
Fundación PDD gradúa a 2.000 estudiantes de capacitaciones gratuitas en Guayaquil
Formación en enfermería y cosmetología lidera demanda en Fundación PDD
La Fundación Paz, Progreso y Dignidad (PDD) celebró la graduación de 2.000 estudiantes que culminaron tres meses de formación gratuita en áreas de alta demanda laboral. El acto marcó un nuevo hito para el proyecto impulsado por Pedro Pablo Duart, que se ha consolidado como una de las alternativas educativas más importantes para los sectores populares de Guayaquil, especialmente en un contexto donde miles de ciudadanos buscan capacitación para mejorar su economía familiar.
Una respuesta a la necesidad de educación práctica
Durante este ciclo, la fundación mantuvo su ritmo habitual de 1.500 nuevos estudiantes cada mes, respondiendo a una oferta basada en lo que los barrios requieren con urgencia. “La gente te demanda mucho enfermería porque están al cuidado de adultos mayores o personas con discapacidad. Poner una inyección o un suero te permite generar recursos económicos”, explicó Duart a EXPRESO. Los cursos de cosmetología, maquillaje, ventas y marketing también se mantuvieron entre los más solicitados por su rápida inserción laboral. “Estamos ayudando a la economía familiar de los guayaquileños”, sostuvo.

La mayoría de los graduados reportó haber conseguido empleo o haber iniciado un emprendimiento después de su certificación, consolidando a PDD como un motor de movilidad social en la ciudad. Las convocatorias se difundieron en redes sociales y a través del canal de WhatsApp de Pedro Pablo Duart, donde cada anuncio generó una respuesta masiva. “Cada vez que abrimos una convocatoria al día siguiente tenemos 200 o 300 personas interesadas en estudiar”, recordó.
La apuesta por una educación integral
Aunque el enfoque formativo se ha mantenido desde los inicios, la fundación reforzó su apuesta por una educación integral. Además de las materias técnicas, los estudiantes recibieron clases de matemáticas, valores, liderazgo —a través del programa Semillero— y actividades como yoga, bailoterapia y ejercicios físicos.
“Les estamos dando dignidad a través de la educación, a través del conocimiento”, subrayó Duart, quien destacó que el proyecto no solo enseña habilidades, sino que fortalece la identidad y la autoestima de los participantes.

Testimonios de resiliencia que invitan a ir adelante
Durante el proceso educativo surgieron historias que evidenciaron la resiliencia de los estudiantes. La fundación acompañó a mujeres en tratamiento por cáncer que aun así completaron su formación, así como a jóvenes que enfrentaron episodios de violencia extrema en sus comunidades. El caso más reciente fue el de una estudiante que falleció tras un ataque armado en la vivienda de un familiar. A pesar de ese panorama, la organización observó cómo la educación se convirtió en un refugio y una herramienta de esperanza para muchos.
La demanda por estudiar en la fundación superó nuevamente la capacidad instalada. Un total de 55.000 personas permanecen en lista de espera, reflejando el deseo profundo de miles de guayaquileños por acceder a educación gratuita. “La gente no quiere que le regales un bono; quiere la oportunidad de estudiar y de triunfar”, afirmó Duart. La ceremonia de graduación no solo cerró un ciclo académico, sino que reafirmó la misión de la fundación: transformar vidas a través del conocimiento en tiempos difíciles.