Jardinera sin reja en Guayaquil
En esta jardinera de Juan Tanca Marengo y Las Aguas fue uno de los puntos donde el Municipio de Guayaquil retiró las rejas.CARLOS KLINGER

Jardineras sin rejas en Guayaquil, el reto en el que falta incluir a la ciudadanía

Municipio retira estructuras consideradas “barrera visual”, pero especialistas sugieren apoyarse de los residentes

Su retiro ha pasado desapercibido. El espacio que ocupaban, ahora luce despejado, abierto y libre. Pero sacarlas forma parte de un proceso que ha sido indiferente para la ciudadanía.

Con máximo un metro de altura, las estructuras metálicas servían para delimitar áreas verdes, aunque no impiden el paso de personas si estas se lo proponen. Son las rejas colocadas desde hace algunos años en sitios como los bajos de pasos a desnivel, y que el Municipio de Guayaquil empezó a retirar.

“Las estructuras metálicas habían representado una barrera visual que limitaba la apreciación de jardines, diseños ornamentales y demás intervenciones que realzan el paisaje urbano”, indicó el Cabildo en una publicación del 22 de agosto.

Eliminar estas barreras urbanas para que los espacios públicos sean accesibles a todas las personas, con el enfoque de unir a la comunidad en lugar de aislarla, es la recomendación que durante varios años han hecho urbanistas en EXPRESO.

Sin embargo, este proceso urbano de transformación de los espacios públicos podría ser una oportunidad desaprovechada para involucrar a residentes y ciudadanía en general.

Ciudadanía desconoce el retiro de rejas en Guayaquil

El paso de peatones suele ser incesante en la intersección de Francisco de Orellana y Carlos Plaza Dañín, en el norte. En una zona rodeada por centros comerciales, los transeúntes suelen coincidir en el desconocimiento de esta acción. “No sabía”, responden a la consulta sobre el retiro de rejas.

Luego expresan la desconfianza de que la medida pueda resultar. “Por la cultura que tenemos nosotros, creo que sí serviría un poco más tener rejas por la protección, sobre todo de las áreas verdes”, dice Janina Montiel. En cambio, Juan Fletcher opina: “Puede ser que sí (funcione), se puede ver más estético”.

espacios públicos utilizados como urinarios en Guayaquil
En ciertos lugares han dejado las rejas, pero esto no impide que haya ciudadanos que utilicen el espacio público como urinario.CARLOS KLINGER

Pero esas dudas e incertidumbre pueden convertirse en certeza y compromiso si las autoridades involucran a residentes y ciudadanía en este proyecto, para fomentar el “sentido de pertenencia”.

Así lo cree Daniela Hidalgo, docente de Arquitectura de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES). “Cuando eres parte de un proyecto, en el proceso participativo (incluye levantamiento de información, diseño, definición de acciones y capacitación), cuidas más el parque o el espacio público”, resalta la especialista.

“Esos proyectos de cuidado de los parques y los espacios, tienen que venir alineados con campañas, capacitación y procesos participativos de todos los actores que usan el espacio, para que puedan cuidarlo, vigilarlo y respetarlo”, insiste.

Cambio no será inmediato pero es necesario, dice urbanista

Para el urbanista Boris Forero, también docente de Arquitectura, el retiro de las rejas es positivo y simbólico. “Quitarlas es un primer paso. Me parece interesante que se haga en espacios relativamente pequeños, porque se da el mensaje de que es necesaria la vida en comunidad y que sean espacios accesibles”, menciona.

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Él destaca que en ciudades como Medellín (Colombia), que atravesaron una crisis de inseguridad, al igual que Guayaquil, ir abriendo los espacios públicos funcionó. 

“Son cambios que no se van a dar de la noche a la mañana, pero son gestos y simbolismos que la gente empieza a valorar. Un reto de la administración es insistir en eso y estar pendiente de lo que la gente diga”, advierte.

En su publicación, el Municipio aseguró que “esta acción forma parte de una estrategia de revitalización urbana que busca realzar el entorno paisajístico y fomentar una conexión más cercana entre la comunidad y sus áreas verdes”.

EXPRESO le solicitó una entrevista a la Alcaldía para conocer las directrices del plan y qué estrategias se aplican para involucrar a la gente en el cuidado de espacios. Sin embargo, no hubo respuesta.

La institución detalló algunos de los lugares donde se quitaron las rejas: 

  • Benjamín Carrión y Juan Tanca Marengo 
  • Franklin Verduga (frente al colegio Aguirre Abad)
  • Monumento a la Madre (avenida de las Américas)
  • Machala y Brasil (frente al colegio Guayaquil)
  • Francisco de Orellana y Carlos Plaza Dañín
  • Avenida del Periodista y Kennedy
  • Delta y Tungurahua 
  • Carlos Plaza Dañín y Cosme Renella

Hidalgo cree que, a largo plazo, se podría pensar incluso en retirar enrejados más grandes, pero admite que “tomará años la transformación”.

Para Forero, al principio puede ser extraño, pero ese cambio de chip tiene que darse sí o sí por el bien de la sociedad, a fin de que haya comunidad. “De lo contrario, vamos a vivir encerrados por siempre”, alega. 

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