
¿Paro de transportes en Guayaquil?: esto es lo que ocurre con los buses urbanos
Los buses sí están laborando, pero no en su totalidad. Hay incertidumbre en la ciudadanía por posibles paralizaciones
La mañana de este lunes 15 de septiembre, Guayaquil amaneció con un ambiente de incertidumbre. Aunque no existía un anuncio oficial de paralización, la expectativa de una posible suspensión del servicio de transporte urbano generó preocupación entre los ciudadanos.
El temor a quedarse sin buses llevó a muchos trabajadores a buscar alternativas para llegar a sus destinos. En varias zonas de la ciudad, se evidenció un aumento en la demanda de transporte alternativo, mientras que otros usuarios aguardaban con paciencia en las paradas habituales.
Un recorrido realizado por EXPRESO permitió constatar que las unidades de transporte urbano sí estaban circulando, aunque no de manera plena. En varias paradas, sobre todo del norte y sur de la ciudad, las filas de pasajeros se prolongaban debido a la reducción de la flota disponible.
Desde la Federación de Transporte Urbano del Guayas se informó que, actualmente, los buses operan con cerca del 70 % de su capacidad habitual. El motivo, explicaron, es que varias unidades no pudieron abastecerse de diésel el pasado viernes, cuando aún se mantenía el precio de 1,80 dólares por galón.
El gremio reiteró su inconformidad con la eliminación del subsidio, medida que consideran insostenible para el sector. Por ello, solicitan al Gobierno que se aplique un esquema de compensación focalizado que reduzca el impacto en los transportistas.
Pese a esta reducción parcial en la operación, los servicios de Metrovía y taxis se mantienen funcionando con normalidad, lo que ha permitido sostener la movilidad en distintos sectores de la ciudad.
Compensaciones económicas y plan de renovación
Frente a la polémica, el Ejecutivo anunció un paquete de medidas para amortiguar el impacto en el transporte. Según las autoridades, 23.300 choferes del servicio de pasajeros recibirán entre 400 y 1.000 dólares mensuales, lo que representará una inversión aproximada de 220 millones de dólares. Estos pagos, aseguran, ya están en ejecución y buscan evitar que los costos se trasladen al usuario final.
Adicionalmente, se presentó el programa “Nuevo Transporte”, que prevé una línea de financiamiento de 150 millones de dólares para renovar la flota de unidades. Este plan contempla un bono de chatarrización de hasta 20.000 dólares por vehículo y créditos con una tasa preferencial subsidiada del 9 %. A ello se suma el pago de una deuda histórica de 80 millones al transporte de pasajeros, junto con inversiones de 10 millones en seguridad vial y 23 millones para implementar áreas de descanso y controles de peso en la red estatal.
De forma complementaria, el Gobierno ofreció una compensación económica temporal, por tres meses, dirigida al transporte comercial de carga pesada, mixto, escolar, institucional y turístico.
Pese a esto, los transportistas desconfían que el Gobierno Nacional logre cumplir en el tiempo con todos los ofrecimientos realizados.
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