
Taylor Swift y Karol G: Por qué la estética cabaret empodera
La estética cabaret, con sus plumas y corsets, ha vuelto. No es solo moda: es un símbolo de poder
Si cree que el cabaret es solo una reliquia de los años 20, con sus plumas, brillos y espectáculos nocturnos, es momento de mirar con más atención los escenarios globales. Como los looks de Taylor Swift en ‘The Eras Tour’ o la transformación pícara de Sabrina Carpenter, el lenguaje visual del cabaret ha regresado, pero no como una simple moda retro, sino con su símbolo más potente: el de la liberación y el empoderamiento femenino.
Para descifrar este fenómeno, conversamos con Rosario Diz, consultora de imagen internacional con una vasta trayectoria trabajando con marcas y formando a profesionales en la industria. Rosario nos guía a través de la historia y el significado de esta estética para entender por qué resuena con tanta fuerza en las artistas de hoy.
El cabaret siempre ha sido una expresión de rebeldía
“El cabaret se remonta a los años 20, post Primera Guerra Mundial”, nos cuenta Rosario, “y su parte simbólica es la liberación”. En una época donde la mujer aún no tenía ni voz ni voto, estos espacios se convirtieron en un acto de emancipación. “Empezó a romper códigos de vestimenta; fue lo que nos permitió expresarnos”.
Esa liberación se materializó en la ropa: “Mostrar partes del cuerpo que antes no se mostraban, como las piernas con la minifalda, y el uso de elementos como brillos, corsets, lentejuelas y plumas”. Era una declaración de autonomía sobre el propio cuerpo, un primer grito de ‘mi cuerpo, mis reglas’ que se expresaba a través de la moda.
¿Por qué esta estética es más visible ahora?
“Toda la parte del cabaret tiene mucho de disrupción”, afirma Rosario. Y lo más interesante es que, aparentemente, esa disrupción sigue vigente. “Hoy en día el tema de la sensualidad de la mujer sigue siendo disruptivo. A pesar de que todos creamos que está mucho más normalizado, si vos sos una mujer muy sensual, inevitablemente llama la atención, la gente habla y dice cosas. Para bien y para mal”.
Mucho más ahora que se vive en la era de hiperconexión y críticas instantáneas, elegir conscientemente una estética tan cargada y visible es un acto de valentía. Es reclamar el derecho a ser vista, a ocupar espacio y a definir la propia sensualidad no para el consumo ajeno, sino para una misma. “El simbolismo es como que la mujer pueda hacer lo que se le da la gana y puede mostrar lo que quiere mostrar de su cuerpo”, concluye Rosario.
¿Cómo llevar un toque de cabaret en tu día a día?
Quizás no vayamos a la oficina o a comprar el pan con un vestido de plumas y un antifaz, pero Rosario asegura que se puede robar elementos al cabaret para nuestro estilo diario. La clave está en el autoconocimiento y la adaptación.
“Creo que es esencial el autoconocimiento”, enfatiza Rosario. “Ser muy coherentes con nosotras mismas… y tener la fortaleza de decir: si a mí este estilo no me gusta, no me voy a poner, y me voy a sentir cómoda con quién soy”.
Al final, el legado del cabaret que vemos brillar en los escenarios no es una invitación a disfrazarnos, sino a recordar que la moda puede ser una herramienta poderosa de expresión, rebelión y, sobre todo, de libertad personal. Porque, como bien resume la experta, todo se trata de que la mujer pueda hacer, finalmente, lo que se le da la gana.
Combínalos así
- Un corset sobre una camisa de algodón o una camiseta básica.
- Una falda de lentejuelas o flecos combinada con zapatos deportivos y una prenda sencilla.
- Mallas de red o seda debajo de un vestido o falda oversize.
- Accesorios clave: Un labio rojo intenso, un collar de perlas largas, guantes o incluso un pequeño detalle como un pompón de plumas en un bolso.
- Una chaqueta de cuero o jean con flecos puede ser el toque perfecto.
Narrativas de poder de las artistas
Hoy, esa misma simbología se la ve en las artistas más influyentes. Rosario identifica matices distintos en cómo cada una adopta este lenguaje:
- Taylor Swift: La storyteller. Para Taylor, el estilo cabaret no es solo sensualidad; es narrativa. “Ella lo hace todo como más de parte de su storytelling, con sus canciones, sus conciertos...”, analiza Rosario. Sus vestidos de flecos brillantes en el escenario evocan directamente la era Charleston, pero cada look cuenta un capítulo de su historia. “Ella tiene un look mucho más naïve, pero que a la vez rompe con los esquemas y las reglas”. Es una sensualidad estratégica, empoderada y al servicio de su arte.
- Karol G: La transgresora impactante. En el otro extremo del espectro está Karol G. “Karol G es mucho más seductora y es mucho más transgresora de una forma más impactante”, señala Rosario. Su estética es una bomba latina de poderío: corsets, transparencias y actitud desafiante. Encarna la faceta más visceral y disruptiva del cabaret, usando la sensualidad sin tapujos como una forma de autoafirmación.
- Sabrina Carpenter y el ‘Síndrome Disney’. La transformación de Sabrina Carpenter de actriz infantil a icono pop sensual es un arquetipo moderno. Rosario lo conecta con una ‘rebelión’ contra los estereotipos impuestos. “Para salir de ahí… la forma que encuentran muchas de hacerlo es de una manera muy disruptiva”. Su uso de medias de red, corsets y lentejuelas en su tour ‘Short n’ Sweet’ es su declaración de madurez y autonomía, un camino que recorrieron antes artistas como Christina Aguilera, Britney Spears y Miley Cyrus.
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