Zapotillo.
Situación. Vecinos de varias zonas esperan la culminación de obras.FREDDY INGA

El asfalto llega a Zapotillo tras años de abandono

La parroquia Paletillas en Loja recibirá varias mejoras luego de los reclamos. Conoce los detalles

En Zapotillo, cantón fronterizo de la provincia de Loja, algo empieza a cambiar. En medio de las dificultades económicas que atraviesa el país, dos obras clave se ejecutan en zonas donde el olvido ha sido parte de la rutina: la construcción de un nuevo sistema de alcantarillado en la parroquia Paletillas y el asfaltado de calles en varios barrios de la cabecera cantonal.

En Paletillas, los vecinos aseguran que la situación era insostenible. El sistema de alcantarillado colapsaba con frecuencia, las aguas servidas recorrían las calles y el mal olor formaba parte del día a día.

“Aquí hemos vivido entre los charcos de agua sucia y los zancudos. Era un riesgo para todos, pero especialmente para los niños y los ancianos”, relata Julián Sarango, residente del sector.

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La construcción del nuevo sistema sanitario y su planta de tratamiento arrancó en junio de este año, con un financiamiento que supera los $469.000, gestionado mediante un crédito con el Banco de Desarrollo del Ecuador. La obra, que además cuenta con fiscalización técnica por un valor adicional de $25.500, registra un avance físico del 32 % y su entrega está prevista para diciembre de 2025.

El alcalde de Zapotillo reacciona al respecto

El alcalde de Zapotillo, Burner Moncayo García, explicó que la intervención busca atender una necesidad básica postergada por años.

Estas son obras que no siempre se ven, pero son fundamentales. Un sistema sanitario adecuado es parte del derecho a vivir en condiciones dignas”, señaló.

En paralelo, en barrios como Las Colinas Altas, los moradores reciben otra noticia esperada: el inicio del asfaltado de más de tres kilómetros de calles que, durante décadas, permanecieron en tierra. En invierno, el lodo hacía intransitables las vías; en verano, el polvo era permanente.

“Parecía que vivíamos en otro siglo. Aquí todo era barro o tierra suelta. Ya era hora de que alguien mire para estos lados”, expresó Victoria Villalta, vecina del sector.

Las dos intervenciones generan expectativa entre los habitantes, quienes por años vieron pasar promesas sin resultados. “Nos cansamos de pedir. Esta vez, al menos, vemos que las máquinas llegaron y no se han ido”, comentó Carmen González, comerciante del centro cantonal. FIR.

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