
Foreigner y Europe, la cabeza en alto del Masters of Rock
Los estadounidenses y suecos brillaron con la estela de Luis Maldonado, Lou Gramm y Joey Tempest en el Olímpico Atahualpa
Al cantante de Europe, Joey Tempest, lo escucharon 22 mil personas en el Estadio Olímpico Atahualpa el sábado pasado. En las pantallas laterales, apareció con la impronta de quien a sus 61 años no puede ser alcanzado por los camarógrafos. Cuando se colgó las cuerdas recibió la aprobación del tecladista Mic Michaeli y el péndulo de su carisma fue de las salvajes notas de “Rock the Night”, un poco después del inicio, hasta la vibrante “Cherokee” con la que volvieron al escenario pasados los bises.
El minimalismo de la escenografía –con proyecciones que solamente llegan a usar todos los recursos en “The Final Countdonwn” para el cierre– hicieron que el foco recuerde a John Norum cuando el vocalista lo presentó. Algo que no pasa con las baquetas de Ian Haugland, movidas como batutas imposibles en la dirección de la banda sueca.
Hubo gracia para tomar de las primeras filas, las menos pobladas, una bandera del Perú de manos de migrantes asentados en Quito o de ocasión y, luego, una tricolor sin, otra vez, abundar en alabanzas innecesarias al respetable. Cada tanto, Tempest arrancó carcajadas al repetir “chucha” entre canciones, y en remates o clímax de su puesta en escena, como muestra de que la vieja “Scream of Anger” (del álbum ‘Wing of Tomorrow’, 1984) aún late en los chicos de un suburbio de la capital sueca que Joey y John no han dejado de ser.
En otro momento del concierto, el vocalista recordará la grandeza de los alemanes Scorpions en solidaridad con el público, que los esperaba para el cierre del evento, y para quienes se estableció la escenografía que ocupaba de forma perpendicular la mitad de la cancha, hacia la visera de los palcos que no se ocuparon debido a la interrupción visual de la torre de sonido, ubicada justo frente al proscenio.

Foreigner: ‘Nadie se queda atrás’
Uno de los momentos más emotivos de la presentación de Foreigner llegó de la mano de un invitado de 75 años, Lou Gramm, en el pase para “Juke Box Hero” que le dio Luis C. Maldonado, brillante guitarrista que ha tomado el micrófono para el periplo latinoamericano que los trajo a Quito, Bogotá, Santiago y Buenos Aires.
Maldonado –que es escritor y ha sido guitarrista de John Waite, Lisa Marie Presley o Glenn Hughes– saludó a Gramm con una reverencia que muestra humildad luego de un soberbio el inicio para el cual pusieron a “Double Vision”, “Head Games” y “Cold As Ice” al hilo. Algo descompuesto por la altura, la voz que grabó “Long, Long Way From Home” en 1977 leyó una proclama que recuerda la entrada tardía de los estadounidenses Foreigner al Rock & Roll Hall of Fame.
Ganador de un Grammy con su banda Train, Maldonado interpeló al veterano guitarrista Bruce Watson con la confianza de quien ha crecido en Los Ángeles. En el caso del fundador, fue compañero de estudio de BB King, Rod Stewart, Elton John, Sara Bareilles o Gavin Degraw.
“El nivel de musicalidad y el compromiso con la excelencia en esta banda son altísimos –se lee de Watson en el portal de Foreigner–. Nadie se está quedando atrás” en la interpretación. Y vaya que así lo refirma Maldonado, con la orden que le soltó al baterista “Mr. (Chris) Frazier” para el inicio en español de “I Want To Know What Love Is” en que alternó con un Lou Gramm que dejó la maestría de sus falsetes para “Hot Blooded”, al final.
Por cierto, esta semana Foreigner estrenó la versión con letra en nuestro idioma de “Urgent”, con coros que mantienen el título original, por si alguien se perdió del concierto y quiere conocer el timbre de Maldonado en Estudio.

Los que sí quedaron atrás: Scorpions
En el Ollímpico Atahualpa puede rodarse una de las escenas de la serie ‘El Eternauta’. Un marcador que parece de museo, pasillos cercados por rejas en las que cuelgan vidrios rotos, goteras visibles que han mojado las gradas de cemento en los accesos y puertas oxidadas por las que trepa la maleza. Si uno ve con detalle, más bien, podría ser escenario de ‘The Walking Dead’, gentío incluido.
Y aunque los 76 años de Klaus Meine hacían predecible la cancelación de Scorpions en el cartel del Masters of Rock –como Argentina, como en Colombia–, hubo quien se lo tomó como los beatos que vieron la portada de su disco ‘Virgin Killer’ de 1976: una afrenta, una estafa, una repetición de cuando dejaron de venir en 2019 debido a circunstancias sociales, sin más reparo que las disculpas de marras en sus redes.
Antes de que se abriera las puertas, Alex Enríquez, de 15 años en compañía de su padre, Jorge Enríquez (42), habían llegado desde San Gabriel, Carchi para ver a los alemanes. “Desde que anunciaron otra vez que iba a venir Scorpions decidimos venir”, dice el joven que tiene sus primeros recuerdos de escuchar hard rock, AOR y heavy metal en el auto de su familia. “Me gustan los clásicos de Europe”, le dijo a EXPRESIONES antes de hablar de sus planes de conseguir una guitarra eléctrica para aprender a tocar.
La publicidad de Masters of Rock mostró al evento del sábado como uno de los más grandes que se habían montado en Ecuador, con una pomposidad que no se correspondía con la amplificación cuadrafónica de Roger Waters, por poner un ejemplo. Jorge y su hijo Santiago compraron entradas incluso para el primer anuncio de concierto de Scorpions.
Esta vez, mientras entraban al estadio, recordaron algunos clásicos en las versiones (Midnigh Oil, Billy Idol, Queen) y con los invitados de Anima Inside y la potente “Survive”. En 2022, canjearon sus entradas por unas para el show de Barón Rojo. Ahora espera una oferta rockera para hacer valer el 30% de descuento que para un año ha ofrecido Top Shows.
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