
Sofocos menopáusicos: descubre cómo una dieta vegana puede mejorar tu bienestar
La transición gradual en la dieta podría transformar las molestias del climaterio. Un estudio lo explica
El calor irrumpe de repente, subiendo por el cuello y el rostro, acompañando el ritmo acelerado del corazón. La piel se humedece, la respiración se agiliza y, por un instante, todo parece fuera de control. Los sofocos, esas olas de calor que afectan a tantas mujeres durante la menopausia, no solo interrumpen el sueño y la concentración, sino que también dejan una sensación de agotamiento que puede durar horas. Entre sudores nocturnos y cambios inesperados de temperatura, encontrar alivio se convierte en una prioridad diaria.
En la búsqueda de soluciones para este síntoma persistente, la Sociedad Norteamericana de la Menopausia ha llevado a cabo varias investigaciones, y una de ellas parece haber encontrado una pista prometedora: una dieta vegana baja en grasas y rica en soya.
El estudio incluyó a 84 mujeres posmenopáusicas que reportaban al menos dos sofocos diarios de moderados a severos, y las invitó a cambiar su dieta durante 12 semanas. Los resultados mostraron que, con el consumo exclusivo de una dieta vegana baja en grasas y rica en soya, los sofocos se redujeron en un 88 % y las participantes perdieron, en promedio, ocho libras.
“Todavía no entendemos completamente por qué esta combinación funciona, pero parece que estos tres elementos son clave: evitar productos animales, reducir grasas y agregar una porción de soya”, explica Neal Barnard, médico y presidente de la entidad.
Este no es el primer estudio que relaciona la alimentación basada en plantas con una menor intensidad de sofocos. Una investigación de 2023 mostró resultados similares. Lo novedoso de esta nueva fase es que incluyó alimentos vegetales altamente procesados, lo que desafía la idea de que solo los productos “limpios” o mínimamente procesados pueden ser efectivos.
La doctora Katie Jo Light, profesora clínica en Texas A&M, comentó: “Esto desafía la suposición de que las dietas basadas en plantas deben ser ‘limpias’ o mínimamente procesadas para ser efectivas”.
¿Cómo la aplico?
No es necesario ser completamente vegano para notar beneficios, indica la nutricionista Susana Haas. La experta señala que la dieta mediterránea -que incluye pescado, aves, lácteos y abundantes frutas y verduras- también puede ser útil para equilibrar hormonas y mantener la salud cardiovascular.
Pero para quienes desean aventurarse en una dieta vegana, la clave está en asegurarse de consumir suficientes nutrientes esenciales, como vitamina B12, calcio, zinc, vitamina D y ácidos grasos omega-3.
Para empezar, lo primero es sustituir la leche por alternativas de avena o soya y, de manera progresiva, cambiar una comida diaria de carne por legumbres. Haas afirma que usar verduras congeladas, enlatadas o listas para consumir puede facilitar la transición. “No necesitas cambiar toda tu dieta de la noche a la mañana, es un proceso gradual”.
Para seguir leyendo más contenido de EXPRESO, suscríbete aquí