
Camila Nogales: La hija de Úrsula cumple 24 años tras un año de lucha y esperanza
Su madre, Úrsula Strenge ofreció una misa de acción de gracias en el Monasterio del Carmen del Niño Jesús
El 22 de noviembre, Camila Nogales Strenge celebra 24 años de vida. La fecha llega cargada de significado: hace un año, en Quito, comenzó para ella y su familia una lucha inesperada, cuando los médicos confirmaron que sufría una trombosis venosa cerebral.
(Te invitamos a leer: Úrsula Strenge y su hija Camila volvieron a casa en Guayaquil)
Para dar gracias por su recuperación y por la fortaleza que han encontrado en medio de este camino, su madre, Úrsula Strenge, ofreció una misa en el Monasterio del Carmen del Niño Jesús, en Los Ceibos. Allí, acompañada por sus familiares más cercanos, elevó una plegaria por su hija.
“Las carmelitas han pedido por Camila constantemente y la Eucaristía fue muy hermosa, agradecimos por su vida”, dice..
Camila, hija del fallecido empresario Iván Nogales, estuvo internada varios días por una emergencia. Fue dada de alta el jueves 20.
Celebración en familia
Tras un año marcado por angustias, tratamientos y esperas, allegados no han querido dejar pasar esta fecha. Este sábado 22, se reunirán para acompañarla a ella, a Úrsula y a sus hermanas Ivanna y Cristina.
El origen de todo se remonta a noviembre de 2024. Camila trabajaba en la Universidad San Francisco de Quito y, pese a haber consultado a un médico, su dolor de cabeza persistía. Estaba cansada, con sueño, hablaba despacio. Su hermana Ivanna la llevó a una clínica, donde llegaron las primeras señales de alarma.
“Yo estaba en Guayaquil con la más pequeña, Cristina. Cuando le hicieron las valoraciones, confirmaron trombos en su cabeza. Ese fue el diagnóstico. Conseguí un vuelo en la madrugada y vine a la capital. Cuando llegué, ya le habían hecho un angiograma cerebral para aspirar los dos trombos. Ahí empezó la pesadilla. Luego la intubaron, estuvo en UCI y enfrentó operaciones y diversos tratamientos”, recuerda Úrsula, reviviendo aquellos días que describe como los más duros de su vida.
Camila recibió el alta recién en Jueves Santo. Pero en mayo volvió a ser intervenida; la cirugía no tuvo el resultado esperado y regresó a la Unidad de Cuidados Intensivos.
Sin perder la fe
Con la esperanza intacta, la familia acudió a la solidaridad pública para poder costear un tratamiento de medicina regenerativa con células madre, valorado en 50.000 dólares. Este se aplicó mientras permanecían en Quito.
En agosto regresaron a Guayaquil. Desde entonces, la joven continúa con terapias neurológicas, físicas y de lenguaje, esenciales para seguir avanzando.
Úrsula se mantiene a su lado, sosteniéndola en cada etapa, con la convicción de que cada pequeño progreso es una victoria.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!