
Mario Pineida jugador de Barcelona SC asesinado al norte de Guayaquil
El asesinato de Mario Pineida conmociona al fútbol y enluta a Barcelona SC, club con el que fue campeón en 2016 y 2020
La violencia volvió a teñir de luto al fútbol ecuatoriano y esta vez golpeó con fuerza a Barcelona Sporting Club. La tarde del miércoles 17 de diciembre de 2025, lo que durante horas fue un rumor terminó por confirmarse: Mario Pineida, futbolista del conjunto amarillo, fue asesinado a las afueras de una carnicería ubicada en el sector de Samanes 4, en el norte de Guayaquil.
La noticia conmocionó al deporte nacional y dejó en shock a la hinchada torera, que aún no asimila la pérdida de uno de sus jugadores más representativos de los últimos años. En el hecho de violencia también fue asesinada una acompañante, presumiblemente su esposa.

Así fue su carrera deportiva
Pineida había regresado en 2025 a Barcelona, club con el que escribió páginas importantes de su carrera. Fue campeón nacional en 2016 y 2020, además de levantar la Copa Ecuador 2024 con El Nacional, títulos que reflejan su trayectoria sólida y su vigencia en el fútbol ecuatoriano. Su muerte no solo enluta a Barcelona, sino a todo el balompié nacional, que nuevamente se ve golpeado por hechos de violencia fuera de las canchas.
Mario Pineida nació en Santo Domingo el 6 de julio de 1992. Se desempeñaba como lateral ambidiestro y destacaba por su velocidad, despliegue físico y constante proyección ofensiva, cualidades que lo convirtieron en un jugador confiable tanto en defensa como en ataque. Su formación comenzó en Panamá S. C., pero dio un salto decisivo al incorporarse a Independiente del Valle en 2010, donde empezó a consolidarse como un lateral moderno.

Fue parte de la selección nacional
En 2015 vivió uno de los momentos más recordados de su carrera al marcar el gol del triunfo ante Estudiantes de La Plata por Copa Libertadores, aunque el equipo quedó eliminado en la serie. También integró las selecciones juveniles sub-15, sub-17 y sub-20 de Ecuador, participando en el Mundial Sub-20 de 2011.
Su rendimiento lo llevó a Barcelona en 2016, donde se consolidó como titular y pieza clave en los títulos obtenidos. Más tarde, su buen nivel internacional le permitió sumar experiencia en el fútbol brasileño con Fluminense. Hoy, su legado deportivo queda marcado por la entrega, el profesionalismo y una carrera que fue truncada de manera trágica.
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