
San Joaquín, un polo de turismo vivencial a minutos de Cuenca
La localidad ofrece gastronomía, hospedaje y experiencias al aire libre
A menos de 10 minutos del Centro Histórico de Cuenca, la parroquia San Joaquín impulsa el turismo vivencial y comunitario a través de pequeños emprendimientos de sus habitantes. La diversidad y riqueza natural de la zona permiten a los visitantes desconectarse del bullicio de la capital azuaya sin salir de ella.
Pedro Padilla, presidente del Gobierno Parroquial, explicó que buscan posicionar la marca San Joaquín Explora, enfocada en tres áreas con características propias: el centro parroquial, el biocorredor Yanuncay y las comunidades rurales.
Naturaleza y actividades
En un recorrido realizado por Diario EXPRESO se visitó la comunidad de Soldados, ubicada a unos 30 minutos del centro parroquial, dentro del Macizo del Cajas, lo que la convierte en una zona protegida. Allí habitan alrededor de 200 personas y se pueden encontrar rincones únicos que ofrecen gastronomía tradicional, cabalgatas, pesca deportiva, hospedaje y aguas termales subterráneas.
El primer punto de visita es el restaurante Yanuncay, propiedad de Juana Jácome, conocida como ‘Mama Suquita’, ubicado en el centro de la comunidad. Este lugar abrió sus puertas en 1987 como una pequeña cabaña donde se servía arroz dorado acompañado de seco de pollo y la tradicional agua de pensamientos. En aquella época, el centro de Soldados era una parada obligada para transportistas que se dirigían a la Costa, pues la vía Soldados era la ruta más directa hacia la provincia del Guayas. Aprovechando esa situación, Jácome inició su emprendimiento.

Hoy el restaurante sigue siendo un punto de encuentro. Así lo confirman Armando Naula y Walter Mochas, quienes transitan a diario por motivos laborales. Para ellos, el caldo de gallina criolla y la trucha frita son los platos más destacados, sin dejar de lado la tradicional infusión de flores de pensamientos, que ayuda a combatir el frío característico de la zona.
Para disfrutar de las bondades naturales, la comunidad también cuenta con dos complejos turísticos que ofrecen piscinas de aguas termales subterráneas al aire libre, con vista al paisaje montañoso y al río Yanuncay, que corre a pocos metros. Ambos lugares funcionan de manera distinta: las Termas de Pumamaqui atienden solo con reservación y ofrecen uso exclusivo de las instalaciones, mientras que las Termas San Vicente están abiertas al público de sábado a jueves sin necesidad de reservar.

En cuanto al hospedaje, una de las opciones es la Estancia Buganey, visitada por este Diario. Este complejo cuenta con dos cabañas con capacidad para unas 10 personas, restaurante y actividades como cabalgatas, caminatas por senderos, un mirador al que se accede tras media hora de ascenso, entre otras.
El proyecto fue impulsado por Christian Pesántez, quien decidió dar un nuevo uso a los terrenos de su familia. “Mi abuelo creció aquí y, para mantener vivo su legado, decidimos construir este emprendimiento aprovechando el paisaje y la naturaleza del lugar”, comentó.
Más actividades que ofrece San Joaquín
Pero San Joaquín también ofrece alternativas para quienes solo estén de paso. Un ejemplo es el Biocorredor Yanuncay, que en un tramo de unos 5 kilómetros concentra 33 restaurantes en la comunidad de Barabón, donde se puede disfrutar de una variada oferta gastronómica.
Otro atractivo es la plaza central, que los fines de semana se convierte en un mercado. Allí, los productores locales venden sus cultivos, otros preparan platos típicos y los artesanos de la zona ofrecen sus creaciones. En particular, las mujeres se dedican a la cestería con fibra de duda y carrizo, elaborando canastas, paneras y otros artículos tradicionales.
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