
Discotecas clandestinas operan bajo la fachada de restaurantes en Quito
Operativos revelan aforos excedidos, bebidas ilegales y presencia de menores en locales irregulares
Cuatro restaurantes clausurados en la Real Audiencia destaparon un problema que crece sin control en Quito. En un operativo conjunto, la Intendencia de Policía de Pichincha y la Agencia Metropolitana de Control (AMC) inspeccionaron 13 locales del norte de la ciudad.
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De ellos, cuatro funcionaban como discotecas, pese a tener licencia únicamente para operar como restaurantes. En ellos se halló exceso de aforo, venta irregular de alcohol y condiciones precarias de seguridad.
“Estos lugares no tenían salidas de emergencia, usaban instalaciones eléctricas improvisadas y no contaban con equipos contra incendios”, explica Gustavo Chiriboga, supervisor de la AMC. Para el funcionario, el sector de la Real Audiencia (conocido por su oferta gastronómica y residencial) se ha convertido en un espacio vulnerable por actividades que desbordan la normativa.
Los operativos responden al plan Quito en Control, con el cual el Municipio intenta ordenar el uso del suelo y frenar riesgos en zonas donde los restaurantes han empezado a operar como bares nocturnos. Dentro de uno de los locales inspeccionados encontraron incluso menores de edad.
Para los moradores, lo que ocurre en la Real Audiencia es la consecuencia de años de permisividad. Rosa Andrade, vecina del sector desde hace dos décadas, asegura que el barrio cambió de la noche a la mañana. “Antes cerraban a las diez. Ahora, cada fin de semana hay música hasta el amanecer, peleas en la calle y carros pitando. Una ya no puede dormir tranquila”.
Andrade insiste en que la inseguridad se disparó. “Cuando los restaurantes se vuelven discotecas, llegan borrachos, llegan motos, y nadie controla. El barrio está pagando la falta de orden”, reclama.
El gremio formal también siente que está perdiendo la batalla. Martha Guerrero, representante de bares y discotecas, afirma que estos locales camuflados les han quitado clientela, en un contexto de competencia desigual.
“Para abrir un bar nos piden seguridad, sistemas contra incendios, aforo regulado y control de identidad. Si entra un menor nos clausuran. Pero en los restaurantes nadie pide cédula ni verifica edad”.
Impacto negativo para los negocios formales
Guerrero sostiene que el impacto económico es devastador. “Esto nos afecta en un 90 %”. Según relata, mientras los bares cumplen con una legislación estricta, muchos restaurantes operan como discotecas bajo el amparo del Acuerdo Ministerial 069, que permite vender bebidas alcohólicas. “Cierran dos discotecas y abren diez restaurantes que hacen lo mismo. ¿De qué control hablamos?”, cuestiona.
También denuncia falta de coherencia por parte de las autoridades. “Hay concejales que ni conocen la ordenanza. Vamos tres meses pidiendo reuniones y recién se enteran del problema”.

La vicepresidenta de la Comisión de Uso de Suelo, Analía Ledesma, admite que Quito está viviendo un momento crítico. “La ciudad está descontrolada alrededor de universidades, escuelas y canchas. Hay elevadores, grafitis, abandono. Mientras tanto, algunos locales con preexistencias funcionan como cabarés o discotecas disfrazadas”.
Ledesma anticipa que la comisión analiza el retiro de preexistencias en áreas conflictivas, especialmente en La Mariscal. “La gente quiere una ciudad ordenada. Si no ubicamos bien los polígonos de uso, esto seguirá igual. Necesitamos delimitar dónde pueden funcionar bares y dónde no”.
Desde la AMC, el director metropolitano de Instrucción, Ricardo Dávalos, confirma que los casos detectados en la Real Audiencia no son aislados. “Lo vemos en La Mariscal, Calderón, Quitumbe, la zona de la Prensa y alrededor de las universidades. Hay restaurantes que superan su licencia y operan como discotecas”.
En lo que va de 2025, la AMC ha iniciado nueve procesos sancionadores únicamente contra locales que, teniendo licencia de restaurante, ejercían actividades de discoteca.
Dávalos advierte que la situación trasciende lo económico. “Si un restaurante se vuelve bar sin condiciones de seguridad, el problema es de salud pública y seguridad ciudadana. Son focos de violencia, accidentes y consumo excesivo de alcohol”.
Los operativos continuarán, aunque la AMC evita revelar en qué sectores los hará, para no alertar a los infractores.
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