
¿Qué leyes hay en Ecuador para regular conflictos entre vecinos por ruido excesivo?
El ruido excesivo entre vecinos puede ser sancionado por ordenanzas municipales y el COIP, según expertos legales
En Ecuador, los conflictos entre vecinos por ruido excesivo son más comunes de lo que parece y están lejos de ser un simple problema de tolerancia. Según explican los abogados Cristopher Carrión y Michelle Andrade, el marco legal para regularlos existe, aunque su aplicación deja vacíos que dificultan la resolución efectiva de estos casos.
Más allá de lo jurídico, el ruido afecta la convivencia, la salud y el bienestar emocional, lo que convierte al derecho al descanso en una necesidad básica que merece protección.
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COOTAD: competencia municipal para regular el ruido
Uno de los instrumentos legales clave es el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD). Como señala la abogada Michelle Andrade: “Una norma principal es el COOTAD, misma que contempla la delegación de la competencia en controlar y sancionar el ruido a los gobiernos autónomos descentralizados”.
Esto significa que cada municipio puede establecer ordenanzas que regulen los límites de decibeles permitidos y las sanciones correspondientes. Andrade añade que estas sanciones “pueden alcanzar hasta varios salarios básicos”.
COIP: cuando el ruido se convierte en contravención
En casos más graves, el ruido puede constituir una contravención penal, regulada por el Código Orgánico Integral Penal (COIP). El abogado Cristopher Carrión explica: “Muchas veces estos conflictos producidos por ruidos excesivos pueden caer en una contravención, mismas que son contempladas y reguladas por el COIP”.
El artículo 393 del COIP tipifica el escándalo público como una infracción sancionada con 15 a 30 días de privación de libertad. Carrión precisa: “Este es penado o castigado de 15 a 30 días a quienes alteren la paz con ruidos o actos escandalosos”.
Ambos expertos coinciden en que la aplicación de estas normas enfrenta obstáculos. Andrade advierte: “Nos encontramos con una problemática en la débil fiscalización y en la falta de herramientas de carácter técnico para medir y comprobar el exceso de ruido”.
Por ello, recomiendan que los ciudadanos prioricen la mediación vecinal como primer paso. Carrión enfatiza: “Siempre se recomienda que las primeras acciones que un ciudadano debe tomar ante estos hechos es la mediación vecinal y extender un paso a la cultura de paz o respeto por los demás”.
El ruido excesivo entre vecinos puede ser sancionado por ordenanzas municipales o como contravención penal. Sin embargo, la falta de fiscalización y de herramientas técnicas limita la efectividad de estas normas. Como señalan los abogados entrevistados, la mediación y el respeto mutuo son esenciales para preservar la convivencia.
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