Maino, “es importantísimo que se haya escogido el modelo de fideicomiso, que garantizará que este recurso se utilice para su destino. Esos recursos estarán aislados y separados, no irán a la caja general del Estado”.
Sin embargo, Solines relativiza el anuncio. “Siempre ha existido, no es nada nuevo”. Antes era el 2,9% para el Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones (Fodetel). Solo cambian nombres: telecentros, puntos digitales, puntos de encuentro.
El mercado de la telefonía móvil en Ecuador
La renegociación del contrato con Otecel dio también paso a la llegada de una nueva marca. Millicom, que opera bajo la marca Tigo, concretó la compra de Telefónica Ecuador (casa matriz de Otecel) por $380 millones. Este proceso tomó alrededor de cuatro meses desde que se firmó en junio de 2025 un acuerdo definitivo para adquirir la compañía, que manejaba Movistar y Tuenti.
Así, actualmente, el mercado de telefonía móvil en Ecuador lo lidera Claro, que tiene 9,6 millones de líneas activas. En segundo lugar está Tigo con 5,4 millones y, finalmente, la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) con 3,2 millones, según datos de agosto de 2025 de la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (Arcotel).
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