Ocio

Allison Carrillo
En agosto se retocó el rostro.Gerardo Menoscal

Allison Carrillo: "Soy lo suficiente mujer para poner en su puesto a cualquiera"

La Potra, como la llaman, es genuina. Quiere hacerse un abc completo en el cuerpo y aspira a ser la voz de una televisora. Es presentadora de RTS.

Cuando Allison Carrillo (34), presentadora de 'El despertar de La noticia' y 'La Noticia en la comunidad', debutó en los informativos de RTS, lucía el cabello claro. Sin consultar a sus jefes y asesores de imagen del canal, cambió el tono a rubio oscuro y dejó de usar el pelo suelto para llevar un moño. El propósito es imponer un estilo propio que la distinga de sus otras compañeras, incluso en su vestuario. Prefiere los pantalones ajustados a las caderas.

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Confiesa que aunque ya cumplió un año en la televisora, “recién ahora me siento yo, cómoda y segura, me gusta, soy una versión mejorada, ya encajo. He llegado a ese equilibrio. Yo llegué a hacer un nombre y camino al andar”.

Además de estar en la TV, es locutora de radio Galaxia. Uno de sus sueños es convertirse en una de las mejores voces de Latinoamérica. El 10 del noviembre viajará a Quito para participar en el curso Voces en la mitad del mundo, “con los esfuerzos de mi madre (Patricia) que vive en Londres y los míos, además aspiro a ser una de las voces mejor pagadas de Latinoamérica”. Durante la entrevista fue auténtica y descomplicada, casi nunca los talentos son así.

Parece que fue ayer cuando salió en TV...

El 15 de septiembre cumplí un año, he aprendido de lo bueno y de lo no tan bueno. Ha sido un año de trabajo, de estrés y he debido alternar la televisión con la radio y las tareas de la casa. Me gusta ver en todo una oportunidad, a todo le saco provecho, no soy de las que veo lo negativo. Mi día comienza a las 03:50. Al principio fue duro, pero con el tiempo me acostumbré. Pensé que no iba a poder.

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A usted le ha tocado compartir con varios talentos del canal, además, la muerte de un compañero Hugo Gavilánez y la llegada de otro, Rodolfo Baquerizo...

Todo ha sido enriquecedor porque es un grupo diverso. Un exjefe mexicano, Jesús González, me dijo que en la Segunda Guerra Mundial sobrevivieron los que se adaptaron. En la vida todo es adaptación, dar lo mejor y aprender lo que no se sabe.

¿Su horario es muy ‘matador’?

Me enfermé por no descansar lo suficiente, me acostaba muy tarde, casi a la medianoche. Aparte de los dos trabajos, atender a mis hijas (Macarena y Cataleya), a mi pareja (Macario Tenorio), estoy entrenando. Iba a diario al gimnasio. Pero no practicaba los ejercicios a conciencia por vivir afanada. Ahora solo voy los lunes, miércoles y viernes.

¿No dormir lo suficiente qué le provocó?

Tuve problemas de sueño y vascularización, episodios de atragantamiento, primero fueron aislados, luego repetitivos. Mientras dormía me ahogaba. Toda la vida he sufrido de migrañas. Busqué al neurólogo, me hicieron exámenes más profundos. Tengo apnea del sueño y envejecimiento prematuro del cerebro. 

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Si no me cuido, de aquí a 10 años puedo sufrir de demencia. Mi edad cronológica no coincide con la de mi cerebro. La enfermedad no se detiene, pero se retrasa. Soy locutora comercial, trabajo con la respiración, la mayoría no respiramos bien. Nuestro cerebro no recibe el suficiente oxígeno. Trato de tener una respiración consciente. Ya no sufro de migrañas.

Ha perdido peso, se nota.

La gente me dice que se me nota el gimnasio, mi última comida es a las cinco de la tarde y duermo temprano. Siempre se me verá gruesa porque mis huesos son grandes, mido 1,73 metros. Me considero una representante de las mujeres grandes y gruesas del país, las que son señaladas porque no son esbeltas. Soy la ‘curvi’ de las noticias porque no es común ver a una comunicadora así. No me cierro a las operaciones estéticas.

¿Ya se hizo algunos retoques en el rostro?

Me hice lipo de papada, rinoplastia y bichectomía en agosto. Solo gasté en los exámenes previos y el resto fue gracias al ‘rico’ canje (risas). Volveré a ingresar al quirófano, me haré el cambiazo, abdomen, pechos y liposucción. Mis senos son dos patacones, quiero unas peritas (suelta una carcajada), pero tengo buenas caderas y glúteos. Estos no me los tocaré, son míos, me sacaré lo que está de sobra. 

Pero hay prioridades de salud, debo sacarme la vesícula. Aquello lo haré en noviembre, las otras intervenciones, si Dios quiere, en 2023.

¿Usted habla más que Gabriela Pazmiño?

Y eso es bueno o malo.

¿Depende?

Siempre fui así. Cuando era pequeña me decían que hable más despacio, que atropellaba las palabras, que parecía carretilla. Lo importante es hablar con criterio y no disparates.

En las redes sociales la hemos visto compartiendo y comiendo cangrejos con su compañera Luisa Delgadillo. Generalmente, surgen rivalidades entre mujeres...

Estoy agradecida con Luisa, siempre se ha portado muy bien conmigo, ha sido muy desprendida. En la radio, Verónica Franco, una gran locutora, me dio muchas oportunidades, me asesoraba, así aprendí.

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Ahora somos grandes amigas. Luisa siempre me ha aconsejado en lo referente a la imagen. Me dice: “Allison, elegancia, otro nivel”. Jamás comenta que no me veo bien, sino “hoy te ves mejor que nunca”. Ahora que me recojo el cabello puedo resaltar las facciones. No me operé por gusto y para estar con todo el cabello en la cara (risas).

Las dos prefieren usar pantalones en los informativos y ambas lucen sus caderas.

(Risas) Ella es delgada y caderona, yo soy gruesa y tengo lo mío. Ahí nos damos caderas con caderas.

¿Qué dice su pareja con tantos cambios?

Él me apoya en todo, así me quiera poner la cabeza en los pies. Siempre me dejó ser. Recuerdo una anécdota cuando solo tenía a mi hija Macarena y mi marido trabajaba en Esmeraldas, como soy muy hogareña y me encanta atender a mi familia, yo me quería retirar de la radio para irme a Esmeraldas. Me dijo que no lo haga, que él no podía ser egoísta. Hay una gran diferencia de edad. Tiene 60 años y yo acabo de cumplir 34.

¿Son 26 años de diferencia?

Nunca han sido un problema. Con él conversamos sobre cuando alguno de los dos se marche de este mundo. Será complicado que yo me fije en otra persona, cuando llegó mi segunda hija me dijo que no me iba a dejar solo con una niña por si en algún momento le pasaba algo a alguna de ellas. No le importaba si tenía que trabajar más. Antes yo dependía mucho de él para movilizarme. Aprendí a manejar porque le quitaba mucho su tiempo. No nos hemos casado, solo estamos arrejuntados. Estoy con él desde los 20, mi primera hija nació cuando tenía 24.

Allison Carrillo
Se le ha presentado un problema de salud: envejecimiento prematuro del cerebro.Gerardo Menoscal

¿Por qué no se han casado?

Bueno, nunca me lo ha pedido, mientras no vean un anillo de matrimonio en mis dedos, yo pertenezco al pueblo (risas).

Los hombres ecuatorianos son machistas y celosos.

No doy motivos, nunca los he dado, yo ocupo mi lugar. Jamás le aguantaría golpes a un hombre, se le cae la mano al que lo intente. Al único que podría haberle aguantado algo así, aunque nunca lo hizo, era a mi padre, Ángel Carrillo, quien murió cuando yo tenía 15 años.

Con él está desde muy jovencita, ¿fue su primer hombre?

No. Además, no importa el número que haya sido (suelta una carcajada), es el que ha dejado una huella imborrable, me paró la pata porque siempre he sido fiestera, me daban harto palo porque me amanecía en la calle bailando.

Allison Carrillo
Con su familia.Cortesía

¿Cómo su compañero de vida toma las bromas de José Luis Arévalo y Rodolfo Baquerizo?

Nunca me ha dicho nada, si en algún momento ocurre algo que sobrepase los límites, yo me encargo de resolverlo. Jamás le pediré a mi marido que interceda, soy lo suficiente mujer para poner en su puesto a cualquiera. Recuerdo una anécdota, mi marido fue futbolista profesional, en una fiesta de Navidad y fin de año en Esmeraldas, yo me tomé unos tragos, soy una bebedora ocasional, y saqué a bailar a la gente. No faltó quien le diga que yo era alegrona y caliente. 

Todo en doble sentido, él le respondió: “Déjala, ella es fiestera”. Ambos hemos sido farreros, no tengo mala juma y no soy cervecera, sino de trago fuerte. Las bromas de Rodolfo no me preocupan, son parecidas a las que hacen en radio. No me mortifican, las que puedo las respondo. Con José Luis nos entendemos, porque somos de radio. Con él tenemos en común que de chicos aguantamos repeladas. Yo soy de risa escandalosa, nunca tuve problemas de aprovechamiento en el colegio, sino por conducta, pero no porque era malcriada. 

Me defendía con mis calificaciones que eran las mejores, sin necesidad de que mi madre esté con el palo en la mano. Ella hizo un buen trabajo. Aunque pasé momentos bochornosos por ser como soy, fui criticada.

¿Y cómo es usted?

Conversona, extrovertida, risueña y, por ello, los hombres también se confunden, pero les digo: “Papito lindo, ubícate”. Me han dicho brinquilla. Mi mamá siempre dice que su hija nunca ha sido tapiñada o una mujer de ir por debajo de las cortinas. Uno de mis sueños es aprender a cantar, canto feo, pero me encanta el escenario. Quiero aprender la técnica. Está en la lista de mis deseos. Antes de morirme, quiero comprar mi casa y ser la voz de una televisora.

Usted tenía un negocio de comida rápida, sin embargo, lo cerró.

Lo abrí en mi amado Cristo del Consuelo, en la Virgen del Soto, pero lo cerré. Primero, salía muy tarde y quisieron extorsionarme. El miedo que siento no es por eso, ni por el atentado reciente en el canal, lo que preocupa es lo que está pasando en el país de manera general. No estamos tranquilos en ningún lado. Al informativo nos llegan todas estas informaciones que nos ponen nerviosas, inestables, por esta razón me cuido mucho. El miedo está entre pecho y espalda, con el Jesús en la boca.

Allison Carrillo
No le preocupan las bromas de Rodolfo Baquerizo.Gerardo Menoscal