
Mirador de Samborondón: la obra que prometía turismo y hoy refleja abandono
Ciudadanos aseguran que hay otras prioridades, mientras el Municipio de Juan José Yúnez pide paciencia
Lo que se anunció como una obra emblemática para el turismo de Samborondón terminó convirtiéndose en un reflejo del abandono y la improvisación.
El mirador de Santa Ana y la Virgen María, ubicado en el kilómetro 2,5 de la carretera Samborondón-Salitre, fue inaugurado con entusiasmo en julio pasado por el Municipio.
Hoy, apenas tres meses después, el sitio luce desolado, deteriorado y con evidentes señales de descuido. EXPRESO acudió al lugar tras recibir denuncias ciudadanas y constató lo que muchos moradores ya advertían: que es un proyecto sin accesibilidad y sin visitantes.
Camino de ingreso está destrozado
El trayecto hasta el mirador representa un verdadero desafío. Para llegar al sitio, el equipo periodístico de EXPRESO debió recorrer más de 30 minutos por un camino estrecho y destrozado, cubierto de polvo y piedras que dificultan la conducción.
Las llantas patinaban con frecuencia y en varios tramos era evidente que el paso simultáneo de dos vehículos sería prácticamente imposible, pese a que durante los trayectos nunca hubo dos vehículos en el camino.
A pesar de desplazarse en una camioneta, el equipo no logró llegar hasta la cima del cerro debido al pésimo estado de la vía improvisada. Los huecos y la falta de señalización hacen del ascenso una experiencia riesgosa, especialmente para automóviles pequeños.

Desarrollo turístico no llega al sector
La obra, construida a 225 metros sobre el nivel del mar, tiene como figura principal un monumento de 25 metros de la Virgen María, que se esperaba que se convirtiera en un atractivo religioso y turístico similar al Cristo Redentor de Río de Janeiro.
La propuesta incluía la instalación de un quiosco de souvenirs y baterías sanitarias, promesas cuyo cumplimiento, al momento de la visita de EXPRESO, no se observó.
En el sitio solo había un quiosco cerrado. Durante las casi dos horas de recorrido de EXPRESO, no apareció ningún visitante. Solo se encontró a un morador de la zona que pidió que no se revele su identidad, pero expresó su decepción.
“Dijeron que iban a hacer un gran mirador como el de Río de Janeiro, pero lo que hicieron fue reírse de nosotros. No llega casi nadie”, manifestó con resignación, mientras observaba el cerro vacío.
El ciudadano añadió que subir hasta el mirador es un verdadero reto. “Da pena ver cómo muchos carros se quedan a mitad de camino. No puede ser turístico sin una vía realmente transitable. Los domingos es cuando medio viene gente, y con suerte llegan cuatro carros en todo el día”, relató.
Más allá del abandono, el lugar también representa un punto de riesgo. Durante el recorrido, este Diario constató la presencia de grupos de personas reunidas en zonas apartadas del cerro, generando preocupación entre los pocos que deciden subir al sitio.
“Aquí vienen a reunirse para consumir drogas y otras cosas indeseables. Solo para eso ha quedado. A muchos samborondeños les da miedo subir”, lamentó Luis Mario Cedillo, quien tiene un pequeño local comercial en los bajos del cerro.

El proyecto, que buscaba impulsar el turismo local, hoy genera más críticas que orgullo. Varios samborondeños cuestionan la decisión municipal de invertir en una obra de este tipo, mientras problemas básicos como el suministro de agua o la limpieza urbana siguen sin resolverse.
“Constantemente tenemos problemas con el agua. A veces llega sucia, otras con baja presión y en ocasiones se va por completo. Eso es lo que debería atenderse primero, no una estatua a la que nadie va. Da coraje que se utilice dinero en cosas que no necesitamos”, reclamó César Molina, morador del cantón.
Otro residente, Luis Cruz, criticó la falta de prioridades en la gestión municipal. “¿En qué ayuda esto al aseo de las calles, los parques o a las verdaderas necesidades de Samborondón? No saben en qué gastar la plata”, dijo molesto en una de las publicaciones del alcalde sobre el mirador en redes sociales.
Muchos moradores del cantón aseguran que ni siquiera conocen esta obra municipal, ni los beneficios que trae. “Si yo que vivo aquí no la conozco, menos la gente de afuera. Lo que sea que hicieron pensando que es turístico, no ha funcionado”, se quejó Dino Alvarado, quien reside en el centro de la cabecera cantonal.
Carros 4x4 sí pueden subir, responde el Municipio
Acerca de esta situación, EXPRESO consultó al Municipio de Samborondón, que a través del departamento de comunicación indicó que esta es apenas la primera fase del proyecto y que para el 2026 se tiene contemplado mejorar la vía y colocar iluminación. Hasta la fecha no se ha establecido presupuesto para esta obra.
Sobre la dificultad para llegar hasta el mirador, respondieron: “Los carros 4x4 sí pueden. Además, también muchas personas hacen peregrinaciones y lo suben a pie. El objetivo es conjugar el turismo, la religiosidad y el paisajismo”, comentó Rebeca Morla, directora de Comunicación del Cabildo.
La inversión municipal de esta primera fase fue de $ 144.980, lo que comprende únicamente la figura.
Los samborondeños consideran que el mirador, que debía ser un símbolo de fe y desarrollo turístico, se ha transformado en un espacio vacío y de riesgo. En un recordatorio de abandono, alegan.
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