
Astrofísica ecuatoriana conecta a jóvenes con la ciencia del universo
Conferencia de Silvana Delgado en la ESPOL combinó ciencia de alto nivel y motivación, dejando huella en jóvenes
En el auditorio STEM de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL), la astrofísica ecuatoriana Ph. D. Silvana Delgado, investigadora en la Universidad de Texas, ofreció una magistral conferencia que acercó a estudiantes y docentes al complejo y fascinante mundo de las galaxias gigantes y los agujeros negros supermasivos.
El evento, presentado por Aaron Basko, vicepresidente de Enrollment, Marketing and Communications de la Universidad de Lynchburg, combinó ciencia de frontera con inspiración personal, motivando a las nuevas generaciones de ochos instituciones educativas, a mirar el cielo como un laboratorio de oportunidades.
El origen y la evolución de las galaxias más masivas
Delgado explicó que, tras el Big Bang, las ligeras irregularidades en la distribución de materia dieron lugar al colapso gravitacional, formando halos de materia oscura. Dentro de estos, el gas se enfrió y propició el nacimiento de las primeras estrellas y galaxias.
Con el paso de miles de millones de años, las galaxias crecieron mediante dos procesos principales: la acreción de gas que alimenta la formación estelar y las fusiones galácticas, que incluyen casos de “canibalismo” cósmico de galaxias más pequeñas. Sin embargo, este crecimiento se regula por fenómenos como explosiones de supernovas y la acción de los agujeros negros centrales, capaces de calentar o expulsar el gas e interrumpir el nacimiento de nuevas estrellas.
El papel regulador de los agujeros negros supermasivos
En casi todas las galaxias masivas existe un agujero negro supermasivo cuya masa se correlaciona con las propiedades del bulbo galáctico. Cuando están activos, estos núcleos liberan radiación y chorros de energía que influyen decisivamente en el ciclo de vida de la galaxia. Delgado subrayó que no son el único factor que regula la formación estelar, pero sí uno de los más determinantes para comprender la arquitectura y la historia evolutiva del universo.
Cómo estudiar lo invisible
Dado que los agujeros negros no emiten luz, su detección se basa en rastrear sus efectos gravitatorios. Delgado detalló que los astrónomos miden las velocidades extremas de las estrellas y del gas circundante, o detectan la radiación emitida por el material que cae en el agujero negro. En casos excepcionales, como en la imagen histórica de la “sombra” de un agujero negro, la tecnología permite observar directamente la región más próxima a su horizonte de sucesos. Las ondas gravitacionales, por su parte, ofrecen una vía novedosa para estudiar fusiones entre gigantes cósmicos.
Ciencia con impacto local e internacional
Para la investigadora, la astronomía no solo amplía el conocimiento humano, sino que fortalece competencias clave como programación, análisis de datos, estadística e instrumentación. Señaló que los datos públicos de observatorios como Hubble, JWST o ALMA abren oportunidades para que estudiantes ecuatorianos se integren en redes internacionales y desarrollen proyectos de ciencia de frontera.
“Con curiosidad, buenos mentores y persistencia, sí se puede construir una carrera científica desde Ecuador conectada al mundo”, afirmó.
Voces que inspiran
Pedro Mosquera, docente de física en la Unidad Educativa San José La Salle, resaltó que la charla no solo presentó conceptos complejos de forma accesible, sino que compartió la trayectoria personal de Delgado, un ejemplo que motiva especialmente a mujeres interesadas en la ciencia. “Ver a una ecuatoriana trabajando en los grandes observatorios de EE. UU. demuestra que es posible llegar con esfuerzo, pasión y responsabilidad”, dijo.
El estudiante Juan Flores, de segundo de bachillerato, coincidió en que la experiencia le abrió una nueva perspectiva sobre la astrofísica: “Me gustó la claridad con que nos explicaron todo. El tema de los agujeros negros, tanto estelares como supermasivos, me fascinó. Incluso me hizo pensar en estudiar esta carrera”.
Una semilla para el futuro
La conferencia dejó claro que encuentros de este tipo no solo transmiten conocimiento, sino que despiertan vocaciones y fomentan una cultura de investigación. Para Delgado, entender las galaxias gigantes y los agujeros negros supermasivos es entender también la historia y el destino de la Vía Láctea. Y para Ecuador, formar científicos que exploren este “lado oscuro” del universo puede significar un lugar más firme en la comunidad científica global.