
Vecinos de Pío Jaramillo exigen agua, alumbrado y mejoras viales en Loja
Le piden al Municipio de Loja respuestas tras oficios no contestados
La ciudadela Pío Jaramillo, situada al suroccidente de Loja, levanta la voz frente a lo que sus dirigentes consideran un abandono prolongado por parte de la autoridad local. Marlon Carrión Martínez, presidente del comité del barrio, y Luis González, vicepresidente, detallaron las carencias que afectan a cerca de 700 familias: suministro irregular de agua potable, vías sin mantenimiento, luminarias inoperativas y una cancha deportiva que se cae a pedazos.
Carrión recordó que la falta de agua se agudizó en los dos últimos años. “El líquido llega por horas y a veces ni siquiera un día completo. Nos sumamos al clamor de toda Loja, pero aquí el impacto es mayor porque no existen reservorios comunitarios”, afirmó.
Este déficit se combina con la ausencia de mingas municipales, acotó. “La calle Mistecas, que enlaza con el barrio Peñón del Oeste, no está asfaltada, no tiene alcantarillado de aguas servidas ni postes de luz. Las cuatro escalinatas que nacen de esa vía solo conservan el nombre; están cubiertas de maleza”.
El vicepresidente Luis González añadió que la oscuridad se extiende más allá de esa arteria. “Varias calles, incluida la principal, carecen de iluminación adecuada. Por la noche, los focos parpadean o están quemados, y los jóvenes quedan expuestos a la inseguridad”, explicó. Sobre la cancha múltiple precisó que los aros de madera están “podridos, el cerramiento brilla por su ausencia y las luminarias no sirven. Hemos presentado oficios en tres administraciones; la última respuesta fue silencio”.
La seguridad, otro pendiente de las autoridades
En materia de seguridad, ambos dirigentes señalan que los robos son esporádicos, pero la presencia de personas desconocidas genera desconfianza. La Policía Comunitaria realiza patrullajes ocasionales, sin embargo, la falta de alumbrado en calles y espacios recreativos incrementa la percepción de riesgo. “Pedimos postes con lámparas LED, como los que instalaron en barrios vecinos; sería un paso clave para disuadir delitos”, insistió González.
Los problemas se agravan con los deslizamientos de tierra registrados en la parte alta, entre Isidro Ayora y la Pío Jaramillo. Cada temporada de lluvias, el material suelto desciende y tapa cunetas, comprometiendo la estabilidad de viviendas. “Tememos una tragedia si no se refuerzan taludes y se drena el agua pluvial”, advirtió Carrión.
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Aunque técnicos de Promoción Popular levantaron un estudio topográfico en la calle Mistecas, los habitantes señalan avances lentos y ningún cronograma de ejecución. Tampoco han recibido la visita del alcalde ni de directores departamentales para constatar los daños. “Tenemos un alcalde que se presenta como deportista, pero nunca pisó nuestra cancha”, criticó González.
La directiva barrial solicita al Municipio de Loja priorizar la rehabilitación del sistema de agua, la pavimentación de vías, la sustitución de luminarias y la recuperación integral de la cancha. “No pedimos lujos; queremos condiciones dignas para vivir y prevenir riesgos”, concluyó Carrión en nombre de un vecindario que espera obras básicas después de años de promesas.
