Foto de Sistema Grana (11139576)
Situación. Teresa Anda muestra las notificaciones que recibe mes a mes, detallando el aumento exponencial de su deuda.Miguel Canales Leon

“La deuda sigue creciendo a la par de mis males personales”

Los valores de los créditos educativos aumentan y la Senescyt no ofrece alivio a los deudores. Los intereses suman de 8.000 a 12.000 dólares más

El viacrucis de los jóvenes por pagar sus créditos educativos no acaba. El año pasado, EXPRESO publicó una serie de relatos de personas, ya para ese momento profesionales, que pedían a gritos ayuda para buscar un “trato justo” que les permita cancelar el préstamo que en el pasado adquirieron con el entonces llamado Instituto Ecuatoriano de Crédito Educativo y Becas (IECE), cuyas cifras se multiplicaron con el tiempo al no tener cómo pagarlas.

Becarios hipotecas

“Nos piden hipotecar la casa para pagar una deuda inviable”

Leer más

Denunciaron que la Senescyt les ponía trabas y hacía que el proceso se torne engorroso. No piden que la deuda sea perdonada en su totalidad, pero sí que les alivien los grandes intereses que se han sumado, y les den facilidades para pagar sin tener que sufrir, en algunos casos, los bloqueos de sus cuentas crediticias, plantearon.

Lea también: El viacrucis de los jóvenes por pagar sus créditos educativos

Hoy, a poco más de seis meses del último reportaje que este Diario publicó y en el que se anunciaron posibles ayudas, este mismo grupo de personas o sus padres, a quienes les pidieron incluso hipotecar sus casas, dialogan con EXPRESO para asegurar que la situación no solo que se mantiene, sino que es peor. Por ello, piden que su problema se visibilice. “No podemos más, ni sabemos ya qué hacer”, advierten.

Cantidad.A nivel nacional hay 6.254 deudores principales, sin contar a los garantes, afectados por los procesos de coactivas que la Senescyt les ha emitido.

Este Diario consultó a la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) sobre esta situación que azota a cientos de ciudadanos.

¿Qué propuestas de refinanciamiento, que sean viables, se están dando? ¿Por qué no se condonan los grandes intereses? Esos fueron dos de los cuestionamientos realizados, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

Pero ninguno de ellos ha tenido tregua con el crédito ni con los pesares de la vida cotidiana. Para algunos, su problema no se ha agravado tanto; pero también están aquellos que han perdido mucho y temen perder más, como la vida de sus amados.

Intenté dar ayuda a un joven que lo necesitaba, pero él se fue del país y yo quedé con una deuda que no es mía. El dinero ya no me alcanza para cuidar a mi hijo.

Ludy Aguilera, deudora

Ese es el caso de Karen Calle, quien con ayuda de su madre, Teresa Anda, está luchando por la vida de su padre, a quien le fue detectado cáncer recientemente. También quiere escapar de la Senescyt, que le pide que pague o ponga su casa como garantía de por medio.

En el transcurso de un año desde que Anda habló con EXPRESO, ha sufrido el gran golpe de que su esposo ahora se ve afligido por una enfermedad que puede tener un desenlace mortal. A su estrés por la situación, se añade el hecho de que debe pagar cientos de dólares en tratamientos y medicinas.

Lea tambié: Senescyt: "El Gobierno dio $ 55 millones a universidades cofinanciadas para becas"

Según relata Anda con documento en mano, el monto inicial que pidió en 2014 esta familia fue de 24 mil dólares. La mitad de esa cifra fue pagada desde 2016 hasta 2020, pero por pandemia tuvieron que dejar de cancelar.

En 2015 pedí un crédito, por varias razones tuve que dejar de pagar un tiempo, y ahora debo 10.000 dólares más. Y la Senescyt, sigue sin estar dispuesta a dar facilidades de pago.

Scarlett España, deudora
BECA SENESCYT (9641853)

“Aceptan haber cometido un error, pero no le dan arreglo”

Leer más

Karen salió del país para ayudar con un ingreso extra, pero no es suficiente ni para las medicinas ni para cancelar lo que debe a la Senescyt.

El crédito sigue sumando y el valor que hace un año era menor a 36 mil dólares, ahora llega a 37.600.

“No sabemos qué hacer, no hay ayuda, no hay nada por parte de la Senescyt. La deuda no hace más que crecer a la par de mis males personales. Y los abogados nos persiguen para que paguemos una deuda que si antes era difícil resolver, ahora es imposible”, asevera Anda.

Sin embargo, ella sostiene que siente un pequeño alivio porque su estado de jubilada le impide a esta institución que le congele sus cuentas.

Ni porque busco pagar todo de golpe con ayuda de otro banco, me ayudan a bajar el valor del interés. Ni por todas las situaciones que he pasado son capaces de sensibilizarse.

Freddy Borja, deudor

Pero esa no ha sido la misma suerte de otros afectados, como en el caso de Ludy Aguilera, quien hace un año también habló con EXPRESO y expuso su caso. Ella tiene una deuda de 28 mil dólares solo porque le sirvió de garante a su vecino Pablo Miranda Suárez, quien adquirió el préstamo, pero luego él se marchó del país.

Aguilera entró en coactiva hace un año, cuando aún podía manejar su negocio personal de productos de limpieza. Pero hace ocho meses tuvo que cerrarlo debido a la falta de una vía de pago por el congelamiento de sus cuentas bancarias .

“No tenía donde recibir dinero. Esto me obligó a prestar mi servicio por medio de terceros, como vendedora. Ahora recibo la mitad de lo que ganaba al mes en 2022. Gano menos de 500 dólares y debo alimentar a un niño yo sola, porque su padre ni aparece. Ya no sé qué hacer”, lamenta Ludy, quien ha entrado en desesperación por los grandes valores que se han acumulado.

Lea también: “La Senescyt me quiere cobrar $ 64.000 por una beca que gané”

Hace dos meses muchos de estos deudores vieron una esperanza con el decreto propuesto por el presidente Guillermo Lasso a la Asamblea, que daba cierto alivio a los beneficiarios, de forma parcial. Pero esta medida fue negada y la esperanza volvió a esfumarse para ellos, en especial cuando la deuda se volvió imposible de pagar.

En 2016 Freddy Borja, uno de los deudores, pidió un crédito de 12.000 dólares para su maestría, pero al momento de pagar en 2018, su situación económica se lo imposibilitó, tanto por la salud de su padre como por el despido de su expareja. Sus pagos se atrasaron y entró en coactiva. Ahora debe pagar 20 mil dólares.

senescyt

Senescyt entregará “Ayudas Económicas” a estudiantes universitarios

Leer más

“Para este 2023 recién conseguí una forma para cancelar la deuda, así como un garante para que me ayude en este proceso; pero por este decreto que pensé que se aprobaría, dejé en pausa todo. Ahora debo empezar otra vez desde cero”, explica Borja.

Lo que más le indigna es que por más intención que tenga de solventar su deuda, el ente no es flexible al momento de reducir los valores, aunque sea parcialmente, ya que siguen altos los intereses que le han cobrado a lo largo de los cinco años transcurridos desde que comenzó a pagar el crédito.

¿Te interesó esta noticia? SUSCRÍBETE AQUÍ