
Caso 'Chancho pillo' desata enfrentamiento entre concejales de Quito
La sesión extraordinaria de convocó para conocer, en primer debate, el presupuesto de 2026
El primer debate del proyecto de ordenanza del Presupuesto General del Distrito Metropolitano de Quito para 2026 terminó en un enfrentamiento entre el alcalde Pabel Muñoz y el concejal Wilson Merino.
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Lo que inició como la discusión técnica de la planificación financiera del Municipio derivó en un acalorado intercambio que obligó al alcalde, Pabel Muñoz, a intervenir en varias ocasiones.
El proyecto presentado ante el Concejo establece un presupuesto global de $1.023 millones para el ejercicio fiscal 2026. Según la proyección, $420 millones (41%) provendrían de ingresos municipales (impuestos, tasas, contribuciones y otros), $375 millones (37%) corresponderían a asignaciones del Gobierno Central y el resto incluye saldos de caja (10%), cuentas por cobrar (7%) y otros rubros adicionales.
Durante la sesión extraordinaria, varios concejales cuestionaron la baja ejecución presupuestaria observada en 2025 en distintas dependencias municipales, lo que, según indicaron, podría afectar la credibilidad de las metas planteadas para el próximo año.
Las denuncias de Merino y el incidente en el pleno
El concejal Wilson Merino tomó la palabra para referirse también a otro tema que, según dijo, reflejaba problemas de gestión: el proceso de compra de 4.800 platos de hornado a $ 15 cada uno.
“Me pregunto qué tienen que ver esos platos de hornado con espectáculos culturales y fortalecimiento institucional”, afirmó, en referencia a la clasificación presupuestaria utilizada para la contratación.
Sus declaraciones generaron reacciones. El alcalde Muñoz recordó que el proceso fue suspendido, mientras que, el concejal Adrián Ibarra, anunció que solicitaría información sobre otro procedimiento: la presentación de la agenda legislativa de la Comisión de Desarrollo Económico, por un monto de $ 8.000.
Mientras Merino continuaba hablando, su micrófono fue desactivado. Muñoz le recordó que el uso de la palabra ya se le había concedido en tres ocasiones.
“Estoy en uso de mi palabra. Cierre el audio del señor Merino mientras estoy en uso de mi palabra. Concejal, no me falte al respeto y, si no quiere, salga. No me venga con shows”, expresó el alcalde, en medio de gritos y reclamos de otros concejales.
“Concejal Merino, le pido que haga campaña fuera del pleno”, añadió Muñoz, elevando aún más la tensión en la sala.
Poco después de la sesión, Wilson Merino publicó un mensaje en su cuenta de X, en el que denunció presiones y un intento de silenciarlo:
“Hoy no fue una sesión. Fue un intento de silenciar preguntas incómodas. Mientras unos arman montones, nosotros armamos verdad. Nos quisieron sacar, callar, frenar… pero cuando te sostienen principios, no hay empujón que te mueva”, escribió.
El concejal Andrés Campaña señaló que es natural que existan puntos de vista divergentes dentro del Concejo. “Yo he sido crítico en varios aspectos, y eso es legítimo”, afirmó.
“Lo que sí resulta cuestionable son las agresiones verbales y físicas. Eso trasciende cualquier debate y lo convierte en un asunto personal. Es deplorable, sobre todo cuando se lanzan acusaciones graves de lado y lado”, agregó.
El proyecto de presupuesto deberá someterse a un segundo debate en las próximas semanas, en medio de un clima político marcado por fricciones, cuestionamientos y una creciente tensión dentro del Concejo Metropolitano.
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