
Industria automotriz de EE.UU. alerta que China es una amenaza para el sector
Tensión en el mercado por declaraciones entre representantes que acusan competencia desleal y que caminan a la quiebra
La industria automotriz de Estados Unidos lanzó una de sus advertencias más contundentes de los últimos años al señalar que China representa una “amenaza clara y presente” para el futuro del sector en el país.
La advertencia fue presentada por la Alianza para la Innovación Automotriz, que agrupa a gigantes como General Motors, Ford, Toyota, Volkswagen, Hyundai y Stellantis, ante un comité de la Cámara de Representantes.
En su declaración, la alianza pidió a Washington impedir que fabricantes de automóviles y baterías respaldados por el gobierno chino instalen plantas en Estados Unidos, al considerar que competir en igualdad de condiciones es prácticamente imposible.
Según el sector, la industria automotriz china está impulsada por fuertes subsidios estatales, lo que le permite producir en exceso y vender vehículos por debajo de su costo real, una práctica que los fabricantes califican como dumping.
Los representantes de la industria advirtieron que ni las inversiones actuales ni los esfuerzos del sector privado estadounidense serían suficientes para contrarrestar este modelo, que consideran distorsiona el mercado global.
Restricciones y seguridad nacional en la mira
El llamado de la alianza también incluye mantener y reforzar las restricciones del Departamento de Comercio que bloquean la importación de vehículos con tecnología china. A su criterio, estas medidas son clave para proteger tanto a la industria como a la seguridad nacional.
El congresista John Moolenaar, presidente del comité especial sobre China, reforzó la advertencia al recordar que en apenas cinco años China pasó de ser un actor menor a convertirse en el mayor exportador de autos del mundo, con seis millones de unidades enviadas al extranjero el año pasado.
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Para Moolenaar, los subsidios masivos, el control de materias primas estratégicas y una regulación favorable al Estado han transformado a la industria automotriz china en una herramienta geopolítica.
Temor por el uso de tecnología china
A estas preocupaciones se suman los riesgos en materia de seguridad nacional, incluyendo la posibilidad de que software o componentes de origen chino puedan ser manipulados en un eventual escenario de conflicto internacional.
Hasta el momento, la embajada china en Washington no ha emitido comentarios sobre las acusaciones planteadas por la industria y legisladores estadounidenses.
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