
Jimmy Montanero: "Ser abuelo es la mejor posición en la que me ha tocado jugar"
El histórico zaguero celebra la vida. Sobre el Ídolo y su crisis, cree que la envidia entre dirigentes le hace daño.
Hablar de Jimmy Montanero es recordar a uno de los símbolos más importantes de la historia de Barcelona en las décadas de los 80 y 90. Capitán del equipo durante más de diez años, seis veces campeón y referente de la Selección Ecuatoriana, el exdefensa se convirtió en estandarte de la fidelidad a una sola camiseta. Nunca necesitó cambiar de colores para ganarse el reconocimiento como uno de los jugadores más leales y representativos del fútbol nacional.
Tras su retiro, Montanero incursionó en distintos caminos: fue asistente técnico, entrenador, gerente deportivo, funcionario público y hasta empresario. Sin embargo, hoy vive una etapa distinta, más íntima y personal. “Soy feliz como abuelo de cuatro nietos. Ese rol supera cualquier campeonato o trofeo levantado”, confesó en entrevista exclusiva con EXPRESO.
Feliz cumpleaños crack @jimmy_montanero leyenda de @BarcelonaSC pic.twitter.com/NgFl0OgvYa
— Hincha de Corazon (@corazon_hincha) August 24, 2024
Lejos de las canchas, pero aún ligado al deporte, actualmente comparte su experiencia en el programa Expertos del Fútbol, junto a Johnson Sáenz, Luis Bustamante y Simón Cañarte, desde la cabina de JC Radio La Bruja. Allí analiza el presente del balompié con la autoridad de quien vivió la intensidad de cada partido desde el terreno de juego.
El “abuelo Jimmy” -como él mismo se autodenomina hoy con orgullo- tiene 65 años ya y goza de su vida familiar, aunque no es ajeno a la fidelidad que lo marcó en Barcelona, por ello no oculta hablar de la realidad que atraviesa el club torero y el significado y las sensaciones que le genera.

¿Cómo va la vida de Jimmy Montanero?
Muy bien, gracias a Dios. Estoy en otra etapa, distinta a lo que viví como futbolista profesional, pero igual de importante. Hoy disfruto de mi familia, de mis cuatro nietos que me ocupan la mayoría del tiempo y que son una alegría inmensa. Soy el más feliz de poder compartir momentos importantes en su crecimiento; es algo que no tiene comparación. Además, sigo vinculado al fútbol desde la cabina de JC Radio La Bruja, 98.5 FM, comentando, analizando y compartiendo lo que aprendimos en la cancha sobre los jugadores, los clubes, la Selección y, por supuesto, Barcelona.
Ha sido jugador, capitán de Barcelona y de la Selección, empresario, entrenador, hincha… ¿qué le faltó hacer?
Nada. Creo que lo más grande ya lo estoy viviendo. La etapa de abuelo es la mejor y no la cambio por nada.
¿Abuelo, mejor que ser jugador o capitán de Barcelona?
Por supuesto, mucho mejor. Es una etapa maravillosa. Los nietos tienen una conexión especial con los abuelos. Ellos se abalanzan sobre mí, me buscan, me llenan de cariño. Soy ese abuelo que consiente, que da golosinas, que los malcría un poco. Ese amor no se compara con nada, ni siquiera con levantar una copa.
Fue jugador, entrenador, gerente deportivo… ¿cuál fue la etapa de vida más dura?
Aclaremos algo: nunca fui directivo, fui gerente deportivo, que es diferente. También tuve la experiencia de ser coordinador zonal del Ministerio del Deporte. Fue una faceta muy enriquecedora porque aprendí muchísimo, sobre todo en el trato con la gente, con los medios y con dirigentes de distintos niveles.
¿Fiel a una sola camiseta, la de Barcelona?
Sí, totalmente. Desde niño me identifiqué con el amarillo. No tuve una figura paterna que me inculcara un equipo porque mi padre se fue a Estados Unidos cuando yo tenía seis años y no regresó hasta 30 años después. Fueron mis amigos, el barrio y mi amor por el fútbol los que me guiaron. El boom de Brasil también influyó: su camiseta amarilla me cautivó, igual que la de Barcelona y la de la Selección. Nunca imaginé que iba a vestirlas de manera profesional.
En este Montanero del 2025, ¿es comentarista, analista? ¿Qué hace en la radio?
Intento transmitir lo que aprendí en la cancha. Analizo jugadas, rendimientos, pero también doy contexto desde la experiencia real. Estuve 16 años vistiendo la camiseta de Barcelona, la única de mi carrera, y eso me da la autoridad para hablar de viajes, concentraciones, entrenamientos y convivencias. No es teoría de aula, es vivencia pura.
La pregunta del millón: ¿qué cree que le pasa a Barcelona?
Es difícil tener una respuesta clara. A veces pienso que hay envidia dentro del club, luchas de poder. Barcelona es demasiado grande y eso genera tensiones.
¿Cuándo habla de envidia, se refiere a egos?
Exacto. Egos, envidia entre directivos. Se ven peleas internas, acusaciones, fricciones. Que uno se llevó más, que el otro menos. Todo eso termina afectando al club.

¿Qué se puede hacer? Quedan cinco meses para que termine la LigaPro…
Hay que seguir trabajando. Barcelona hoy no tiene grandes posibilidades, pero debe luchar hasta el final. Y si no se logra, vendrá el momento de reestructurar, pensar en un nuevo técnico o mantener al actual, siempre según los resultados. Este es un club inmediato, la hinchada siempre exige títulos.
¿Cree que Ismael Rescalvo llegue al final de la temporada?
Dependerá de la dirigencia. Ellos deben hacer un análisis serio. En el fútbol, técnicos y jugadores son dueños de los resultados, y si no llegan, las decisiones son inevitables. A mí me pasó cuando fui asistente y técnico interino en Barcelona. Recuerdo que “Pocho” Harb me dijo: “Jimmy, si los resultados no te acompañan, tomaremos decisiones”. Y tenía razón.
¿Por qué no se confía en los técnicos ecuatorianos?
Ese es un problema real. Los dirigentes no suelen confiar en el DT nacional. Yo lo sabía. Y es triste.