
Guayaquil celebra sus fiestas con sabor: menús típicos en hoteles y restaurantes
Varios espacios gastronómicos de Guayaquil han lanzado menús y festivales especiales en honor a la Perla del Pacífico
Durante las Fiestas Julianas 2025, hoteles y restaurantes de Guayaquil celebran la tradición culinaria porteña con menús especiales y festivales gastronómicos. Espacios como el Hotel Wyndham, el Restaurante Lo Nuestro, el Unipark Hotel y el Hilton Colón ofrecen platos típicos como caldo de bola, encebollado y guatita, revalorizando sabores locales y generando experiencias nostálgicas. Estas propuestas no solo atraen a turistas, sino que fortalecen la identidad gastronómica de la ciudad, convirtiendo la comida en protagonista de las celebraciones.
En el marco de las Fiestas Julianas, hoteles y restaurantes de la ciudad se han sumado a la celebración con propuestas culinarias que rinden homenaje a los sabores tradicionales porteños. Desde menús inspirados en la cocina local hasta festivales gastronómicos que invitan a descubrir reinterpretaciones de platos clásicos, la gastronomía se convierte en protagonista de esta temporada festiva.
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EXPRESO recorrió espacios que están apostando por experiencias gastronómicas únicas para conmemorar el mes de Guayaquil. A través de sus chefs, ingredientes y conceptos, estos lugares ofrecen una mirada renovada al patrimonio culinario local, conectando al comensal con la historia y el sabor de la Perla del Pacífico.
Hotel Wyndham Guayaquil: Festival de sabores con vista al río

El Hotel Wyndham Puerto Santa Ana tiene su Festival de Sabores del Puerto, una propuesta que busca rescatar los sabores más entrañables de la cocina guayaquileña. “Nos motivó el amor a nuestras raíces y qué mejor que hacerlo en este mes de fiestas de Guayaquil”, cuenta Juan Diego González, chef ejecutivo del hotel.
Con una propuesta que incluye desde encebollado, guatita, seco de pollo y chancho, hasta postres como chocula, y espumilla, el festival apuesta por el sabor y la memoria. “Queremos que las personas sientan recuerdos memorables, que vuelvan a su niñez con cada bocado”, dice el chef.
El desayuno se ofrece de 06:30 a 10:30 y el almuerzo de 12:30 a 15:30, con precios desde $23,63. Con una acogida creciente y cerca de 70 comensales por día, el hotel aspira a que este festival se convierta en un evento emblemático durante julio.

Restaurante Lo Nuestro: El sabor del recuerdo hecho homenaje

Para el chef Mario Miranda, del Restaurante Lo Nuestro, la motivación detrás de su propuesta por las Fiestas Julianas nace del deseo de rescatar los sabores que forman parte de la memoria colectiva guayaquileña. “Queremos que la gente recuerde, vuelva a vivir y vuelva a probar esos sabores que por la modernidad se han ido perdiendo”, afirma.
Durante todo julio, ofrecen un menú especial con tres preparaciones que rinden homenaje a la identidad porteña: una papa rellena, un innovador caldo de bola de cangrejo y un cóctel elaborado a base de chicha resbaladera, ron y amareto. Esta última bebida busca revalorizar un ícono tradicional poco explorado por las nuevas generaciones.
Más allá de la comida, la experiencia se complementa con un ambiente que funciona como museo del Guayaquil antiguo, con fotografías que evocan el pasado de la ciudad. “Venir a Lo Nuestro es visitar un hogar guayaquileño con historia y sabor”, dice Miranda. El restaurante se encuentra en Víctor Emilio Estrada y De Las Higueras, y su carta busca dejar huella incluso después de julio, con platos como el caldo de bola de cangrejo que podrían convertirse en fijos del menú.

Unipark Hotel: 28 años celebrando a Guayaquil desde el paladar

Con una tradición que se ha mantenido por 28 años consecutivos, el Hotel Unipark y su Restaurante La Fundadora presentan nuevamente su festival Guayaquil de Mis Sabores, una propuesta gastronómica que se ha convertido en referente durante el mes de julio. “No solo nos posicionamos como hotel y restaurante, sino que también ayudamos a fortalecer el comercio local de la zona al atraer turistas de otras provincias”, indican desde la organización.
Durante todo el mes, los visitantes pueden disfrutar de desayunos típicos por $17 más impuestos, un almuerzo buffet con platos tradicionales por $22,50, y una encantadora tarde de 'aplanchados y chocolate' por $10. Desde el caldo de salchicha hasta los buñuelos, el menú refleja los sabores que caracterizan a Guayaquil. “Queremos que quienes nos visiten se vayan contentos, con el sabor de nuestra ciudad en la memoria y el corazón”, señalan. La experiencia está disponible de lunes a domingo en el restaurante La Fundadora, un espacio que sigue apostando por el rescate y la difusión de la gastronomía porteña.

Hilton Colón: Una experiencia con sabor, tradición y servicio cinco estrellas

Con entusiasmo y fidelidad a su tradición, el Hotel Hilton Colón ha preparado para este julio el Buffet Herencia Guayaquileña, una propuesta que se despliega en el Café Colón y que rinde homenaje a los sabores más auténticos de la ciudad. “Estamos motivados por ofrecer lo mejor de nuestro oficio y celebrar a Guayaquil desde la cocina”, afirma Miguel Ponce, director de Alimentos y Bebidas del hotel.
El buffet, disponible todos los días de 12:30 a 15:00 a un valor de $35 con impuestos incluidos, incluye platos calientes, ceviches, ensaladas, pastelería local y una variedad de preparaciones frías que permiten recorrer la diversidad culinaria de la ciudad. “Lo más lindo es ver cómo cada miembro de una familia tiene su favorito y se genera esa conversación de cuál plato fue el mejor”, comenta Ponce. La experiencia no solo destaca por su menú, sino también por la hospitalidad que caracteriza al servicio del Hilton. “Queremos que nos acompañen a disfrutar lo mejor de nuestra cocina y que se sientan como en casa”, concluye.

Las Fiestas Julianas no solo se viven en las calles o con música, también se celebran desde la mesa. Este recorrido por cuatro propuestas locales demuestra cómo la cocina se convierte en un puente entre la tradición y la innovación, entre el recuerdo y el presente. Ya sea a través de un caldo de bola, una papa rellena o una tarde de aplanchados, cada plato cuenta una historia de Guayaquil.
La invitación está abierta: durante todo julio, hoteles y restaurantes los esperan con menús que exaltan lo mejor de nuestra gastronomía. Una oportunidad para reencontrarse con los sabores de siempre y para seguir construyendo, bocado a bocado, el orgullo de ser guayaquileños.
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