
¿Cómo afecta el diseño de la ruta de la Troncal 4 al uso de los ciudadanos?
Se registró un bajo nivel de usuarios durante el primer mes de funcionamiento de este circuito de transporte urbano
A los habitantes del suburbio de Guayaquil todavía les cuesta adaptarse al servicio de la Troncal 4 de la Metrovía. Más de un mes después de su puesta en marcha, las quejas se acumulan: que sale más caro, que toma más tiempo y que las líneas urbanas tradicionales siguen siendo más prácticas.
Uno de los principales reclamos es el costo. “La Metrovía cuesta 45 centavos y tienes que comprar la tarjeta, que es personal. En mi familia somos cinco, tengo que gastar una vez 10 dólares en las tarjetas ($2 cada una) y aparte recargar $2,25 en pasajes. En un colectivo gasto solamente $1,50 y llegamos más rápido”, manifestó un vecino de la calle 29, donde está ubicada la terminal de la nueva troncal.
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José Ibarra, docente de secundaria y profesor particular, también prefiere los buses. “Salgo de trabajar (en el suburbio) y si tengo que dar clases al norte, con los buses tengo opciones de salir directo o, a lo mucho, coger dos. Es verdad que con la Metrovía pago un solo pasaje y voy con aire acondicionado, pero primero tengo que subir a una estación, ir a la Caja del Seguro, bajarme, hacer fila y esperar otro articulado de la troncal 1. Y de ahí, recién rumbo al norte”, argumentó.
Y añadió: “Luego, al volver, hay que bajarse en la terminal Río Daule (en la avenida Benjamín Rosales), esperar un alimentador que no siempre va directo a mi destino, y a veces hay que cruzar a la Terminal Terrestre para coger otro bus. En un bus tradicional me hago 45 o 50 minutos; en Metrovía tardo más de una hora. Y hay que recordar que solo la troncal 4 tiene aire acondicionado; los otros articulados son viejos, calurosos y vas apretado como sardina”.
A pesar de las proyecciones, hay bajo nivel de usuarios
El Municipio de Guayaquil, que retomó y culminó esta obra tras cuatro años de paralización, estimó que la troncal 4 (desde el suburbio hasta el centro) transportaría aproximadamente 100.000 pasajeros diarios.
Sin embargo, esa cifra se aleja de la realidad. Según datos oficiales, entre el 23 de junio y el 23 de julio el sistema movilizó a 417.243 usuarios, lo que representa un promedio de apenas 13.908 personas por día.
En sus 23 estaciones, durante gran parte del día se observa poca afluencia. Incluso, algunos usuarios manifiestan que esta escasez de pasajeros les genera inseguridad.
“No es que sea inseguro el viaje, hasta la veo más cómoda, pero va tan vacía que tengo temor de que me roben o me hagan algo. En el bus te encuentras a las mismas personas a ciertas horas, ya sabes si hay una cara sospechosa. En los alimentadores llega gente de todo lado y eso también puede ser peligroso”, opinó Claudina Arévalo, estudiante universitaria de 20 años.
¿El trazado de la Troncal 4 es funcional?
Brick Reyes, experto en urbanismo y movilidad sostenible, considera que hay varios factores detrás del bajo uso del nuevo sistema. “La comunidad no suele aceptar fácilmente los cambios impuestos. Prefiere seguir usando los buses tradicionales. Pero también hay que preguntarse si el trazado es funcional”, analizó.
Reyes explicó que un sistema de transporte urbano debe priorizar la fluidez y reducir los tiempos entre el origen y el destino. “Da la impresión de que la troncal 4 no cumple con eso”.

Durante dos recorridos hechos por EXPRESO, se comprobó que el trayecto entre la terminal del suburbio y el centro de Guayaquil puede demorar más de 60 minutos en horas pico, pese a que la Alcaldía aseguró que tomaría solo 40 minutos.
Además, el urbanista advierte que la planificación puede estar desactualizada. “La movilidad es el resultado de un estudio de comportamiento social, que es cambiante. Si los estudios de esta troncal se hicieron hace años y no se actualizaron, eso puede estar afectando los resultados”.
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Finalmente, Reyes planteó una reflexión: “La Metrovía fue una solución a inicios de siglo, pero puede que ya esté caduca. Guayaquil necesita un sistema masivo, contemporáneo, ecológico y seguro. Puede ser un metro, un sistema elevado o a nivel del suelo”.
Lo más importante es que no compita con el transporte tradicional, sino que más bien lo complemente, agregó el arquitecto.
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