Las bandas criminales se refuerzan o se fragmentan tras la caída de su líder.
Las bandas criminales se refuerzan o se fragmentan tras la caída de su líder.Ilustración elaborada por IA -ChATGPT

Bandas criminales tras la caída de sus líderes: adaptación, violencia y sucesión

Pueden fragmentarse o iniciar luchas internas. La extradición tiene efecto disuasivo, según expertos

La imagen de un cabecilla esposado, rodeado por fuerzas de seguridad, suele presentarse como una victoria contundente del Estado frente al crimen organizado. Las autoridades celebran y la ciudadanía respira con alivio. Pero detrás de esa escena, ¿Qué ocurre realmente en las entrañas de las organizaciones criminales? ¿Se desmoronan o se adaptan?

(Te puede interesar: Con Fito fuera ¿quién manda ahora? Así se redistribuye el poder criminal en Ecuador)

El experto en seguridad Renato Rivera advierte que muchas de estas estructuras tienen una capacidad de resiliencia mayor a la que se presume. “Mientras existan mercados ilícitos rentables, las organizaciones criminales se mantendrán. Además, hay liderazgos invisibles que no están en el radar de las autoridades”, alerta.

Durante décadas, los gobiernos han apostado por la captura de líderes como eje central de sus políticas de seguridad. La lógica parece simple: sin cabeza, el cuerpo no funciona. Sin embargo, la realidad es más compleja. Diversos análisis de inteligencia han demostrado que muchas organizaciones no solo sobreviven a la pérdida de sus líderes, sino que en algunos casos se fortalecen o se fragmentan en células más violentas.

Tras la extradición de Fito, Peñafiel figuraba como la nueva cabeza del grupo delictivo.
Tras la extradición de Fito, Peñafiel figuraba como la nueva cabeza del grupo delictivo.Alex Lima / Expreso

Se intensifican la persecución a Los Choneros, Los Lobos y Los Tiguerones

En Ecuador, el Gobierno ha intensificado la persecución de líderes de bandas como Los Choneros, Los Lobos y Los Tiguerones. Según datos del Ministerio del Interior, han sido capturados 13 cabecillas considerados de alto valor. No obstante, las organizaciones continúan operando con fuerza en varias regiones del país.

(Te invitamos a leer: Extradiciones en Ecuador aumentan, pero el crimen sigue sin disminuir)

Un total de 40 cámaras de videovigilancia instaladas de forma clandestina fueron retiradas en cantones de Machala, Pasaje y Puerto Bolívar.

Operativo en El Oro: eliminan cámaras ilegales en zonas comerciales y residenciales

Leer más

Para el coronel en servicio pasivo del Ejército Wilson Goyes, la captura de líderes tiene efectos inmediatos, pero no necesariamente duraderos. “La captura de estos líderes de alto perfil interrumpe la cadena de mando, dificulta la coordinación de operaciones y genera desorganización momentánea en el grupo. 

Sin embargo, en algunos casos, estas organizaciones pueden fragmentarse o surgir luchas internas por el control, lo que puede aumentar la violencia y generar nuevos problemas de seguridad”, sostiene. El caso de Joaquín el ‘Chapo’ Guzmán es ilustrativo. Tras su captura definitiva en 2016, el Cártel de Sinaloa no desapareció.

Por el contrario, se reconfiguró. Surgieron nuevas figuras, como los hijos del capo (los llamados Chapitos), y se intensificaron los enfrentamientos con grupos rivales. La estructura criminal demostró una capacidad de adaptación que desafía la narrativa oficial.

En Ecuador, tras la captura de Adolfo Macías, alias Fito, líder de Los Choneros, se ha evidenciado una pugna interna por el liderazgo. “Hay un enfrentamiento entre los que quieren quedarse al frente, porque tiene que haber una demostración de fuerza. No hay consenso sobre quién debe ocupar el puesto de Fito. Lo que realmente les preocupa es quién va a responderle al cártel”, asevera Marcelo Flores, coronel retirado y experto en inteligencia y defensa.

Extradición de Adolfo Macías Villamar, alias Fito.
Extradición de Adolfo Macías Villamar, alias Fito.SNAI

Tras la extradición de Fito, Peñafiel figuraba como la nueva cabeza del grupo delictivo

En este caso aparece la captura de Darío Javier Peñafiel Nieto, alias Topo, señalado por las autoridades como el segundo al mando de la estructura criminal de Los Choneros. Tras la extradición de Fito, Peñafiel figuraba como la nueva cabeza del grupo delictivo.

(Sigue leyendo: Tirar a matar: Gobierno de Daniel Noboa cambia estrategia contra el crimen)

Narcopirotecnia

¿Narcopirotecnia en Guayaquil? Fuegos artificiales, cada vez más comunes en la ciudad

Leer más

La efectividad de la captura de líderes depende, en gran medida, del tipo de organización. Las estructuras jerárquicas, como las mafias tradicionales, pueden resentir más la pérdida de su líder. Pero los grupos que operan como redes (con nodos autónomos y funciones distribuidas) tienen mayor resiliencia.

“Hoy en día, muchas organizaciones criminales funcionan como franquicias. Tienen una marca, pero operan de forma descentralizada. La captura de un líder afecta una parte, pero no el todo”, explica Néstor Rosanía, corresponsal y experto en crimen organizado.

En abril de 2024, el país dio un giro histórico en su política judicial al eliminar la prohibición constitucional que impedía la extradición de ciudadanos ecuatorianos. Con el respaldo de una consulta popular, el país amplió la extradición pasiva como parte de una estrategia más amplia para enfrentar al crimen organizado transnacional.

Mario Pazmiño, exdirector de Inteligencia Militar, considera que la extradición puede tener un efecto disuasivo. “El no poder contar con la seguridad de su organización, el ser desplazado de su entorno familiar y depender de otro sistema carcelario sin garantías, complica tremendamente a los líderes criminales”, argumenta.

CASOLa captura de Darío Javier Peñafiel Nieto, alias Topo, abre la posibilidad de una cuarta extradición desde Ecuador hacia EE. UU.

No obstante, Goyes matiza ese efecto. “Este tipo de acciones pueden desincentivar a ciertos actores delictivos y enviar una señal a otros potenciales líderes criminales de que las autoridades están dispuestas a perseguirlos internacionalmente. Pero en la práctica, el efecto disuasivo puede ser limitado si no se acompaña de estrategias integrales. Y la demanda del narcotráfico tiende a adaptarse y regenerarse”, concluye.

Para leer EXPRESO sin restricciones, SUSCRÍBETE AQUÍ