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Úrsula Strenge
La presentadora con sus hijas Ivanna, Cristina y Camila.Instagram Úrsula Strenge

Úrsula Strenge y su hija Camila volvieron a casa en Guayaquil

En noviembre del 2024, la presentadora debió irse a vivir a Quito por el padecimiento de su hija

En noviembre del 2024, la vida de Úrsula Strenge dio un giro inesperado cuando su hija, Camila Nogales, sufrió una trombosis venosa cerebral justo el 22 de ese mes, el mismo día en que cumplía 23 años. En ese entonces, la joven residía en Quito. Ante la emergencia, la presentadora no lo dudó y se trasladó a la capital para acompañar a su primogénita.

Al principio, la también psicóloga creyó que su estadía en la ciudad sería breve, pero la realidad fue otra. Mientras Camila permanecía internada en el hospital, en más de una ocasión con su vida en peligro, Úrsula enfrentaba momentos de angustia y desvelo.

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Antes de regresar hicieron arreglos en su casa

En este mes que está por concluir (agosto), madre e hija finalmente regresaron a Guayaquil. Ya estamos acá”, confesó la presentadora, tras revelar que previamente hicieron adecuaciones en su casa para recibir a Camila.

Úrsula Strenge

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Fue recién en Jueves Santo cuando recibió el alta hospitalaria, luego de permanecer dos meses en UCI y posteriormente en una habitación de un centro de salud. Pero la joven fue operada nuevamente en mayo,  lamentablemente “la cirugía no salió como se esperaba”, lo que obligó a que regresara a la Unidad de Cuidados Intensivos

Más adelante, Úrsula y su familia recurrieron a la solidaridad pública, solicitando apoyo económico para un tratamiento alternativo de medicina regenerativa con células madre, valorado en 50.000 dólares, el cual se aplicó durante su permanencia en Quito.

El calvario que vivieron

En abril pasado, la presentadora abrió su corazón y comentó: “Nuestras vidas han cambiado completamente, no solo la de mi hija y la mía, también la de toda la familia. Nunca imaginé que algo así nos pudiera ocurrir y que nos colocara en una situación tan difícil, desafiante y dolorosa. Hubiera preferido que me pase a mí. Debí trasladarme a vivir a Quito para atenderla, nunca pensé que mi estadía sería tan larga. Creía que la evolución iba a ser más rápida. Ha sido un gran aprendizaje de paciencia y fortaleza. Mi hija está aferrada a la vida”.

Durante esa conversación, además relató: “Mi hija tuvo dolor de cabeza varios días antes de su cumpleaños. Estaba trabajando en la Universidad San Francisco de Quito. Fue al médico, pero aparentemente no era nada grave. Seguía con molestias, cansancio, sueño y hablaba despacio. Acudió a la emergencia de una clínica con su hermana Ivanna, mientras yo estaba en Guayaquil con la más pequeña, Cristina. Tras las valoraciones, los resultados indicaron trombos en su cabeza. Ese fue el diagnóstico. Conseguí un vuelo de madrugada y viajé a la capital. Cuando llegué, ya le habían hecho un angiograma cerebral para aspirarle los dos trombos. Ahí empezó la pesadilla: la intubaron, estuvo en UCI dos veces y fue sometida a diversos procedimientos y tratamientos médicos”.

Seguirá con sus terapias

Actualmente, Camila continúa recibiendo terapias neurológicas, físicas y de lenguaje fundamentales para su recuperación. Su regreso a Guayaquil se ha mantenido en bajo perfil para evitar el acoso de medios y, por ahora, las visitas están restringidas.

La presentadora continúa con su trabajo en el Centro de Bienestar Integral Armonía.

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