Jubilación
Ecuador redefine la jubilación patronal: entre la estabilidad y el riesgo de despidos anticipadosCanva

¿Cómo afecta la jubilación patronal a la estabilidad laboral en Ecuador?

El Gobierno analiza transformar la jubilación patronal en un fondo de aportes compartidos entre empleadores y trabajadores

Durante octubre de 2025, la jubilación patronal ha vuelto al centro del debate en Ecuador. Lo que por décadas fue un símbolo de estabilidad y reconocimiento para el trabajador que dedicaba su vida a una empresa, hoy se cuestiona por su sostenibilidad y pertinencia. 

El Ministerio de Trabajo, encabezado por Ivonne Núñez, entregó recientemente al Consejo Nacional de Trabajo y Salarios (CNTS) el informe final de seis mesas de diálogo realizadas entre julio y agosto, con la participación de 273 representantes de empleadores, sindicatos, técnicos del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y académicos especializados en temas actuariales. Según los datos presentados, apenas un 4 % de trabajadores ha logrado acceder efectivamente al beneficio, lo que demuestra que, en la práctica, la mayoría no alcanza los 25 años continuos exigidos por la ley.

Rutas posibles para el futuro de la jubilación

Las conclusiones de esas mesas derivaron en tres rutas posibles. La primera plantea mantener el esquema actual, donde el empleador asume totalmente el costo de la jubilación patronal. La segunda propone transformar el modelo hacia un fondo acumulativo y portable, alimentado periódicamente por aportes del empleador y, en algunos casos, también del trabajador, administrado por una entidad estatal como el Biess. La tercera opción, más radical, sugiere eliminar la figura para reemplazarla por un mecanismo más flexible o por un ahorro previsional complementario. Las tres alternativas han desatado un fuerte debate político y económico en el país.

Los empleadores, representados principalmente por las cámaras de industrias y de pequeñas y medianas empresas, sostienen que el modelo vigente se convirtió en un “pasivo oculto” que desincentiva la contratación formal a largo plazo. Según su posición, el hecho de tener que asumir pensiones vitalicias eleva los costos y genera comportamientos defensivos, como evitar que un trabajador cumpla los 20 o 25 años continuos de servicio. Por eso impulsan la creación de un fondo compartido, con aportes mensuales que podrían representar alrededor del 5 % del salario, en lugar de cargar toda la responsabilidad sobre el empleador.

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Los sindicatos, en cambio, defienden la jubilación patronal como un derecho adquirido y un símbolo de justicia laboral. Aseguran que eliminarla sería retroceder en protección social, sobre todo para quienes han entregado décadas de trabajo a una sola empresa

Su propuesta es fortalecerla y elevar el porcentaje de aporte patronal hasta un 10 % del salario, garantizando que la pensión sea suficiente para cubrir la vejez. También rechazan que el trabajador deba aportar, argumentando que la medida iría en contra del principio de compensación por fidelidad laboral que inspiró la ley original.

Desde el Ministerio de Trabajo, la ministra Núñez ha señalado que la figura actual “ya no cumple su propósito” y que debe adaptarse a los nuevos tiempos. En un contexto donde la movilidad laboral es alta y la mayoría de trabajadores no permanece más de diez años en el mismo empleo, resulta necesario —dice— un esquema más flexible y accesible, que no dependa exclusivamente de la permanencia en una sola empresa. Por eso, el Gobierno planea enviar antes de diciembre de 2025 un proyecto de reforma al Código del Trabajo para redefinir la jubilación patronal.

JUBILACIÓN PATRONAL
El Consejo Nacional del Trabajo y Salarios ya entregó el informe sobre las mesas de diálogo para reformar la jubilación patronal.Cortesía / Ministerio de Trabajo

Implicaciones en la estabilidad laboral

Las implicaciones para la estabilidad laboral son profundas. "Para el trabajador de larga data, un cambio puede significar perder una garantía importante. Muchos temen que las reformas dejen en incertidumbre a quienes están a pocos años de cumplir los requisitos. Para los trabajadores más jóvenes, en cambio, un sistema de aportes portátiles podría ofrecer una mayor seguridad, al permitirles acumular derechos sin depender de un solo empleador", afirma el economista Hernán Cevallos. En el caso de las empresas, la creación de un fondo predecible aliviaría la presión financiera y reduciría el incentivo a despedir personal antes de tiempo.

Sin embargo, el debate no está exento de riesgos. "Uno de los principales temores es que las compañías, ante la expectativa de una nueva ley, comiencen a desvincular empleados para evitar futuros pasivos. También hay dudas sobre quién administrará el fondo y cómo se garantizará su sostenibilidad, dado el estado financiero del Biess y los problemas de liquidez del IESS", asegura Cevallos. Los empleadores piden que el nuevo esquema no se aplique de manera retroactiva, para evitar conflictos judiciales.

En medio de estas tensiones, el país se enfrenta a una disyuntiva histórica. La jubilación patronal nació en un Ecuador industrial y estable, pero hoy intenta sobrevivir en un mercado laboral fragmentado y móvil.

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