Las quejas se escuchan en cada esquina del barrio, los moradores relatan como los enormes árboles afectan su vida diaria y la convivencia de Sauces 4 hace más de cinco años.

EXPRESO atendió las denuncias ciudadanas de decenas de vecinos que reclaman que hace varios años los árboles que superan los 10, 15 y 30 metros de altura sean podados. “No queremos que los manden abajo, eso nunca, pero sí que sean podados. Son árboles que hace más de una década causan problemas. Antes, personal municipal venía y algo medio medio les hacía, pero hace cinco años nada. Y a causa de ello, vivimos con las ramas dentro y sobre las casas, en los balcones, en las ventanas, entran por todos lados”, reclama Abel Gualas, presidente del Comité barrial de Sauces 4; que asegura que ha hecho las gestiones solicitando mantenimiento en repetidas ocasiones.

“Cada vez y cuando llamamos, mandamos oficios, pero nadie nos ayuda. Estamos cansados de vivir así. Nos preocupa sobre todo”, reclama el residente que ayer fue mostrándole a EXPRESO los efectos de esa falta de atención.

Jamil Villacís, residente del bloque 61, se ha cansado a la vez de como las ramas de los árboles le han invadido su hogar . “Se meten por la ventana de la cocina y por las del cuarto. Son los nuevos pero molestosos integrante de la familia. A mi me gustan las plantas, pero no que traigan problemas”, reclama indignado; al hacer hincapié que hasta los animales ingresan a los domicilios.

“Iguanas, murciélagos, mariposas enormes, aves de todo tipo e insectos se meten en las casas por estas ramificaciones, todo es culpa del descuido municipal. Que vengan y poden eso urgente, por favor”, dijo desesperado el hombre de 53 años.

En el recorrido, este Diario pudo evidenciar otra de las problemática. ”Miren estas veredas, están rotas (foto 2) y la gente no puede ni caminar por aquí, estas raíces ya están causando muchos problemas. ¿Accidentes? Eso pasa a diario. Niños, jóvenes, adultos mayores; todos se caen por culpa de la falta de atención”, agrega Walter Meneses, de la manzana 368.

Mientras tanto en la vía Enrique Gil Gilbert, cerca de las manzanas 372 y 373, los árboles no solo han roto los parterres, sino que el problema se ha trasladado a las calles cercanas. “Aquí siempre hay accidentes porque esas raíces han roto la calle, fíjese como los carros deben frenar a raya. Ocurre a diario”, reclama Vicente Rodríguez, quien ha sido testigo de los siniestros. “En los últimos tres meses por lo menos he contado más de 20 choques. Otra cosa que ocurre es que como esos árboles están viejos y por las lluvias, las ramas empiezan a caerse y caen sobre los vehículos. Hace dos semanas rompieron un parabrisas...”, cuenta.

“Amo la sombra que nos dan, somos beneficiados. Pero nos urge ayuda. Uno ya cocina viendo y retirando hojas sobre los mesones y viendo o tocando hasta los nidos de pájaros. En los bloques del vecindarios ese es nuestro paisaje. Hay que hacer las cosas bien. Solo denle mantenimiento. Aprovechen que estas especies no tienen plaga”, exhorta Clara Magallanes, del mismo sector.

Sobre el por qué de la demora en la atención y cuándo la darán y qué no más incluirá ese mantenimiento, de llegar; EXPRESO consultó al Municipio; que hasta el cierre de la edición no contestó.

Mientras tanto en la manzana 370, el miedo es el común denominador entre las familias. “Los árboles son tan altos que hasta los cables de alta tensión se enredan ahí. En cualquier momento un cortocircuito podría consumir el barrio. Tómenos en cuenta”, pide el residente Miguel Valverde.