
Barrios de Guayaquil creen en su potencial para ser destinos turísticos
Hacer corredores gastronómicos y crear espacios con atractivos naturales se propone para promover el turismo en Guayaquil
Carlos Ruiz imagina que las canchas y los parques de Las Acacias, en el sur de Guayaquil, sean un espacio donde no solo sus residentes, sino que el público en general, asista a recrearse y hacer deporte.
Sin embargo, él considera que falta más difusión para que, no solo los turistas, sino que la propia ciudadanía, conozca que existen estos espacios.
“Yo, por ejemplo, no sabía que atrás de La Pradera hay un parque acuático (Laguna del Sur), por ejemplo. Eso no lo sabía. Entonces, hay cosas que desconocemos porque de pronto no hay una buena difusión”, comentó.
El parque acuático Laguna del Sur se ubica entre las avenidas 25 de Julio y Pío Jaramillo Alvarado
Fomentar lugares poco conocidos, pide la ciudadanía
La inseguridad ha golpeado a diversas zonas consideradas turísticas, unas más que otras. Una de esas es la Bahía, en pleno centro, donde incluso ataques con explosivos han generado zozobra.
Pero esto no desanima a comerciantes como Alfredo Balladares, quien repara relojes y vende repuestos, desde hace más de 40 años, en el pasaje comercial Mejía Lequerica, en Malecón y Colón.
“Reducir la inseguridad y el resto solito se va dando. Con seguridad uno se siente tranquilo y solito se expande. Aquí encuentran de todo y, a corto plazo, espero que volvamos a recuperar el ritmo de vida, seguridad y comercio”, dice sonriente.
Javier Solís
Quien también sonríe al consultarle sobre las características que tiene Guayaquil para que el turismo le venza al miedo, es Javier Solís. Él llegó desde hace dos años a la ciudad, de la que destaca la solidaridad y espontaneidad de sus habitantes.
“Hay que incentivar la parte de promocionar más lugares turísticos porque aquí tienen una gran cantidad de lugares emblemáticos que de repente no son muy explotados ni muy conocidos”, afirma Solís, originario de España.
Uno de esos lugares icónicos es el estadio de Barcelona, ubicado en la avenida del mismo nombre. En su explanada deberían hacerse ferias no solo para las festividades de fin de año sino en otras fechas y darles publicidad. Así sugiere Fernando Reyes, quien reside en el sur.

Gastronomía de Guayaquil, herramienta a explotar
Carlos Ruiz
Diversos sectores cuentan con la capacidad de convertirse en atractivos turísticos. Así lo cree Washington Morales, quien vive en La Alborada. Pero no solo en su sector hay sitios interesantes sino en otros del norte, menciona el ciudadano.
“El mercado de Sauces 9 y el corredor gastronómico de cangrejos en Sauces 6, por ejemplo, son lugares que podrían convertirse en verdaderos imanes para el turismo”, insiste Morales.
“La comida puede atraer, es historia. Un símbolo de ciudad que promueve recetas tipicas y transforma las calles o los mercados y restaurantes en puntos de encuentro e intercambio cultural y social”, menciona.
¿Cómo conseguirlo? “Sería clave promocionarlos más, mejorar su entorno y garantizar la seguridad. Imagina poder visitarlos de noche, con un ambiente vibrante y acogedor. Si se colocaran adoquines, murales en los alrededores y luminarias con diseños bonitos, tipo vintage, de esos que evocan épocas pasadas, el lugar se transformaría por completo. Sería espectacular”, imagina Morales.
La ventaja de estos espacios es que tienen “autenticidad cultural, contacto con la naturaleza, riqueza gastronómica y un fuerte componente comunitario”.
Así lo considera el activista y líder comunitario Fernando Alburquerque. “El visitante no solo contemplaría paisajes o monumentos, sino que viviría experiencias vivas: comer un ceviche viendo la puesta de sol en Puná, escuchar historias de pescadores, recorrer en bicicleta o descubrir murales que cuentan la historia popular de la ciudad”.
Él reconoce que los retos en el turismo local “son grandes pero superables”. Señala la necesidad de contar con un “plan integral de turismo sostenible, con indicadores medibles, participación comunitaria y una estrategia internacional”.
Rosendo Elvay vive en la ciudadela Miraflores, que en los últimos años ha visto crecer su oferta gastronómica. En sus locales se ofrece no solo comida ecuatoriana sino también peruana, brasileña, asiática, entre otras. “Debe hacerse la propaganda para que vengan los turistas a disfrutar de la gastronomía y del paisaje”, menciona.
Fomentar el turismo en la naturaleza de Guayaquil
Natalia Molina Moreira, doctora en Biología y guía profesional de turismo, menciona proyectos a realizar, como un orquideario de especies nativas, un centro de interpretación del manglar en los parques lineales, así como exposiciones de mariposas, que han tenido duración temporal pero que ella cree que deberían ser frecuentes.
La también docente investigadora de Ciencias Ambientales, de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), indica que se debe trabajar en la “formación en guías profesionales especializados en la Biodiversidad, que es un recurso poco avisorado en el turismo local”.
“Para que una ciudad sea turística, sus habitantes deben tener una visión de servicios turísticos”, destaca Molina.
Iniciativas y potencial existen en Guayaquil, así como la confianza de sus habitantes. La ciudad solo espera que la voluntad política lleve el turismo a lugares casi olvidados y no solo en las fiestas sino para siempre.
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