
Los pecados de Ozzy Osbourne: sus estafas, engaños y boicots a colegas y otras bandas
Así como acumuló fans y elogios, muchos colegas del fallecido cantante de heavy metal denunciaron sus practicas mafiosas
Inmediatamente después de conocida la noticia del deceso del cantante inglés Ozzy Osbourne a los 76 años, las redes se llenaron de mensajes de fanáticos y músicos que expresaron sus condolencias y admiración por la prolífica trayectoria del extinto vocalista, tanto en solitario como en su etapa de 'frontman' de Black Sabbath, gran referente del metal pasado para un sinnúmero de músicos.
John Michael Osbourne, su nombre verdadero, fue sin duda uno de los cantantes más influyentes y reverenciados del género, lo que le mereció su estatus de estrella. Pero en la industria de la música, como en todo negocio, lamentablemente el dinero no depende solo de hacer buenas canciones, sino de aplicar muchas veces prácticas reñidas con la ética y la legalidad.
Y así como acumula halagos y fanáticos por montones, muchos colegas han denunciado haber sido estafados, engañados o boicoteados por Ozzy y su círculo familiar, en el que la figura de Sharon Osbourne, su esposa, ocupa un lugar preponderante.
No olvidemos que Sharon es la hija de Harry Levy, más conocido como Don Harden, quien fue el mánager de Black Sabbath durante su época de oro y ganó fama como un gran representante de artistas, pero también por su comportamiento amenazador y violento contra quienes de alguna manera afectaban sus intereses.
Lo reconoció Geezer Buttler, el bajista de la formación clásica de Sabbath, en The Rock Podcast, con Denny Somach, en 2023: "(Don Harden) Era un gánster. Tenía métodos muy gánsters en su forma de conseguir bandas (...) Es famoso que colgó a Robert Stigwood, el manager de los Bee Gees, por la ventana, porque Robert intentó quitarle una de las bandas a Don”.
Al parecer, su hija Sharon, casada con Ozzy en 1982 y luego su mánager durante la mayoria de su carrera en solitaro, heredó las prácticas abusivas de Don Harden, pues aparece como la mente siniestra detrás de todas las polémicas del fallecido vocalista con otros artistas. Diario EXPRESO le detalla tres de las más sonadas.
Pecado de traición contra los miembros de su primera banda en solitario
Cuando se publicó su segundo álbum en solitario, Diary of a madman (1981), el bajista Bob Daisley y el baterista Lee Kerslake quedaron excluidos de la composición y de los shows. De acuerdo con Daisley, la situación de la banda cambió a raíz de que Sharon empezó a representar a Ozzy. A partir de ese momento, Daisley y Kerslake fueron remplazados por Rudy Sarzo y Tommy Aldridge, respectivamente, quienes aparecieron en los créditos de dicho disco, pese a que ninguno de ellos formó parte de las sesiones de grabación.
En 1986, Daisley y Kerslake demandaron a Ozzy por las regalías adeudadas durante su tiempo en la banda. Ambos recuperaron sus créditos de composición en Blizzard of Ozz (su primer disco en solitario, de 1980) y Diary of a Madman, pero cuando se preparaba la reedición de ambos álbumes en 2002, la familia decidió regrabarlos con los músicos que entonces acompañaban a Ozzy: el baterista Mike Bordin (Faith No More) y el bajista Robert Trujillo (ahora en Metallica). En su autobiografía, I Am Ozzy, el cantante admite que Sharon fue la responsable de ordenar regrabar esas pistas.
A manera de justicia poética, en la reedición que se hizo en 2011 de ambos discos, se restauraron las pistas originales grabadas en su momento por Bob Daisley y Lee Kerslake.
Pecado de avaricia: negarle los derechos como compositor a Jack E. Lee
Tras la muerte del guitarrista estadounidense Randy Rhoads, con quien publicó los discos Blizzard of Ozz y Diary of a madman, Ozzy buscó un remplazo. El elegido fue el también estadounidense Jack E. Lee, quien había tenido experiencia previa en Mickey Ratt (luego Ratt) y en Rough Cutt.
En diciembre de 2014, Jack E. Lee le contó al periodista Eddie Trunk que cuando se alistaban a realizar el trabajo de creación del disco Bark at the moon (que salió en 1983), le dijeron que si componía parte de las canciones, iba a recibir el crédito respectivo por ello y sus derechos como autor. Sin embargo, cuando el trabajo estuvo terminado y llegó el momento de firmar el contrato, a Lee le esperaba una desagradable sorpresa: Ozzy Osbourne aparecía como autor absoluto de todas las canciones y Lee perdía sus derechos como creador.
Por ello, Lee se negó a firmar el contrato, pero Sharon le respondió: "Si no lo haces, te compramos un tique de avión, regresas a tu casa y nos demandas. Entre tanto, nosotros tenemos todas tus pistas, contratamos a otro guitarrista, el las rehace y tú te quedas sin nada", según las declaraciones del guitarrista a Eddie Trunk.
Esa amarga experiencia hizo que Lee tome precauciones para el siguiente disco que grabaría con Ozzy, The ultimate sin (1986), para el cual no movió ni un dedo hasta no estar seguro de que esta vez el contrato sí le daba el crédito correspondiente que se merecía.
Pecada de envidia: boicoteó a los mismísmos Iron Maiden
En 1996 nació el Ozzfest, gran concierto multitudinario de metal ideado por Sharon Osbourne cuando los organizadores del Lollapalooza, otro festival, se negaron a que Ozzy forme parte de su cartel. El Ozzfest fue muy bien recibido por los metaleros, razón por la cual empezó a realizarse de forma anual.
No obstante, en el 2005 se vivió una situación bochornosa: el 20 de agosto de ese año el show del grupo inglés Iron Maiden, otro ícono del heavy metal mundial, fue boicoteado por los propios organizadores, los Osbourne.
El manager de uno de los grupos que estuvieron en aquella edición del Ozzfest, celebrado en el Hyundai Pavillion de Devore, California, denunció de forma anónima que Sharon y Kelly Osbourne (hija de la pareja) les propusieron a muchas bandas invitadas que le lanzaran huevos a Iron Maiden. Se trata de una denuncia que en su momento confirmaron también los miembros de la banda 'gringa' de metalcore Trivium, que denunciaron además el trato denigrante que sufrieron por parte de Sharon.
Aquella noche a los Maiden les llovieron huevos, tapas de botellas, vasos de cerveza y escupitajos en su presentación, aparte de que sufrieron muchos problemas de sonido y logística, en un auténtico sabotaje. Pese a ello, brindaron un gran show, con su vocalista, Bruce Dickinson, furioso pero entregado al público y lanzando indirectas contra la familia Osbourne.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!