
CIES, gastos especiales y la vía para no explicar inusual incremento del presupuesto
Inteligencia aumenta presupuesto sin necesidad de transparentar información. Expertos alertan sobre limitaciones de ese gasto
Los gastos especiales de los cuales puede echar mano el Centro de Inteligencia Estratégica (CIES) está en el centro del debate. El presupuesto de 2025 de esa entidad sufrió un inusual aumento de poco más del 90% si se compara el 2024 con lo que va de 2025.
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El total codificado del CIES en 2025 asciende a 134,5 millones de dólares. Si se toma en cuenta que durante 2024 fue de 69,8 millones de dólares, el incremento bordea el 93%. De dicho aumento, 131,1 millones se concentran en el gasto de funcionamiento.
¿A dónde se fue la plata?
Esta es la parte de la historia que aún no está clara. Pero, para entender la falta de información pública respecto al accionar del CIES, hay que tomar en cuenta que, según la Ley de Seguridad Pública existe la posibilidad de ejecutar gastos especiales. Estos no son otra cosa que los recursos asignados a actividades de inteligencia y contrainteligencia para “la protección interna, el mantenimiento del orden público y de la defensa nacional”.
Además, su uso no se someterá a las normas de la Ley de Contratación Pública. Y aquí un detalle importante. La Ley de Inteligencia, aprobada este 2025 por la mayoría legislativa que coordina el oficialismo en la Asamblea, incluyó la regulación de dichos gastos.
Sin embargo, ese artículo, junto a otros, está suspendido por la Corte Constitucional mientras se resuelve el fondo de las demandas de inconstitucionalidad presentadas en contra de esa normativa.
Pero dicha regulación no estuvo exenta de polémica. En una parte del artículo 13- el cual está suspendido- se señalaba: “El Contralor tendrá la potestad exclusiva de control sobre los gastos especiales, únicamente dentro del período de control respectivo, sin que ninguna otra entidad o institución pueda intervenir en la fiscalización de estos recursos o requerir información correspondiente a gastos especiales”.
En este escenario, el aumento en el gasto del CIES, o como ahora se denomina, Centro Nacional de Inteligencia, llama la atención porque, aunque el gasto operacional es millonario, las adquisiciones reportadas en el Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop) resultan menores en comparación con el volumen total.
Los gastos especiales, el grueso de los gastos
Como lo publicó EXPRESO, entre enero y octubre de 2025, el CIES concretó 38 contratos por 259.476 dólares. Estos gastos corresponden a servicios de limpieza, transporte de personal, contratación de pólizas de seguros para el mantenimiento de bienes inmuebles y la compra de resmas de papel. El grueso de los recursos tendría que ver con gastos especiales.
El exsecretario de Seguridad durante el Gobierno de Guillermo Lasso, Diego Ordóñez, señaló que el CIES no es un centro de inteligencia táctica. En ese sentido, por ejemplo, no se podría justificar la compra de equipos para hacer inteligencia y contrainteligencia porque esa es una labor que le corresponde a los subsistemas como los de la Policía y las Fuerzas Armadas.

“Hay incremento fenomenal porque el CIES está gastando en equipos que no le corresponde o se gastan en actividades que no tienen que ver con la seguridad del Estado o, a veces, en cosas que son del interés político electoral del Gobierno”, manifestó.
El también exsecretario de Seguridad, Wagner Bravo, señaló que el contralor es el único encargado de hacer el seguimiento. Aunque, desde la Asamblea, también se puede solicitar información. Bravo recordó que, aunque el Legislativo no puede determinar si es que han sido bien ejecutados, sí puede acceder a una referencia de a dónde se dirigen los recursos. El problema es que, en la Asamblea, no hay idea de cómo se utilizan dichos recursos.
#ANÁLISIS | ¿Para qué existe un Centro de Inteligencia Estratégica, CIES, si no es capaz de entregar información a la Casa Militar de la presidencia para evitar que el presidente ponga en riesgo su vida?
— Diario Expreso (@Expresoec) October 9, 2025
Lee la nota de @Martinminguchi: https://t.co/L9M7FaiYj1 pic.twitter.com/Lyl2nHBxRi
Según Bravo, lo que debería investigarse es que, si existe compra de equipos, no deberían ser de un nivel táctico. “El CIES está para gerenciar y organizar todo el sistema para la política de uso”, añadió.
El otro análisis es la comparación entre el gasto y el trabajo del CIES. La docente universitaria y miembro de la Red de Estudios sobre Seguridad de la Fundación Konrad Adenauer, Lorena Piedra, señaló que no tiene sentido el aumento en el gasto del CIES porque la mayoría de recursos no están alojados en gasto corriente sino en especiales y eso implica que, sobre ese dinero, no se rinde cuentas.
“Eso abre la puerta para muchísimas discrecionalidades”, indicó Piedra. Además recordó que, en su momento, la exSenain llegó a tener 600 funcionarios en nómina y aún así usaba la mitad del presupuesto actual. “Ese dinero llegó a utilizarse en muchas cosas, incluso para financiar agentes en el extranjero, algunos en la Embajada de Ecuador en Londres, en trabajos relacionados con Assange”.
Por su parte, el investigador del Observatorio Ecuatoriano de Conflictos, Luis A. Córdova, sostiene que Ecuador no ha logrado construir un verdadero sistema de inteligencia, a pesar de la Ley Orgánica de Inteligencia y del incremento del presupuesto.
“La ley de inteligencia permite la fuga de fondos hacia gastos reservados, que se usa para contratos inconfesables ya sea de un software espía para vigilar oponentes, campañas de desprestigio, pago de asesores externos e incluso financiamiento de campañas contra medios como Expreso o Extra, con el uso de la UAFE”.
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