Katiuska González
Katiuska González entrega el plato de alitas a una familia que llega a comer a su restaurante.CHRISTIAN VINUEZA/EXPRESO

Así nació Wings y Ribs

Katiuska González es la dueña del nuevo restaurante de alitas que abrió en Urdesa. Asegura que todas las salsas son de su autoría

El pasado 30 de septiembre Katiuska González inauguró el sueño de su vida: su propio restaurante de alitas de pollo. El local, de dos plantas, adornados con colores neones en su interior, de cuyas paredes se aprecian pinturas dinámicas con colores vivos, está situado en la ciudadela Urdesa Central, en el norte de Guayaquil. Es elegante, limpio, tiene música de fondo y un ambiente que atrapa a amigos y familias.

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Lo mejor de este sitio, llamado Wings y Ribs, es su plato principal. Es que preparar alitas de pollo, bañadas en diferentes salsas, es un trabajo que esta guayaquileña de 26 años realiza desde hace al menos cinco años, con mucha pasión. Crear nuevos sabores y cocer al punto las alitas y muslos de pollo, por el que se 'derriten' miles de guayaquileños, es su especialidad.

"Quería abrir mi propio restaurante desde hace mucho tiempo, fue así que decidí hacerlo”. Y se puso manos a la obra. Llamó a uno de sus mejores amigos para proponerle una sociedad.

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Carlos Hidalgo sirve alitas. Él es el socio de Gonzáles en el restaurante situado en Urdesa.CHRISTIAN VINUEZA/EXPRESO
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“Ella me propuso abrir un restaurante. Ambos queríamos tener nuestro propio negocio desde hace mucho tiempo. Para darme una muestra de su plan, cocinó de todo un poco, entre esos, alitas. Las probé y le dije 'vamos', abramos el negocio. Nos llevó mes y medio organizar todo y ejecutarlo”, cuenta sonriente Carlos Hidalgo, su socio de 32 años de edad y también guayaquileño.

Además de las alitas, Wings y Ribs ofrece costillas, pecho de paloma, filete de pollo, entre otros. “Saqué dos salsas nuevas, para mi negocio. Inventé la BBQ Hawaiana (por la música hawaii de vacaciones) y salsa gold. Estoy feliz, porque siempre pensé que sería la esposa del dueño de un restaurante, ahora me demostré a mí misma que la dueña del restaurante puedo ser yo”, enfatiza con una sonrisa de orgullo.