
La recuperación del cerro Colorado: iniciativas para restaurar el ecosistema afectado
Boas, iguanas y culebras están entre los animales que murieron durante el último incendio forestal registrado en Guayaquil
El más reciente incendio forestal registrado en cerro Colorado, los pasados 25 y 26 de septiembre, afectó a algunas especies de boas, iguanas y culebras, entre otros animales.
Además, doce hectáreas fueron dañadas por las llamas, según informó el Municipio de Guayaquil, sobre la emergencia registrada en esta zona protegida del noroeste de la ciudad.
Tras la novedad, voluntarios de la organización Proyecto Sacha recorrieron el sitio para determinar cuántas especies murieron y se encontraron incluso con un sitio de culto clandestino.
Más de 26 unidades del Cuerpo de Bomberos trabajaron por más de cinco horas, el jueves, para apagar las llamas, aunque se reactivaron en la tarde del viernes.
El bosque protector cerro Colorado se ubica en el noroeste de Guayaquil
Cómo remediar el daño al ecosistema en cerro Colorado
Tras el daño causado por las llamas y la actividad humana en este pulmón de la ciudad, surgen algunas alternativas para contribuir al mejoramiento del ecosistema.
Así lo determina una investigación, elaborada en 2020, por estudiantes de la Universidad Agraria, que busca la restauración de espacios naturales degradados.
El grupo, encabezado por la docente Aurora Montiel, recordó que "este bosque ha sido vulnerado en algunas ocasiones por actividades de extracción de madera para ebanistería, construcción de casas, embarcaciones y leña como fuente de combustible; además de ser expuesto para la cacería y en varios incendios provocados, algunos de magnitud considerable".
"Cerro Colorado está rodeado de urbanizaciones, por ello los animales que allí habitan no cuentan con un corredor como un parque u otra área verde para trasladarse", se observó en la investigación.
En la propuesta de restauración se toma en cuenta lo señalado en el Manual Agropecuario Agrícola, de 1998, que señala un plan de reforestación, con una distancia de siembra promedio de 5 a 7 metros entre árboles.
También se considera un Plan de manejo de residuos sólidos, con procedimientos para su clasificación desde la fuente, almacenamiento, reutilización o reciclaje.
Entre las iniciativas del plan propuesto están:
- Enseñar a la población, mediante capacitaciones, a que no arroje sus residuos en los espacios abiertos
- Prohibir la quema de residuos sólidos en el cerro
- Motivar a que la ciudadanía separe y organice sus residuos para que sean reciclados
- Establecer rutas y frecuencias de recolección de desechos
El objetivo es "prevenir, eliminar o minimizar los impactos ambientales resultantes de la generación de los residuos sólidos", se indica en el documento.
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