
Críticas y respaldos marcaron la sesión del Concejo de Quito por la obra drag
La obra Aristócratas reactivó un debate entre lo religioso, lo cultural y lo patrimonial en el Concejo de Quito
La polémica por la presentación de la obra teatral Aristócratas, con estética drag y escenificada en la capilla desacralizada del Museo de la Ciudad, escaló hasta el Concejo Metropolitano de Quito.
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Este martes, el secretario de Cultura, Jorge Cisneros, explicó ante el pleno el tratamiento que se dio a lo que calificó como una “iniciativa ciudadana”, propuesta por un colectivo de artistas para conmemorar los 29 años de la despenalización de la homosexualidad en Ecuador.
Durante su exposición, Cisneros detalló que el Municipio analizó el proyecto, verificó su aporte a las políticas de inclusión y cultura, y confirmó que la capilla fue desacralizada en 1998, por lo que funciona exclusivamente como espacio cultural. Con estos elementos, se autorizó la presentación de la obra, cuyo valor de entrada fue de $15.
Debate político en el pleno del Concejo
Ya en la sesión abierta, la concejal Cristina López mostró un video que recopilaba críticas de figuras políticas y medios de comunicación, quienes cuestionaron al Cabildo por permitir una obra drag en un espacio que algunos consideraron “santo”. La edil recibió previamente un documento de colectivos religiosos tras un plantón realizado en los exteriores del Municipio.
“Si para ustedes no constituye una falta de respeto hacia la fe, queda en evidencia que no compartimos los mismos valores ni el mismo nivel de consideración hacia lo sagrado”, expresó López ante el pleno.
En contraste, el edil Emilio Uzcátegui se solidarizó con quienes se sintieron molestos, pero recordó que ese mismo salón ha sido utilizado para reuniones de trabajo y otros eventos sin quejas previas. “¿Nos molesta el uso del espacio o nos molesta que los grupos GLBTI ocupen ese espacio?”, cuestionó, generando aplausos en la sala.
Fundación Museos ofreció disculpas y aclaró uso del espacio
Tras la controversia, el 2 de diciembre la Fundación Museos de la Ciudad emitió disculpas públicas. “Lamentamos haber afectado las creencias de una parte de la ciudadanía. Respetamos profundamente la diversidad cultural, social y también religiosa”, señaló en un comunicado.
La entidad reiteró que su rol es garantizar la coexistencia de expresiones artísticas sin vulnerar derechos, y recordó que la capilla no es una iglesia desde 1998. Además, indicó que el espacio ha recibido durante años conciertos, obras teatrales y eventos contemporáneos sin cuestionamientos anteriores.
Una controversia entre lo religioso, lo cultural y lo patrimonial
La obra Aristócratas, presentada el 27 y 29 de noviembre, abrió un debate que cruzó fronteras religiosas, culturales y patrimoniales. Mientras sectores conservadores cuestionaron su puesta en escena en un antiguo templo, otras voces defendieron la diversidad artística y el uso cultural del espacio museístico.