
Del encierro al aplauso: Panahi estrena en Cannes tras 15 años de ausencia
El director iraní Jafar Panahi vuelve con su filme 'Un simple accident', luego de censuras, prisión y rodajes clandestinos
El nombre del cineasta disidente iraní Jafar Panahi puede resultar poco familiar, pero lo cierto es que su historia es tan apasionante como complicada.
El martes 20 de mayo, el director iraní hizo su primera aparición en un festival internacional de cine tras 15 años de ausencia. Lo hizo en el Festival de Cannes 2025 para presentar su película Un simple accident (Fue solo un accidente), cuyo argumento gira en torno a un grupo de prisioneros políticos que intentan vengarse de sus carceleros.
Durante 20 años, Jafar Panahi tuvo prohibido hacer películas y ha sido detenido repetidamente desde 2009 a causa de sus dramas sociales realistas, considerados “subversivos” por el régimen de la República Islámica. Su nuevo largometraje compite ahora por el premio principal, pero es muy posible que le cause nuevos problemas legales.
El galardonado director de 64 años, celebrado por sus seguidores por su valentía al desafiar al régimen, aseguró que los siete meses que pasó en la prisión de Evin, en Teherán, hasta febrero de 2023, inspiraron su última historia, que está cargada de ironía.
“Una de las características del pueblo iraní es su sentido del humor”, explicó Panahi a la revista Screen. “Este régimen ha estado intentando durante más de cuatro décadas imponer tragedia, lágrimas y sufrimiento a los iraníes, pero ellos siempre encuentran el humor y las bromas”.
Filmar en secreto, un acto de resistencia del cine iraní
Evadir la prohibición de filmar y hacerlo en secreto es una práctica común para el aclamado director. Ejemplo de ello es la película No bears, que se proyectó en 2022 en el Festival de Venecia y ganó un premio especial del jurado mientras él estaba en prisión.
“Aunque ya no tengo prohibido filmar, eso realmente no cambió mi situación real. Aún tuve que trabajar de manera ilegal”, explica Panahi en la entrevista con Screen. Una fuente cercana al cineasta, que pidió no ser identificada, aseguró que Un simple accident también se filmó en secreto y que no contó con ningún tipo de financiamiento gubernamental.
El espaldarazo de Cannes a Jafar Panahi no sorprende. El festival de cine francés cuenta con una larga tradición de apoyo a los cineastas independientes iraníes, quienes suelen enfrentar problemas legales e intimidación por parte de las autoridades iraníes.
Este año, Cannes cuenta con una segunda película iraní en la competición principal: Madre e hijo, del director Saeed Roustaee, condenado a seis meses de prisión por la proyección de su filme Los hermanos de Leila en Cannes en 2022.
Sin embargo, esta última propuesta de Roustaee ha sido criticada por algunos directores exiliados, incluso por la Asociación de Cineastas Independientes Iraníes, que la califican como una “película de propaganda”, sin que quede claro si la han visto completa.
Pero Mohammed Rasoulof, también uno de los favoritos en el Festival de Cannes 2025, quien huyó de su país el año pasado, defendió la propuesta. En entrevista con Variety, aseguró que hay una “clara distinción entre las películas de propaganda de la República Islámica y las películas realizadas bajo las restricciones de censura”.
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