Carmen Ojeda Oquendo | Costo emocional del uso excesivo de redes

Se asocia con mayores niveles de ansiedad, depresión, trastornos del sueño y dificultades en la concentración
Las redes sociales forman parte esencial de la vida cotidiana, especialmente para adolescentes y adultos jóvenes. Plataformas como Instagram, TikTok o Facebook no solo sirven para comunicarse, sino también para mostrar una imagen personal cuidadosamente seleccionada. Sin embargo, el uso excesivo de estas herramientas digitales puede tener consecuencias negativas en la autoestima y en la salud mental.
Uno de los principales riesgos es la comparación constante. Los jóvenes suelen confrontar su vida real con la versión ‘ideal’ que observan en perfiles ajenos, lo que genera sentimientos de insuficiencia, frustración y baja valoración personal y de sus vínculos. Esta dinámica favorece la aparición de distorsiones en la percepción del propio cuerpo, inseguridad, insatisfacción y dependencia de la aprobación externa a través de los ‘me gusta’ o los comentarios recibidos.
El impacto no se limita a la autoestima. Investigaciones muestran que el uso intensivo de redes sociales se asocia con mayores niveles de ansiedad, depresión, trastornos del sueño y dificultades en la concentración. La exposición a noticias alarmantes, discursos de odio o ciberacoso intensifica aún más el malestar psicológico, generando un círculo de dependencia y malestar emocional.
No obstante, el problema no radica en las redes en sí mismas, sino en la forma de utilizarlas. Un manejo consciente y equilibrado puede convertirlas en espacios de apoyo, educación y conexión positiva.
Fomentar el pensamiento crítico, establecer límites de tiempo y diversificar las actividades cotidianas son estrategias que permiten reducir el impacto negativo.
El reto actual para familias, educadores y profesionales de la salud es promover un uso saludable de la tecnología.
Recordar a los jóvenes que su valor personal no depende de comparaciones virtuales, sino de sus capacidades, vínculos reales y proyectos de vida, resulta fundamental para proteger su bienestar emocional en un mundo cada vez más digital.